23 diciembre 2017

SIMPLEMENTE LO QUE ES



Todo a lo que pones fin es una ilusión total... 
Es como una cantidad de humo en la que has creído y de pronto ya no está ahí, y la vida simplemente continúa...
La vida, obviamente continúa...

El impulso neurótico de encontrar la unidad simplemente se desvanece, y luego hay algo ahí que es muy armonioso, que estaba ahí de todos modos...
No hay nadie en el mundo que no esté buscando la unidad, en última instancia. Lo que observamos en la manifestación es el simple anhelo de volver a casa... Esto desaparece y todo lo demás en torno a esto, que es neurótico, desaparece, pero el personaje continúa: los hábitos, las preferencias aún están ahí, pero no son de alguien... es la mente funcionando en el mundo.

Toda la ilusión de que el individualismo es real, es una falacia... 
no hay nadie que decida hacer nada...
todo el cuerpo-mente, toda la fisiología actúa como lo hace y de acuerdo a su naturaleza... pero toda la idea de que hay alguien que decide hacer algo se desmorona...

Después de la liberación, el malestar sigue sucediendo...
no es como si de repente comenzaras a caminar en los Campos Elíseos, en el cielo absoluto... No hay nadie caminando, es solo lo que sucede... y eso puede incluir dolor, molestia, todas esas cosas suceden...
Yo no experimento miedo, pero el miedo sucede...
no hay nadie experimentando nada, solo hay lo que sucede y eso puede incluir miedo.
Solo sucede, es un sentimiento. Es decir, en última instancia, el miedo es algo muy simple: es solo una sensación en el cuerpo. Pero ahora no le sucede a nadie... no hay nadie apropiándose de eso.

Pensar sigue sucediendo después de la liberación...
pero no hay nadie pensando.
No hay nada a lo que afianzarse. Eso regresa a la nada...
todo proviene de la nada y a la nada regresa.
Después de la liberación no hay "yo", por lo tanto no hay aferramiento... Es una forma de explicarlo. Solo hay vida y no hay nada que pueda interponerse o que se identifique.

Después de la liberación los sueños son mucho más ordinarios de lo que eran antes...
Esto se trata de algo que es totalmente simple y ordinario... Es algo absolutamente simple, común y corriente y absolutamente impresionante...
Todo lo que surge es nuevo... Es vivir completamente en la novedad.

Todo lo que está sucediendo es simplemente la expresión de la totalidad...
no hay nada que sea real o irreal...
El individuo ve desde el punto de vista de estar separado... nada se ve como realmente es porque se ve a través de un filtro o un velo... Después de la liberación eso se colapsa por completo y todo es simplemente lo que es. Absolutamente lo que es. Simplemente lo que es.



Tony Parsons 

02 diciembre 2017

EL COMPLEJO MENTAL



Según el Ayurveda, el Yoga y el Budismo, el complejo mental se puede dividir en dos grupos: la parte externa de la mente y la parte interna.

1. Parte externa: BAJIKARANA. Es el instrumento externo de la mente.

La parte externa está compuesta por:
1.1. JÑANENDRIYAS: Son los 5 sentidos, vista, olfato, gusto, tacto y oído.

1.2. KARMENDRIYAS: Son los 5 sentidos en acción. Son las 5 maneras en las que devuelvo mi interacción con el mundo.

2. Parte interna: ANTAHKARANA. Es el instrumento interno de la mente.

La parte interna está compuesta por:
2.1. EGO: Es la parte más densa de mi Ser. Está compuesto por el elemento tierra.

2.2. MANAS: Es la mente cotidiana, el continuo de pensamientos, el ruido de mi cabeza. Manas va en conjunto con el ego. Manas es es la parte inferior de la mente y está compuesta por los pensamientos y emociones.
2.2.1. Pensamiento: Compuestos por el elemento aire.
2.2.2. Emociones: Compuestas por el elemento agua.

2.3. BUDDHI: Significa intelecto. Es la mente consciente. Está compuesta por el elemento fuego. El Buddhi es donde tomamos consciencia de las cosas. Buddhi es el puente entre el ego y Chittam. 

2.4. CHITTAM: Es la parte más sutil del Ser. Está compuesta por el elemento éter (espacio). Es donde están registradas todas las memorias de mis experiencias de todas mis vidas pasadas. Son los Registros Akáshicos. 

A través del Bajikarana se recibe la información, que luego Antahkarana tiene que procesar, y luego sale una respuesta.

Cuando nos identificamos con el mundo de la forma (el cuerpo, los pensamientos, las emociones, nuestra historia, etc.) es cuando surge el ego. 
El ego vive de la separación; él solo ve las formas manifestadas que están separadas las unas de las otras, pero no ve la esencia que está más allá de la forma.
El sentido de separación es la causa del miedo. El ego, al sentirse separado del resto, tiene miedo porque se siente amenazado por los demás y tiene miedo de quedarse solo.
La separación es la principal responsable del conflicto; cuando me siento separado del otro, busco reforzar mi sentido de ser alguien, busco competir con el otro, juzgo al otro, etc. todo para reforzar mi sentido de identidad. 
Todo lo que venga del ego, va a tener un resultado negativo, va a generar sufrimiento.

Al vivir desde el ego, vivimos atrapados por un patrón de condicionamiento mental, el cual vamos reproduciendo una y otra vez por impulso, quedando totalmente presos de los samskaras y de las garras del diálogo interior de la mente.
No somos conscientes de ello, y nuestra vida queda totalmente revestida de sufrimiento.

Cuando los seres humanos estamos atrapados en el ego, Buddhi está dormido. Entonces, vivimos como un piloto automático reproduciendo samskaras y vasanas. 
Para comprender un poco esto, vamos a ver qué significa samskaras y vasanas.

Toda acción, pensamiento o palabra, deja impresiones en el subconsciente y en el alma. Estas impresiones se llaman samskaras. 
Los samskaras influenciarán y matizarán tu naturaleza personal, tu carácter, estado moral o mental, pensamientos, palabras, la forma de responder hacia personas o circunstancias, emociones, actitudes, gustos y disgustos, deseos, sensaciones; en concreto, tu vida misma. 
Los samskaras son el producto de las acciones pasadas, tanto de tu vida actual como de vidas anteriores. Y éstas también pueden influir sustancialmente en el éxito o fracaso en numerosos aspectos de tu vida.

Los samskaras pueden definirse como activadores o catalizadores de la conducta humana. Toda actividad en pensamiento, palabra, acción u omisión, así como toda reacción, están influenciadas por nuestros samskaras. 
Es decir, los samskaras son un conglomerado de las acciones que hemos realizado a lo largo de las eras. Son las diversas impresiones que se han reunido en la mente subconsciente.
Por ejemplo: si en numerosas vidas pasadas fuiste un criminal, entonces, en esta encarnación tenderás a comportarte de la misma forma. De igual manera, si en varias vidas previas fuiste una persona que siempre trató de ayudar a los demás, por consiguiente, en esta vida sentirás la necesidad de seguir ayudando a los demás.

