Su nombre original chino, “mo-chao”, significa “iluminación silenciosa.”
“Silenciosa” se refiere a no usar ningún método específico de meditación y a no tener pensamientos en tu mente.
“Iluminación” significa claridad.
“Solo sentarse” significa hacer zazen sin esperar obtener nada a cambio.
En la práctica, esto significa entregarse completamente a zazen y no hacer nada que no sea sentarse con la carne y los huesos.
“Solo sentarse” significa sólo poner atención a sentarse o sólo mantener la postura física de sentarse.
Mientras mantienes la postura sentada, deberías también tratar de establecer el estado “silencioso” de la mente. Al final llegas al punto donde la mente no se mueve y sin embargo está muy clara. Esta mente inmóvil es “silenciosa”, y esa claridad de la mente es “iluminación.” Esto es el significado de la “iluminación silenciosa.”
Shikantaza significa también, que Zazen es la practica esencial.
Dogen decía incluso que “solo sentarse” es suficiente y que no es necesario cantar sutras o mantras o quemar incienso. Basta con sentarse en zazen de todo corazón – sin agregar nada.
Zazen no es una técnica de meditación y menos aún un ejercicio de concentración. Zazen no es un ejercicio para alcanzar el despertar. Zazen es el despertar. La práctica y el despertar no pueden ser separados el uno del otro: sin despertar no hay práctica, sin práctica el despertar no es posible. Zazen despierta a Zazen.
En la práctica pura del Shikantaza, no hay apoyos o ayudas: no nos concentramos en la respiración, no contamos, no meditamos sobre algo, no observamos nuestros pensamientos – simplemente nos sentamos y practicamos con todo nuestro ser – sin agregar nada.
No se trata de renunciar a algo porque no es un cambio en el cual sacrificamos algo para obtener otra cosa. Se trata de un cambio profundo en la voluntad; significa aprender a aceptar las cosas como son y no desear otra cosa. Significa aceptar el ir y venir.
No es una teoría o el aprendizaje de un método – no es nada más que el regreso a la condición normal del cuerpo y el espíritu. La realización del equilibrio de nuestra existencia. Es la experiencia de la unidad absoluta.
“El camino más elevado no es difícil con tal de que estés libre de todas discriminaciones.” (Faith in Mind, poema del Tercer Patriarca del Chan Seng-Ts'an (d. 606).
Las “discriminaciones” pueden traducirse también como “elecciones,” “selecciones” o “preferencias.”
El camino más elevado no es difícil, si estás libre de elegir, seleccionar o de preferencias. Debes mantener la mente libre de discriminación y apego.
El método en el que se mantiene la mente libre de discriminación y de apego es lo que se llama aquí “silencioso.” Pero “silencioso” no significa que la mente se quede en blanco y no funcione. La mente está libre del apego, está clara, y sin embargo, aún funciona.
El maestro Hung-chi Chen-chueh (1091-1157), quien inventó el término “iluminación silenciosa” en su poema Song of Silent Illumination, dijo lo siguiente:
“En silencio, se olvidan las palabras.
En la claridad total, todo aparece.”
”Se olvidan las palabras” quiere decir que no experimentas palabras, ni lenguaje, ni ideas, ni tampoco pensamiento. No hay discriminación.
Esto en combinación con la segunda frase, “En la claridad total, todo aparece,” quiere decir que aunque no funcionen las palabras, el lenguaje y la discriminación, todo aún puede ser visto, escuchado, saboreado, etc.
Alguien me dijo que cuando emplea el método de la Iluminación Silenciosa, finalmente llega a un punto donde no hay nada allí y descansa. Esto no es la verdadera Iluminación Silenciosa. En la Iluminación Silenciosa todo está allí, pero la mente está inmóvil.
Una persona podría pensar que no tiene pensamiento porque los pensamientos vagabundos más grandes están ausentes, pero habrá pensamientos vagabundos pequeños y sutiles de los que no está consciente. Podría pensar que no hay nada allí y de esta manera dejar de practicar.
