16 enero 2017

DESCANSAR EN EL NO-SABER



La mente quiere aterrizar, desea fijarse a algo, aferrarse a un concepto, pero sólo seremos verdaderamente libres cuando ya no nos aferremos a nada.
La verdadera madurez está ahí, en abandonar conscientemente las percepciones mentales, tanto las positivas como las negativas.
Se trata de aceptar el grado de entrega necesario para soltarte de todas las experiencias y de todas las referencias personales.

Cuando la mente se relaja, entonces sabes quién eres y lo que eres en todo momento, aunque no puedas definirlo, ni describirlo o hablar de ello. Simplemente lo sabes porque lo eres.
Es la máxima liberación de la identidad y la separación.
Te das cuenta de que todas las definiciones que tienes sobre ti no son más que un concepto y, por tanto, una mentira.

Entonces la mente se detiene.
Al decir que la mente se detiene, no quiero decir que todos los pensamientos desaparezcan. Ese no es el resultado de la mente que se detiene. Lo que hace es dejar de interpretar la realidad. Entonces te quedas con una realidad en bruto, sin deformaciones. Es la experiencia de la libertad profunda y liberadora. Te alivias de un gran peso.
Tus pensamientos no tienen que dejar de pasar por tu mente. No necesitas cambiar nada. Tu mente sólo tiene que hacer una cosa: contemplar con mucha curiosidad la pregunta «¿qué soy yo realmente?».
La contemplación de esta pregunta te llevará precisamente más allá del pensamiento.

Si te preguntases ahora mismo «¿quién soy yo?», ¿qué es lo primero que dirías?...

Cuando te haces consciente de que «no sé quién soy», la firmeza desaparece de los cimientos de tu vida.
La auténtica liberación está más allá de la mente.
Cuando llegas a lo desconocido, en realidad estás a las puertas de la liberación. Lo único que tienes que hacer es sumergirte en el hecho de que no lo sabes.
¿Cuál es la experiencia del no saber? ¿Cómo te sientes realmente al no saber?

Si no escuchas a la mente diciendo «oh no, necesito saber», y no te asustas; y si acudes directamente a tu sensación, verás que te sientes muy bien en el no-saber. Te sientes muy liberado, desde el principio. No saber es un alivio, pues lo que creías ser es lo que generaba todos los problemas. Es lo que cargaba con todo el peso.
Pon tu atención precisamente ahí, en el no-saber, eso es todo lo que tienes que hacer.
«¿Cómo te sientes al no saber? ¡Oh, es tan maravilloso!» 
Limítate a descansar ahí...
No llegarás al conocimiento sabiendo, sino no sabiendo. 
Estarás a un millón de kilómetros de todo lo que sabes, cada vez a más profundidad, lo que implica que estarás más allá de la mente. Entonces lo verás en un instante, y lo sabrás.

Alcanzarás sabiduría por el mero hecho de descansar en el no saber. Es una paradoja. Cuanto más descanses en el no saber, lo que implica no aferrarse nunca a la mente, más directa será tu experiencia de sabiduría. Surgirá en un instante.

Nos pasamos muchas vidas danzando junto a las mismísimas puertas de la libertad. Hacemos piruetas en el descansillo y nunca sabemos bien quiénes somos. Bastará un chasquido, una vuelta más de ese nudo, para obtener sabiduría, eso es todo. Es tan fácil. No es difícil. Lo que ocurre es que la gente no sabe adonde ir. En cuanto sabes adonde ir y tienes el coraje de ir ahí, es fácil. Dirígete hacia lo desconocido, experimenta lo desconocido, sé lo desconocido. Todo el conocimiento verdadero se despierta en lo desconocido.

Adyashanti 

08 enero 2017

¿QUIÉN SOY YO?



Llega un momento en nuestra evolución, cuando verdaderamente entendemos lo que la mente es. Y empezamos a observarla, y nos damos cuenta que funciona sin nosotros. 
Empezamos a observar como la mente actúa. Vemos como nos deprime. Vemos como nos enfada. Vemos como nos hace feliz. Nos vemos cuando conseguimos algo grande, y pensamos que somos importantes. 
Simplemente el observar por si solo hace que avances en tu evolución. Ya que te demuestra que es imposible que "Yo" sea la mente, porque "Yo" la ha estado observando todo este tiempo. "Yo" he observado como mis pensamientos reavivan el pasado y me hacen infeliz, como me hacen sentir miedo porque algo malo puede pasar en el futuro si no tengo cuidado. Hemos visto como la mente hace todo esto.