Los samskaras son las impresiones creadas a través de la experiencia, que al acumularse en el alma o subconsciente forman vasanas. La repetición de un mismo tipo de acción crea en ti un hábito o tendencia, el cual, se llama vasana.

Los pensamientos, usualmente, generan palabras y acciones. 
Las palabras y acciones repetidas, a menudo forman hábitos. Y al repetirse en muchas vidas sucesivas, esos hábitos se refuerzan, traduciéndose en tendencias o inclinaciones en nuestra conducta (los vasanas). 
Los vasanas influencian nuevamente los procesos de pensamiento y reacciones de la mente, derivando una vez más en acciones.

Cuando uno muere, todos los samskaras y vasanas quedan en su alma, y al encarnar nuevamente, éstos se manifestarán influenciando sus pensamientos, palabras y acciones. Existen samskaras y vasanas muy arraigados en ti, que son aquellas acciones tanto positivas como negativas que has repetido en numerosas ocasiones formando fuertes hábitos o tendencias como consecuencia; éstas influenciarán en una forma contundente tu vida misma. Sin embargo si tus samskaras y vasanas fuesen de poco peso, entonces no ejercerán gran influencia sobre ti.

Los samskaras y vasanas, ya sean buenos o malos, transmigran de encarnación en encarnación. No se pueden perder o desaparecer así como así, pues perduran más allá del tiempo y el espacio.

El karma, es decir tus acciones, es influenciado por tus samskaras. Que son las impresiones que quedan en el alma o subconsciente debido a acciones pasadas.
Tus vasanas son los hábitos o tendencias que has adquirido. 
Algunas personas presentan tendencias innatas hacia prestar ayuda a otros, así como a realizar constantemente buenas acciones. Estos individuos han construido, en el pasado, vasanas correctos dentro de sus almas. Otros, sin embargo, siempre están causando problemas, sienten placer al golpear a sus semejantes o continuamente se están burlando de ellos; esto es debido a que en el pasado han creado vasanas incorrectos. 
Debemos entender que la mayor parte de nuestro actuar, en pensamiento, palabra o acción, se debe a los hábitos o tendencias que hayamos adquirido, ya sea en esta existencia o en vidas pasadas. Los samskaras y los vasanas tienen una influencia definitiva en nuestra conducta.

Ejemplo de samskaras y vasanas:

Antonio fue un jugador empedernido de cartas en una encarnación pasada. Si en esta vida se reúne nuevamente con jugadores de póker, él podrá mostrar una pasión natural por el juego, aunque jamás haya jugado al póker en esta vida. Esto es debido a las impresiones que han quedado grabadas en su alma por sus anteriores acciones. 
Estos samskaras, que en este caso sería jugar a las cartas en numerosas ocasiones, han creado un vasana, el hábito de jugar.

Así como una persona llena de bondad y amor por los demás tenderá a mostrar este tipo de cualidades en esta vida o en vidas sucesivas, así mismo un criminal tenderá a manifestar sus cualidades negativas. 
Si visitas un jardín de niños, un kindergarden, podrás observar claramente los diferentes patrones de conducta que se dan en los niños. Algunos pequeños constantemente causan problemas, mientras que otros son calmados y bien portados. Surgen interrogantes en nuestra mente tales como: “¿por qué es este niño tan negativo? ya no lo soporto más,” o “Carlitos es un niño tan dulce, tierno y comprensivo que en el futuro seguramente se ordenará como sacerdote, siempre está tratando de ayudar a los demás.” 
Las diferentes personalidades en las personas están fuertemente influenciadas por sus samskaras y vasanas.

El ser humano se genera a sí mismo mucho sufrimiento a lo largo de su vida debido a la ignorancia; que es tener el hábito de recrear conductas que yo he aprendido o he heredado de mis antepasados o de otras vidas. Conductas en las relaciones, conductas emocionales y hábitos de pensamiento.
Ante una situación determinada, actuaré de una forma determinada en función de mi estado de consciencia. Entonces, cada vez que experimente la misma situación, actuaré de la misma manera una y otra vez, reforzando esta acción, que acabará siendo una reacción. Reacción es cuando actúo por hábito, por impulso, sin pensar. Y este hábito condicionado por mis pensamientos y emociones es lo que se llama los Samskaras y vasanas.
Es una ola que viene fluyendo del pasado que yo retomo y sigo actuando.
Cuando actuamos sin consciencia, sin cuestionarnos estas conductas, sin discernirlas, acabamos generando hábitos emocionales muy similares a los de nuestros padres, abuelos, etc. Estos hábitos son las vasanas.

Nos pasamos la vida repitiendo los mismos patrones mentales condicionados, sin tener libre albedrío para poder cambiarlos. Por tanto, vivimos en un océano de sufrimiento, en el que una y otra vez vamos repitiendo los mismos hábitos del pasado. Esto es la ignorancia.

Esta ignorancia está determinada por los samskaras y vasanas.
Son las diversas impresiones que se han reunido en la mente subconsciente. Un conglomerado de las acciones que hemos realizado a lo largo de las eras.
Es decir, viene un estímulo y reaccionamos en función de las experiencias que hemos vivido en el pasado.

Nos pasamos reproduciendo cosas de nuestro pasado. Nos volvemos reproductores de nuestros samskaras. Y esto es a nivel colectivo. Somos reproductores del patrón subconsciente del colectivo. Por tanto, no tenemos control sobre nosotros mismos, sino que es la mente la que nos tiene controlados y esclavizados. Y así, no tenemos libre albedrío, no somos libres.


En los Upanishads, los textos antiguos de la India, se explica cómo es el Complejo Mental:


Nuestro complejo mental son 5 caballos salvajes que corresponden a nuestros 5 sentidos (los Jñanendriyas). Cada caballo, corresponde a un sentido: la vista, el olfato, el gusto, el tacto, y el oído.
Para el Ayurveda no son solo 5 sentidos de percepción, sino que son 5 sentidos de percepción que se corresponden con 5 sentidos de acción (los Karmendriyas: que son las 5 maneras en las que devuelvo mi interacción con el mundo).
Así que son 10 sentidos: 5 de percepción y 5 de acción.
Los 5 sentidos de percepción son los Jñanendriyas. Son los 5 sentidos con los que incorporo información a mi ser. La vista, el olfato, el gusto, el tacto y el oído.
Los 5 sentidos de acción son los Karmendriyas. Son las 5 maneras en las que yo devuelvo mi interacción con el mundo. 