Ahora me gustaría explicar cómo usar el método de Shikantaza:
Primero, debes mantener la postura vertical. No te inclines ni a un lado ni al otro. Permanece claro acerca de tu postura, puesto que si practicas shikantaza, solamente sentarse, debes estar consciente de sentarte. También es importante mantenerse relajado.
A continuación, sé consciente de tu cuerpo, pero no lo consideres como tú mismo. Considera tu cuerpo como un automóvil que conduces. Tienes que manejar bien el automóvil, pero tú no eres ese automóvil. Si consideras tu cuerpo como ti mismo, serás molestado por el dolor, picor y otras aflicciones. Sólo atiende a tu cuerpo y sé consciente de ello.
Debes estar atento a tu cuerpo como un conductor debe estar atento al automóvil, pero el automóvil no es el conductor.
Después de un período de tiempo, el cuerpo se sentará de manera natural y no provocará problemas. Ahora puedes empezar a poner atención a la mente. Si estuvieras comiendo, tu mente debería ser la “mente que se dedica a comer,” y deberías poner atención a esa mente.
Cuando estás sentado, tu mente debería ser la “mente que se dedica a sentarse.” Contemplas esta mente sentada. Se alternan dos pensamientos diferentes: la mente sentada y la mente, o pensamiento, que contempla la mente sentada.
Primero contemplas el cuerpo sentado y poniendo poca atención a la mente. Cuando el cuerpo se relaja, contempla la mente.
¿Qué es la mente? ¡Es la mente sentada!
Cuando se desvanece tu atención, perderás la consciencia de esta mente sentada y volverán las sensaciones del cuerpo. Entonces, deberías contemplar nuevamente el cuerpo sentado.
Otra posibilidad radica en que mientras contemplas la mente, caes en un estado de letargo.” Cuando te vuelves consciente de esta situación, vuelven tus sensaciones corporales, y deberías volver a contemplarlas. Entonces estos dos objetos de atención, el cuerpo y la mente, también se emplean de manera alternativa.
En el estado donde contemplas la mente, ¿estás consciente del entorno externo, del sonido por ejemplo?
Si deseas escuchar sonido, lo escucharás, y si no deseas escuchar sonido, no lo escucharás. En este momento, ante todo pones atención a tu propia mente. Aunque podrías escuchar sonidos, estos no producen discriminaciones.
Hay tres etapas en esta práctica.
Deberías empezar por el principio y progresar hacia niveles más profundos. Primero, permanece atento de tu cuerpo. Luego permanece atento de tu mente y de los dos pensamientos alternativamente. La tercera etapa es la iluminación. La mente está clara y, como dijo el citado poema, “En silencio, se olvidan las palabras. En la claridad total, aparecen las cosas.”
La iluminación siempre es instantánea. Es la práctica la que es gradual.
Como mencioné anteriormente, el tercer nivel de la Iluminación Silenciosa es la iluminación. Pero, ¿cómo uno puede llegar allí?
Mientras practicas, tus apegos, discriminaciones y pensamientos vagabundos se apaciguan de manera gradual. Al final, simplemente no tienes discriminaciones, pero este cambio es instantáneo.
Cuando se produce este cambio, estás en el estado “En silencio, se olvidan las palabras. En la claridad total, todo aparece.”
La meditación sentada puede reunificar una mente dispersa y estabilizar la aflicción.
El samadhi es cuando llegas al punto donde no existe ningún pensamiento errante en tu mente. En el samadhi, no hay ni una persona ni un problema que pueda afligirte.
Del samadhi, puedes desarrollar la sabiduría de la no-mente. Ésta es la iluminación Chan. El alcanzar la iluminación es examinar tu propia naturaleza y estar libre de aflicción mental y enfermedad. Cuando estás siempre en este estado y sin retroceso, has alcanzado la “gran iluminación”.
Sin llegar a tanto está la “pequeña iluminación”, en donde podrían surgir antiguas aflicciones pero al menos serás capaz de manejarlas.
Incluso sin iluminación, la meditación es un paso importante para tu transformación de la aflicción a la liberación.
La práctica es como un puente que puede conducir a la iluminación, aunque la iluminación no tiene nada que ver con la práctica.
Zen, escuela Soto.