Hasta que nos decimos a nosotros mismos: ¿Quién es este observador? ¿Quién es esta persona que ha estado observando la mente? 
Honestamente tenemos que decir: "No lo sé", "no sé quien soy yo", "no tengo idea quien ha estado observando" Pero tengo que admitir que "Yo" he estado observando.

Todos estos años pensaba que cuando yo decía "Yo", me refería a mi mente. Creía que mi mente era "Yo". Pero ahora mientras observo como me enfado, cuando observo como me deprimo, o como me alegro, me doy cuenta que estoy separado de mi mente. Por tanto ¿Quién soy yo? ¿De dónde ha venido ese yo? 
Es asombroso que pueda observar a mi mente hacerme todas estas cosas. Pero ahora sé que existe un "Yo".

¿Quién es este "Yo"? ¿Como lo puedo encontrar?
A través del silencio, acallándote. Permitiendo que la mente se vacíe de todo pensamiento, observando mi mente en acción, sin responderle. Y de pronto algo interesante me sucede, me doy cuenta que me siento más feliz, me siento más poderoso y en paz. Me doy cuenta que he perdido mis miedos, mis frustraciones, incluso mi búsqueda de la verdad se ha detenido, me empiezo a dar cuenta que en realidad no hay nada que buscar. Está todo aquí. Todo lo que siempre quise, está aquí. 
A medida que observas tus pensamientos, tu mente se vuelve más callada, más callada, más callada. Y a medida que tu mente se vuelve más callada, tu consciencia se revela ante ti como realidad absoluta.

Así aprendemos a estar tranquilos. Ya no nos complicamos. Simplificamos nuestra vida. Dejamos de preocuparnos del futuro, de nuestra existencia y de todo lo demás. Algo dentro de nosotros nos dice que el mismo poder que sabe como hacer que las manzanas crezcan en los manzanos, que las flores florezcan llenas de belleza, que los mangos crezcan, que el trigo crezca en los campos con la cantidad justa de sol, la cantidad justa de lluvia, la cantidad justa de todo lo que necesitan para sostener y mantener su crecimiento. Algo me dice que ese mismo poder sabe como cuidar de mí. Así que puedo ser yo mismo, silencio.



Robert Adams 

07 enero 2017

¿CÓMO ERRADICAR EL SUFRIMIENTO?



Nada de lo que sucede en el exterior puede causarnos sufrimiento.
El único sufrimiento que existe es creado debido a nuestra resistencia y falta de aceptación de lo que es.
No puede haber sufrimiento si no hay resistencia.
En el momento en que sucede algo y lo negamos, cuando nos resistimos a experimentarlo, a sentirlo, a vivirlo, en ese mismo momento, surge el sufrimiento. 
Pero cuando dejas de negar eso, de poner resistencia, cuando realmente dejas de impedir sentir y experimentar eso, entonces, surge la paz, surge la calma, y con ello, nada de sufrimiento.

¿Cómo sabemos que nos estamos resistiendo?
Cada vez que sintamos incomodidad, malestar. Es decir, cada vez que un "no" en nuestra mente perturbe el estado paz de nuestra verdadera naturaleza. 
Podremos detectar esta sensación de incomodidad observando nuestro interior; nuestras emociones, nuestros pensamientos y también nuestro cuerpo físico, el cual, estará rígido y tenso.

Escucha tu cuerpo físico, observa tus emociones y tus pensamientos, y con la auto-observación podrás detectar esta sensación de malestar e incomodidad cada vez que te estés resistiendo a algo que suceda en este momento; puede ser una situación, un pensamiento, una emoción, etc., puede ser cualquier cosa. Pero no es la cosa u objeto en sí lo que te causa malestar, sufrimiento e infelicidad, sino que es tu resistencia a ello y falta de aceptación.

Permite que todo sea, deja de negar lo que es, deja de luchar contra lo que es... simplemente relájate y permite que sea...
No te identifiques con ello, solo observa, permanece como la Presencia Consciente que está más allá de las formas, y verás que nada, absolutamente nada puede afectarte... 
Nada puede dañarte en lo más mínimo... todo surge en tu mente, en tu negación y resistencia a lo que es.

La vida está ahí para reflejarte todas las cosas que debes aceptar... abrazar con amor y permitir que todo sea, sin estar apegado. Entonces, todo deviene paz, felicidad... y en esta paz, surge la dicha y el estado de gracia.



Camino al Despertar