Cada sentido que adquiere conocimiento, expresa también otro sentido asociado al conocimiento:
La vista está relacionada con los pies. Porque donde pongo mi visión, mi atención, hacia allí voy. Corresponden al elemento fuego. 
El olfato está relacionado con el ano. Porque recibe y da olor. Corresponden al elemento tierra.
El gusto está relacionado con los genitales. Corresponden al elemento agua. Si la lengua no está húmeda, no hay gusto. En los genitales está el agua de la Vida; a partir de los genitales nace la vida.
El tacto está relacionado con las manos, agarrar. Es la capacidad de tomar el mundo. La manera en la que puedo percibir el mundo. Corresponden al elemento aire.
El oído está relacionado con la voz, el habla. Todo aquello que escucho es lo que acabaré hablando. Primero debo escuchar para poder hablar. Corresponden al elemento espacio. 

De los 5 caballos salen unas riendas. Las riendas es la mente.
La mente no gobierna a nadie, solo son las riendas. Para el Ayurveda, la mente es tan solo una herramienta. Una herramienta a utilizar por alguien; no que esa herramienta nos utilice a nosotros. 
La mente son los pensamientos, y de los pensamientos surgen las emociones y el ego.
El pensamiento nunca puede ser la Verdad, está totalmente condicionado.

¿Quién gobierna la mente? El intelecto. Que está representado por el jinete. El intelecto también se llama Buddhi, y es el que gobierna la mente.
Hay una gran diferencia entre la mente y el intelecto.

Más allá del intelecto (Buddhi), está la Conciencia. Por tanto, la mente, el intelecto y la Conciencia son los tres niveles mentales para el Ayurveda.

El carruaje es el cuerpo y encima del carruaje está otro jinete que es el ego, la persona.
Este segundo jinete, la persona, no tiene las riendas de los caballos. No tiene el control de los 5 sentidos. Quien realmente tiene el control de los sentidos es el intelecto. La persona (ego) vive en piloto automático, es decir, inconsciente, con el intelecto dormido, reproduciendo los samskaras y vasanas (condicionamientos mentales y patrones establecidos).

El camino que nos tocó vivir es karma.
Si el intelecto (Buddhi) está dormido, ¿quién maneja las riendas (mente)? Nadie. Entonces, los 5 sentidos no están siendo manejados por nadie, y por tanto, hay un descontrol de los 5 sentidos. La persona que tiene el intelecto dormido es un esclavo de sus sentidos; cae en las pasiones terrenales y los placeres animales.


Para dejar de estar atrapados en nuestros propios samskaras y vasanas, es fundamental despertar Buddhi, el intelecto. Y para poder hacerlo debemos dejar de estar identificados con los pensamientos, el cuerpo y las emociones. 

¿Cómo podemos hacerlo?

Debemos dar suma importancia a la práctica del silencio, silenciar nuestra mente pensante. Podemos hacerlo a través de la meditación, la auto-observación y la auto-indagación. 
Se trata de observar nuestros pensamientos y tomar consciencia de que no somos nuestros pensamientos, sino que somos la consciencia que los observa.
Cuando vemos claramente que somos la consciencia que observa los pensamientos, automáticamente, nos desapegamos de ellos. Aquí es cuando Buddhi despierta.
Y cuando Buddhi despierta, entonces, sí tendremos libre albedrío para poder elegir cómo queremos actuar. Ya no seremos presos de los samskaras y vasanas, siendo empujados a reaccionar según los patrones mentales condicionados, sino que podremos elegir cómo accionar. Y esto es libertad.

Por ejemplo: 
Por la mañana me levanto con el tiempo justo para ir al trabajo. Preparo el desayuno para mis hijos pequeños y desayunamos juntos. El menor de los dos, derrama la leche por toda la mesa y se ensucian mis pantalones. Justo en este momento, tengo dos opciones: reaccionar de manera impulsiva, reproduciendo mis samskaras o ser consciente y elegir cómo voy a actuar.
Si me dejo llevar por mis samskaras, que es mi inconsciencia, muy probablemente me pondría furioso y gritaría a mi hijo menor con mucha ira. Y como consecuencia, él lloraría, los niños llegarían tarde a la escuela y yo al trabajo. Como resultado, sufrimiento y dolor.
En cambio, si en el momento justo en que empiezo a sentir la emoción de enojo e ira, me doy cuenta, entonces, antes de reaccionar inconscientemente reproduciendo un samskara, lo que hago es elegir cómo voy a actuar. Elijo conscientemente cómo actúo y elijo no crear sufrimiento para mi hijo ni para mí. Por tanto, cariñosamente, sonrío a mi hijo y le digo que no se preocupe, que no ha sido nada. Me cambio el pantalón, llevo a los niños al colegio y a continuación voy al trabajo. Todo ha transcurrido armoniosamente, sin emociones negativas, sin sufrimiento.


Cuando empezamos a meditar en silencio, a pararnos a observar nuestros pensamientos y emociones, a observar quiénes somos en realidad, entonces, empezamos a despertar el intelecto que estaba dormido. Despertamos Buddhi.
Cuando despertamos Buddhi, nuestra parte consciente del complejo mental, adquirimos el don del libre albedrío. Y es cuando podemos ir trascendiendo los samskaras y vasanas e ir liberándonos de la rueda de la inercia del sufrimiento.
Este paso es fundamental y muy importante para dejar de crear más sufrimiento para mí y para los demás.
Entonces, ante una situación determinada, lo que antes hubiera hecho desde el ego, que es reaccionar de manera inconsciente a un patrón ya establecido de manera inconsciente, ahora, a través del intelecto puedo observar toda la escena (situación, mis pensamientos, emociones) y poder elegir cómo quiero actuar (no reaccionar). Y al ser consciente, voy a elegir siempre mis acciones para evitar generar conflicto y que pueda haber paz en los demás y en mí mismo.
Es decir, al poder elegir cómo actuar ante una situación, elegiré apartarme de todos aquellos aspectos que puedan perturbar mi paz interior y la de los demás. Y cultivaré siempre acciones que aporten paz, que beneficien a los demás y a mí mismo.

Todas las personas del mundo, lo que más desean realmente es vivir en paz.
Una persona consciente, siempre va a realizar acciones buscando el beneficio para que los demás estén en paz y también uno mismo. Por tanto, la persona consciente siempre realizará acciones para generar paz hacia los demás y hacia sí misma.
Recordemos que todos somos una sola consciencia, somos una unidad, y todo lo que hacemos a los demás, nos lo hacemos a nosotros mismos. Buscar siempre la paz para los demás, es encontrar la paz para uno mismo.

Para poder despertar la consciencia es fundamental acallar el diálogo interior, la voz de la mente. Para poder acallarlo, debo practicar la observación; observar mis pensamientos y emociones sin estar identificado con ellos. Que haya espacio entre el pensamiento o emoción y lo que soy. De esta manera puedo soltar los pensamientos sin quedarme atrapado en ellos.
La práctica de meditación, de auto-observación y auto-indagación me permite observar los pensamientos y no identificarme con ellos. A medida que voy practicando todos los días, voy reforzando la Presencia que soy y por tanto, el ego se va debilitando poco a poco.
El ego se irá debilitando y llegará un día en que el ego desaparecerá. Estaré totalmente establecido en mi Ser.

La iluminación es un concepto que significa estar totalmente establecido en el Ser que Soy, en la Paz que soy, en el Amor que Soy, habiendo purificado y trascendido todas las perturbaciones mentales (samskaras y vasanas). Cuando llegamos a este estado, ya nada de lo que suceda puede perturbar nuestra paz interior. Somos libres.


El "yo", la persona, el ego, que es lo mismo, cree que tiene libre albedrío pero no es así.
El libre albedrío del que hablamos aquí no es el mismo libre albedrío que por ejemplo: decidir qué ropa ponerme en el día de hoy, o si voy a tomar café o té, o si voy a cenar verduras o pizza.... No se trata de esto, pues el libre albedrío del que se hace referencia aquí es mucho más profundo.

El "yo separado" es una entidad inconsciente; es la misma consciencia (el Ser) creyendo que es alguien, creyendo que es un personaje con una identidad determinada. Es el Ser viviendo un sueño, el sueño de ser alguien.
Este "yo separado" vive como un piloto automático en función de unos hábitos y patrones ya establecidos y unos condicionamientos mentales que va repitiendo una y otra vez, cayendo nuevamente siempre en los mismos "errores".
Es decir, el "yo separado" (el ego) no actúa ante las situaciones de la vida, sino que reacciona. No se para a discernir ante las situaciones, sino que actúa por impulsos.
Reaccionar significa que una persona es impulsada a repetir aquella información que está grabada en su subconsciente, sin ser lo suficientemente consciente de ello y sin tener libre albedrío para poder evitar reaccionar de tal modo.
Por tanto, el ego no tiene libre albedrío, porque se pasa la vida viviendo de manera inconsciente, siendo impulsado a reaccionar según su mente condicionada.

¿Cómo lograr tener libre albedrío?

Para poder dejar de repetir los mismos patrones mentales que hay en nuestro subconsciente, es decir, las huellas que se han ido grabando a lo largo del tiempo, los samskaras, es fundamental dejar de seguir la voz de la mente.
La mente es la principal causa de que realicemos una y otra vez los mismos errores siempre. Otra causa es dejarnos llevar por nuestros impulsos; dejarnos llevar de manera inconsciente.

Cuando empezamos a observar la voz de la mente y hacemos prácticas a lo largo del día para dejar de identificarnos con nuestros pensamientos, (practicamos meditación u otras prácticas para calmar la mente), entonces, empezamos a desapegarnos de ella. Empezamos a ver que hay espacio entre lo que realmente somos y los pensamientos que hay en nuestra mente.
Gracias a este espacio, podemos empezar a tener el poder de nosotros mismos y dejar de permitir que la voz de la mente nos controle y manipule.

Es muy importante tener este espacio entre lo que Soy y mis pensamientos, para no identificarme con ellos. Este espacio es silencio.
Cuando hay espacio y somos conscientes de que no somos nuestros pensamientos, entonces vamos despertando nuestra consciencia, nuestra capacidad de poder elegir; nuestra capacidad de poder discernir y tener libre albedrío.

Cuando podemos discernir y tenemos libre albedrío, dejamos de vivir atrapados por nuestra mente y manipulados por los patrones mentales (samskaras) que hay en nuestro subconsciente. De esta manera, dejamos de reaccionar ante las situaciones de la vida. Entonces, ante un acontecimiento, antes de reaccionar, nos paramos, respiramos y discernimos y elegimos cómo queremos actuar.
Cuando somos conscientes, todas nuestras acciones dejan de ser reacciones y todo aquello que hacemos siempre es para no generar más sufrimiento. Todo aquello que actuamos es con el fin de tener paz interior (el estado más elevado). 
Por tanto, es lógico que si lo que más quiero es tener paz interior, no actuaré generando malestar a mi alrededor.

Lo importante es salir de esta rueda de piloto automático que mantiene a la persona atrapada y presa de sus propios samskaras, reaccionando una y otra vez de manera automática e inconsciente y generando una y otra vez sufrimiento.
Para salir de esta rueda, hay que acallar la mente. Observarla sin estar identificado con ella. Hay que descansar en el Silencio.




Ayurveda, Yoga, Budismo

12 noviembre 2017

REBELACIÓN



La vida te dará guerra...
te dará tanta guerra que tus fuerzas empezarán a flaquear...
y empezarás a estar harto de tanta lucha...
estarás tan harto que comenzarás a estar agotado...
y desearás que todo esto termine...
gritarás con todas tus fuerzas "quiero que esto termine!"...
y ya no podrás más...
todo se empezará a derrumbar...
y no podrás seguir manteniendo el control...
te resistirás una y otra vez... y otra y otra vez...
tu mundo se comenzará a desbordar...
y te sentirás enojado... frustrado... totalmente acabado...
y tus fuerzas flaquearán cada vez más y más...
hasta el punto de gritar "necesito paz!"...
y llorarás y llorarás lleno de impotencia...
rogando por la libertad...

La vida te machacará y machacará...
hasta que ya no te queden fuerzas para luchar...
todo este mundo parecerá un infierno...
de tanto dolor y calamidad...
Y cuando empieces a estar harto de toda esta guerra
llegará un momento en que te rendirás...
y a otro lado comenzarás a mirar...
dejando ir toda lucha y resistencia interna
para descansar en un solo lugar; tu propia paz...
Y te darás cuenta de que el valor de esta paz
es mucho mayor que toda esa guerra mental...
Así que tu único foco de atención
será morar en el silencio de esa paz...
dejando de participar en todo este juego,
yendo en contra de esto o aquello...
y dándote cuenta de que todo es tu propia mente
intentando evitar a toda costa
su propia disolución y su misma muerte.

Camino al Despertar

IDENTIFICACIÓN CON EL PENSAMIENTO



En la mayor parte, nuestro proceso de pensamiento es involuntario, automático y repetitivo. No es más que un proceso mental estático que no cumple ningún propósito real. Estrictamente hablando, no pensamos: el pensamiento es algo que nos sucede.
Cuando decimos "yo pienso", está implícita la voluntad. Implica que podemos escoger qué pensar. Sin embargo, en la mayoría de los casos no sucede así. La digestión sucede, la circulación sucede, el pensamiento sucede.
La voz de la mente tiene vida propia. La mayoría de las personas están a merced de esa voz, lo cual quiere decir que están poseídas por el pensamiento, por la mente.
Y puesto que la mente está condicionada por el pasado, empuja a la persona a revivir el pasado una y otra vez. 
En Oriente utilizan la palabra karma para describir este fenómeno.
No podemos saber eso cuando estamos identificados con esa voz. Si lo supiéramos, dejaríamos de estar poseídos, porque la posesión ocurre cuando confundimos a la entidad poseedora con nosotros mismos, es decir, cuando nos convertimos en ella.

Durante miles de años, la humanidad se ha dejado poseer cada vez más de la mente, sin poder reconocer que esa entidad poseedora no es nuestro Ser. 
Fue a través de la identificación completa con la mente que surgió un falso sentido de identidad: el ego. 
La densidad del ego depende de nuestro grado de identificación con la mente (el pensamiento). 
El pensamiento es apenas un aspecto minúsculo de la totalidad de la conciencia, la totalidad de lo que somos.

El grado de identificación con la mente varía de persona a persona. Algunas personas disfrutan de períodos de libertad, por cortos que sean, y la paz, la alegría y el gusto por la vida que experimentan en esos momentos hacen que valga la pena vivir. Son también los momentos en los cuales afloran la creatividad, el amor y la compasión.

Otras personas permanecen atrapadas en el estado del ego. Viven separadas de sí mismas, de los demás, y del mundo que las rodea. Reflejan la tensión en su rostro, en su ceño fruncido, o en la expresión ausente o fija de su mirada. El pensamiento absorbe la mayor parte de su atención, de tal manera que no ven ni escuchan realmente a los demás.
No están presentes en ninguna situación porque su atención está en el pasado o en el futuro, los cuales existen sólo en la mente como formas de pensamiento.
O se relacionan con los demás a través de algún tipo de personaje al cual representan, de manera que no son ellas mismas. 
La mayoría de las personas viven ajenas a su esencia, algunas hasta tal punto que casi todo el mundo reconoce la "falsedad" de sus comportamientos y sus interacciones, salvo quienes son igualmente falsos y los que están alienados de lo que realmente son.

Eckhart Tolle 
"Una Nueva Tierra"

04 noviembre 2017

SANACIÓN EMOCIONAL



“La norma psicológica dice que cuando no se toma consciencia de una situación interna, sucede a fuera como destino. Es decir, cuando una persona no toma consciencia de sus contradicciones interiores, la realidad forzosamente representará el conflicto”. 
Carl Gustav Jung.

Cada vez que estés ante una persona y te sientes negativo, sea la emoción que sea... y cada vez que estés viviendo una situación concreta que te produzca dolor o cualquier emoción negativa, como la ira, el enojo, la envidia, la intolerancia, el miedo, etc., recuerda que la culpa no es ni de la otra persona ni de la situación... tampoco es culpa tuya.
Simplemente esa persona o situación te están ayudando a que tomes consciencia de tus emociones negativas.
Ellos son un espejo en el que se reflejan emociones que están en tu mente subconsciente y de las cuales no eres consciente. Únicamente puedes ser consciente cuando alguien o algo te lo está reflejando.
Así que, ahora puedes cambiar tu perspectiva de visión y darte cuenta de que nadie ni nada te hace daño a ti. Ellos simplemente te ayudan a que hagas consciente lo que ya está en ti, en tu mente subconsciente. 
El mundo es una expresión de tu mente subconsciente. Y en la parte subconsciente es donde están todas nuestras memorias, los samskaras y todos los condicionamientos mentales y bloqueos emocionales, los cuales deben hacerse conscientes para poder así liberarlos, transmutarlos.

Por tanto, agradece a la vida por mostrarte a través de otras personas o situaciones, todo aquello que debes trabajar en ti mismo para soltar, para liberar, para sanar... pues sólo así puedes realmente darte cuenta de qué es lo que hay en ti, en tu mente subconsciente, que hay que purificar. 

¿Cómo purificarlo?

Trabajando la alquimia emocional. 
Lo más importante es aceptar esas emociones, abrazarlas con amor, sin resistirse a ellas, sin negarlas, sin alejarlas de tu corazón.
Cuando algo no nos gusta o nos causa dolor, lo rechazamos, lo queremos quitar de nuestro corazón, nos resistimos forzosamente para no sentir el dolor, y aquí está el error; en querer sacar de tu corazón aquello que sientes, ese dolor. Y el dolor emocional, cuando no es aceptado, queda enquistado en tu campo electromagnético, impidiendo que la energía del amor fluya correctamente. Ésto, al cabo del tiempo, acabará manifestándose en tu cuerpo físico con unos síntomas determinados; enfermedades, dolores físicos, alergias, etc.

La Vida es Amor, tu verdadera naturaleza es Amor, por tanto, tu mayor objetivo es liberarte de todo aquello que impide el fluir y la manifestación del Amor. 
Todo aquello que no aceptas, que no amas, se va a ir repitiendo en tu vida en forma de sufrimiento, para que aprendas a amarlo y a trascenderlo, y puedas liberarte de todo aquello que oculta la luz de tu Amor, el Amor que ya eres. 
Tu verdadero objetivo como ser humano es la paz interior. Y para ello, debes purificar tu mente subconsciente.

Una de las formas de sanación del dolor emocional es la Alquimia emocional.

Alquimia significa transformar el metal en oro. Por tanto, la alquimia emocional es transformar una emoción de dolor en luz y amor.

Para poder trabajar la Alquimia emocional, es importante primero trabajar la Presencia. Podemos trabajar la Presencia a través de la meditación profunda (el silencio) o la observación (mindfulness) o la auto-indagación (¿Quién soy yo?). 
Una vez hemos trabajado suficientemente la Presencia a lo largo del tiempo, entonces ya podremos trabajar la Alquimia emocional. 
Todo el trabajo de Alquimia emocional debe hacerse desde la presencia, no desde el ego, ya que si estamos identificados con nuestros pensamientos y emociones, no podremos trascenderlos.
Por tanto, para hacer la Alquimia emocional, debo haberme desapegado de mis pensamientos y emociones, debo haberme vaciado de ego y establecerme en mi verdadera naturaleza, la presencia, el silencio.

Estos son los pasos del trabajo de Alquimia emocional, los cuales haremos desde el estado de presencia: 

1. Poner la atención en la emoción que siento.
2. Observar esa emoción y reconocer que ese dolor ya está en mí.
3. Aceptar que está ahí. Sin reprimirlo, sin negarlo, no luchar contra él, simplemente permitir que esté ahí, abrirle las puertas de mi corazón.
4. No identificarme con esa emoción, tan sólo observarla.
5. Permanecer presente, siendo consciente de esa emoción, aceptándola y abrazándola con amor, diciendo la siguiente afirmación: “Miedo, sé que estás aquí, te abrazo con todo mi amor y la luz de mi plena consciencia”.

Por ejemplo: En el momento en que alguna persona o alguna situación me haga sentir una emoción en particular, significa que esa emoción ya estaba en mí y esa persona o situación la despertaron. Siento esa emoción, por ejemplo, dolor. En el momento en que siento dolor, hago una respiración y me enraízo en mi centro, en la presencia que soy. Ahora, observo ese dolor. Puedo ver que hay espacio entre lo que soy y el dolor. No estoy apegado a él, ni identificado con él, simplemente lo observo. Mientras lo observo sin ningún tipo de juicio mental, sin ningún pensamiento, permito que el dolor esté ahí; sin poner resistencia, sin negarlo, sin luchar contra él, sin intentar quitarlo de mi corazón, simplemente permito que esté ahí, lo acepto. Y en el acto de aceptar, lo abrazo con amor diciendo esta afirmación: “Dolor, sé que estás aquí, te abrazo con todo mi amor y la luz de mi plena consciencia”.

Cuando decimos esta afirmación, sintiendo amor en nuestro corazón, estamos abriendo las puertas de nuestro corazón para aceptar tal emoción, para abrazarla con todo nuestro amor. De esta manera, la emoción se transforma en amor, y esto significa transmutación. Así, la emoción negativa se disuelve, desaparece y nos liberamos. Esta liberación es sanación.



Camino al Despertar 

02 noviembre 2017

SEÑALES DE PROGRESO



Mucha gente todavía me pregunta: "Robert, ¿cómo puedo saber si estoy progresando en el sendero? ¿Cómo puedo estar seguro?"
Hay muchas señales. La primera es una sensación de paz, cuando ya no eres perturbado por las condiciones mundanas. El mundo parece continuar. Comienzas a verlo como una imagen, una película. Empiezas a reconocer lo que realmente es el mundo, una expresión de tu propia mente. Y cuando puedes hacer que el mundo nunca te hará daño de nuevo, perderá su poder sobre ti.

Por supuesto, tu cuerpo es parte del mundo y también lo es tu mente. Por lo tanto, tienes que renunciar a éstos también. Cuando no hay pensamientos para el cuerpo, no hay pensamientos para la mente, y no hay pensamientos para el mundo, entonces la acción divina correcta tiene lugar en tu vida y cada cosa se convierte en alegría. Todo se convierte en amor. Sin que pienses en ello, sin deseo, sin necesidad, eres libre.

Otra manera de saber si estás progresando es que ya no eres perturbado por ninguna condición. Es posible que pierdas tu trabajo, puedes perder a un familiar, puedes pasar por diversas experiencias, pero no estás decepcionado, porque puedes ver a través de la experiencia el otro lado. Y el otro lado es el cuarto estado de consciencia, además del sueño profundo, el sueño con sueños y la vigilia. Y en el cuarto estado de consciencia siempre hay felicidad, porque ese es el sustrato de todo lo que ves. 
Una vez más la elección es tuya. Tienes la libertad de identificarte con el mundo o de identificarte con el Ser. No hay nadie, no hay ninguna cosa que pueda hacerte daño o que te perturbe o moleste si centras la atención en Dios o el Ser (Yo Soy).

Sin embargo, la mayoría de la gente no entiende cómo hacer esto. ¿Cómo enfoco mi atención en Dios?
Recordando Yo Soy. Yo Soy es el primer nombre de Dios. Cuando piensas en Yo Soy estás invocando el nombre de Dios y estás enfocando tu atención en Dios. Por lo tanto, cuando tienes algún tipo de problema o algo te molesta, si te sientes de mal humor, si crees que algo está mal, si la guerra te afecta, no tienes que apagar el televisor o cambiar tu entorno o cambiar tus circunstancias, solo tienes que girar hacia adentro e invocar el nombre de Dios, diciendo: "Yo Soy".

En las etapas iniciales, la meditación Yo-soy es muy importante, junto con la respiración. Cuando estás haciendo esto, estás expulsando fuera todas tus falsas nociones, samskaras y el resto de basura, y entras en tu verdadera identidad.

Puedes saber si estás haciendo progresos por lo feliz que eres. Cuando ves que eres feliz sin que ninguna condición te haga feliz, entonces sabes que algo está funcionando. 
Si necesitas algo o a alguien para hacerte feliz, el mismo algo o alguien puede ponerte triste. Cuando la persona que te hace feliz te abandona, te sentirás triste. Cuando la cosa de la que disfrutas te la quitan, te molesta. Por tanto, no dependas de ninguna condición para tu felicidad. La felicidad es tu verdadera naturaleza. Todo lo que tienes que hacer es invocar Yo Soy y ya estás ahí radiantemente feliz.

La gente todavía cree que si se iluminan o despiertan a sí mismos, van a tener que dejar de trabajar o dejar de salir, que sólo van a querer estar con ellos mismos y que no se preocuparán por nada. Al contrario, recuerda que tú no eres tu cuerpo. Tu cuerpo va a continuar y va a hacer lo que vino a hacer aquí, pero no tiene nada que ver contigo.
Y eso es difícil de comprender para algunas personas. Yo no soy mi cuerpo. Tu cuerpo es el cuerpo del mundo y siempre que te identificas con tu cuerpo tienes que identificarte con el mundo, porque el universo es el cuerpo de Dios. Tú eres el microcosmos en el macrocosmos. Tienes que dejar eso o estarás jugando en el mundo, en el universo. 
Puedes adquirir poderes ocultos, puedes hacer todo tipo de cosas con los chakras, pero aún estarás trabajando en la mente. Todas estas cosas tienen que ver con la mente. No juegues a estos juegos, ve más allá de eso. No hay que buscar nada. Porque cuando no buscas, encontrarás; y buscando, perderás. Todo está planeado, todo está predestinado, y todo está de tu parte. No hay absolutamente nada en contra de ti.

Si realmente supieras lo que te está pasando, te alegrarías. Si realmente supieras lo que te está ocurriendo, gritarías de alegría. El universo te ama. Lo que tú llamas Dios te ama. Brahman te ama, porque tú eres eso, el Ser. Por lo tanto, tu naturaleza es el amor. 
Cuando digo que estas cosas te aman, estoy invirtiendo el proceso para hacerte entender que tu naturaleza es el amor. Es tu amor el que crea el universo. Es tu amor el que ama. De lo contrario ¿de dónde vendría? 
Así que, para hacer comprender a la gente que su naturaleza es el amor, les digo que el universo les ama, que Dios les ama.
Pero si piensas en ello, ¿de dónde viene el amor? ¿Hay algún poder fuera de ti mismo que genere este amor? Por supuesto que no. Tú eres el único poder. Tú eres el único amor. No hay nadie fuera de ti. Sin embargo, tú no eres lo que pareces ser. Deja de identificarte con las condiciones mundanas. Cada vez que surge algo, simplemente te dices a ti mismo: "Yo Soy". Y el Yo Soy iniciará el proceso por ti. 
El Yo Soy es como un interruptor; cada vez que te quedes atrapado en el mundo, simplemente enciende el interruptor, diciendo: "Yo Soy". Y de repente, descubrirás que comienzas a perder tu identidad y te fundes en tu propia consciencia.

Cuando digo que te fundes en tu consciencia, no me refiero a que hay una consciencia por un lado y un tú por otro. Lo que quiero decir es que realmente despiertas a tu Ser. Despiertas a tu verdadera naturaleza. No hay una consciencia escondida en algún lugar y tienes que ir a encontrarla, la consciencia eres tú. Basta con dejar de pensar. Aquieta tu mente y comenzarás a brillar. No planees las cosas, olvídate de las metas, olvídate de los deseos, simplemente trabaja en aquietar tu mente. Y a medida que te abres, te despliegas, descubrirás que las cosas están mejorando para ti. La vida parece más brillante, más armoniosa, más amorosa. Esto sucede por sí mismo. Sólo tienes que ralentizar tus pensamientos.

¿Ves alguna diferencia entre esto y la psicología? No estás tratando de resolver tus problemas. No estás tratando de averiguar por qué sucedió algo en tu vida. Estás yendo hacia el otro lado. Estás tratando de aquietarte, apaciguarte, sin palabras, sin pensamientos. Es entonces cuando las cosas suceden. 
Tienes que decidirte en qué dirección deseas ir y darte cuenta de que cuanto más hablador eres, menos vas a despertar, porque el habla es parte del mundo relativo. Se te ha dado la voz para expresar el mundo material. Cuando tu voz se calma, cuando te quedas en silencio, entonces la realidad comienza a brillar por sí misma.
Ahora puedes ver por qué algunos Santos y Sabios se vuelven silenciosos y no hablan durante años y años, tal vez nunca, porque se dan cuenta de que hablar es una pérdida de tiempo.

Sé que algunos de ustedes estarán diciendo: "No puedo funcionar si no hablo. Tengo que expresarme y la gente tiene que saber lo que quiero decir. ¿Cómo puedo trabajar? ¿Cómo puedo relacionarme con mi familia? ¿Cómo puedo hacer nada si no hablo?"
Por supuesto estoy hablando de la quietud mental, del silencio mental. Mientras estoy hablando ahora con ustedes, no estoy en realidad diciendo nada, porque dentro de mí hay silencio, quietud, vacío. Sin embargo, las palabras salen, pero no me afectan.

Esto es lo que quiero decir cuando te digo que tu cuerpo va a continuar su trabajo por sí mismo, sin embargo tú no tienes nada que ver con él. Porque tú me miras y yo parezco ser un cuerpo y parece que estoy hablando, pero no lo hago. No soy un cuerpo y no estoy hablando, pero parece estar haciendo eso, al igual que el mundo parece ser real. 
El hablar y el cuerpo forman parte del mundo relativo, eso es lo que parece, pero a medida que te vuelves silencioso, calmado, quieto por dentro, el mundo comienza a desaparecer. Tu cuerpo desaparece, pero todavía lo ves y todavía ves el mundo. Esa es la paradoja. Yo te veo, te estoy hablando, veo mi cuerpo, sin embargo no existen. Nada existe, pero todo sucede. No hay nadie que haga nada, pero el hacer continúa.

Para saber de lo que estoy hablando tienes que girar hacia dentro. Tienes que verte a ti mismo por lo que eres. Tienes que dejar de pensar que eres Roberto o Jaime o Juan o María o cualquier otra persona y empezar a comprender que eres consciencia. No tienes ninguna forma. No estás limitado. No tienes marcas distintivas. Eres la libertad total, como el aire, como el espacio y sin embargo eres consciente.

Recuerda que la consciencia es consciente de sí misma como realidad absoluta. Así que cuando alguien hace una pregunta: "¿Tengo que renunciar a mi vida para convertirme en la consciencia?". Nunca has tenido una vida a la que renunciar. Eres la consciencia. Pero hasta que no lo experimentas por ti mismo parecerá una tontería, un absurdo. Pero a medida que vienes al Satsang, a medida que comienzas a comprender, a invocar el Yo Soy, a practicar la auto-indagación, a hacerte consciente, a hacer todas estas cosas, el cuerpo comienza a desvanecerse. No quiero decir que te mueras. Quiero decir que mentalmente el cuerpo se desvanece, la mente se desvanece, sin embargo sigues siendo tú, y apareces como humano para todas las personas con las que te asocias. Pero ya sabes lo que eres. El miedo desaparece, porque ¿cómo puede una ilusión hacerte daño? ¿Cómo puede el sueño hacerte daño? No puede. Sin embargo, tienes que comprobar esto por ti mismo.

Los mundos van y vienen. La tierra tiene millones de años de antigüedad. Cada dos años la ciencia nos dice que la tierra y el universo son más viejos de lo que jamás soñamos. Ha habido muchas civilizaciones en esta tierra. Ellas vienen y van. No somos más que otra mota de polvo en el plan universal. Todo el trabajo que has hecho desaparecerá. La persona inteligente empieza a ver que no hay ninguna sustancia detrás del mundo, no hay una causa real y deja de identificarse con las cosas del mundo.
Recuerda que esto no significa que dejes de actuar. Todo ocurre primero mentalmente. Tú te desvinculas mentalmente de todo el universo. Y cuando eso sucede, la mente se desintegra por sí misma. Después de todo, la mente es sólo un conglomerado de pensamientos sobre el pasado y preocupaciones sobre el futuro. Eso es todo lo que es la mente.
Cuando empiezas a reconocer que el mundo es como un sueño, como una burbuja, la mente se vuelve cada vez más débil y un día simplemente se disuelve. Despiertas. Lo llamamos un despertar, y te das cuenta de que yo y mi padre somos uno. Acabas de convertirte en la unidad de toda existencia. Ya no hay ninguna diversidad. Te has convertido en el Ser imperecedero.
Recuerda que cuando digo "tú", me estoy refiriendo a la consciencia que es omnipresencia. Por lo tanto, te has convertido en el Ser del universo. Todo lo que está ocurriendo está ocurriendo dentro de ti mismo. Y miras, observas como miras una película. La película tiene un comienzo, un desarrollo y un final, luego te vas a casa. Así que has ampliado tu consciencia y te das cuenta de que el mundo tiene un comienzo, un desarrollo y un final, y se ha ido. Tú eres al mismo tiempo el mundo y eres la consciencia. Te vuelves libre.

Otra razón por la que no deberías reaccionar ante cualquier condición antes de que esto te suceda, es porque no ves el cuadro completo. Imagina que te despiden de tu empleo. Te sientes molesto. Has estado trabajando durante veinticinco años y ya no tienes un puesto de trabajo. La persona promedio podría llegar a estar muy disgustada. Pero, cuando observas y te das cuenta, estás simplemente mirando a través del ojo de la cerradura y estás viendo limitadamente. Estás limitado, porque sólo puedes ver una parte a través del ojo de la cerradura, y la parte que ves es que te despidieron de tu trabajo. Pero al expandir tu consciencia es como abrir la puerta, y entonces ves una imagen completamente diferente. Ves que kármicamente te mereces haber sido despedido, no importa lo que parezca. Y a medida que avanzas hacia adelante, si nos fijamos veremos que si hubieras permanecido en ese trabajo, el edificio habría estallado, y habrías sido destruido físicamente. Y a medida que sigues mirando verás que nadie muere, nadie es destruido, la vida nunca comenzó y la vida nunca acabará. Ahora puedes ver todo el cuadro.

Es por eso que una persona que está en el camino espiritual gradualmente comienza a expandir su consciencia y la puerta se abre cada vez más. Eres capaz de ver más claramente. Por lo tanto, no te sientes perturbado porque las cosas no son como parecen. El resultado final es que no ocurre nada. Nunca nada comenzó, nada continúa y nada acabará. Tú eres simplemente consciencia dichosa, eres Sat-Chit-Ananda, Parabrahman. Eres un ser divino espiritual. El agua no se puede ahogar y el fuego no se puede quemar. Nunca has nacido, nunca puedes morir. Tu verdadera naturaleza es el Ser. Y el Ser es el Ser de todo. Y todo está bien.





Robert Adams 

01 noviembre 2017

¿QUÉ SON LOS SAMSKARAS Y VASANAS?



Todo tipo de acción, pensamiento o el simple hecho de mencionar tan solo una simple palabra, deja impresiones en el subconsciente y en el alma llamadas samskaras, las cuales influenciarán y matizarán tu naturaleza personal, tu carácter, estado moral o mental, pensamientos, palabras, la forma de responder hacia personas o circunstancias, emociones, actitudes, gustos y disgustos, deseos, sensaciones; en concreto, tu vida misma. Los samskaras son el producto de acciones pasadas, tanto de tu vida actual como de vidas previas y éstas también pueden influir sustancialmente en el éxito o fracaso en numerosos aspectos de tu vida.

Los samskaras pueden definirse como activadores o catalizadores de la conducta humana. Toda actividad en pensamiento, palabra, acción u omisión, así como toda reacción, están influenciadas por nuestros samskaras. Por ejemplo, si fuiste en numerosas vidas pasadas un criminal, entonces en esta encarnación tenderás a comportarse de la misma forma. De igual manera, si en varias vidas previas fuiste una persona que siempre trató de ayudar a los demás, por consiguiente en esta vida sentirás la necesidad de seguir ayudando a los demás.

Los samskaras son impresiones creadas a través de la experiencia, que al acumularse en el alma forman vasanas. La repetición de un mismo tipo de acción crea en ti un hábito o tendencia –vasana-.

Debe entenderse que los pensamientos usualmente generan palabras y acciones. Las palabras y acciones repetidas a menudo forman hábitos, y al repetirse en muchas vidas sucesivas esos hábitos se refuerzan, traduciéndose en tendencias o inclinaciones en nuestra conducta –vasanas-, los cuales nuevamente influencian los procesos de pensamiento y reacciones de la mente, derivando una vez más en acciones.

Cuando uno muere, todos los samskaras y vasanas quedan en tu alma, y al encarnar nuevamente, éstos se manifestarán influenciando tus pensamientos, palabras y acciones. Existen samskaras y vasanas muy arraigados en ti, que son aquellas acciones tanto positivas como negativas, que has repetido en numerosas ocasiones formando fuertes hábitos o tendencias como consecuencia; éstas influenciarán en una forma contundente tu vida misma. Sin embargo si tus samskaras y vasanas fuesen de poco peso, entonces no ejercerán gran influencia sobre ti.

Los samskaras y vasanas, ya sean buenos o malos, transmigran de encarnación en encarnación; no se pueden perder o desaparecer así como así, pues perduran más allá del tiempo y el espacio.

Existen dos vías para restarle fuerza o eliminar definitivamente tus samskaras y vasanas malos. La primera, y que por cierto es la más dinámica y eficaz, es a través de la sumisión a un verdadero Guru, es decir a un ser espiritualmente liberado, con la capacidad de percibir el pasado, presente y futuro de cualquier ser humano y situación. Para lograr una conexión profunda con la Luz de este elevado ser, además de que puedas obtener resultados muy positivos como consecuencia de esta fuerte conexión, el secreto es orar con fe, devoción y abandono hacia este gran ser, además de seguir sus sabios consejos sin cuestionamiento alguno, pues solo así podrás crear y fortalecer una robusta conexión con la Luz de este gran ser, la cual definitivamente actuará en ti. Este elevado ser ayudará a través de su Luz, a eliminar en una forma contundente tus malos samskaras y vasanas y a reforzar todo tu ser.

Otra forma par a eliminar tus malos samskaras y vasanas, es a través de realizar acciones correctas para así neutralizarlos. Por ejemplo, si eres flojo por naturaleza, entonces tendrás que esforzarte al máximo por vencer esta mala tendencia, trabajando con tesón y con ahínco. De esta manera no tan solo contribuyes a eliminar tu mala tendencia, sino que también estás creando un buen hábito –vasana-, que en este caso podría traducirse como el potencial o habilidad para desempeñar un trabajo.

Ejemplos de Samskaras y Vasanas

El karma, es decir tus acciones, es influenciado por tus samskaras, que como ya expliqué son las impresiones que quedan en el alma debido a acciones pasadas; y por tus vasanas, o sea los hábitos o tendencias que has adquirido. Algunas personas presentan tendencias innatas hacia prestar ayuda a otros, así como a realizar constantemente buenas acciones. Estos individuos han construido, en el pasado, vasanas correctos dentro de sus almas. Otros sin embargo, siempre están causando problemas, sienten placer al golpear a sus semejantes o continuamente se están burlando de ellos; esto es debido a que en el pasado han creado vasanas incorrectos. Debemos entender que la mayor parte de nuestro actuar, en pensamiento, palabra o acción, se debe a los hábitos o tendencias que hayamos adquirido, ya sea en esta existencia o en vidas pasadas. Los samskaras y los vasanas tienen una influencia definitiva en tu conducta.

Antonio fue un jugador empedernido de cartas en una encarnación pasada; si en esta vida se reúne nuevamente con jugadores de póker, el podrá mostrar una pasión natural por el juego, aunque jamás haya jugado póker en esta vida; esto es debido a las impresiones que han quedado grabadas en su alma por sus anteriores acciones. Estos samskaras, que en este caso sería el jugar a las cartas en numerosas ocasiones, han creado un vasana, el hábito de jugar.

Carlos fue sacerdote católico en una vida anterior; cuando él llegue a una iglesia, podrá experimentar emociones que lo remitan emotivamente a esa encarnación, pudiendo querer ordenarse una vez más como sacerdote católico.

Así como una persona llena de bondad y amor por los demás, tenderá a mostrar este tipo de cualidades en esta vida o en vidas sucesivas, así mismo un criminal tenderá a manifestar sus cualidades negativas. Si visitas un jardín de niños –kindergarden-, podrás observar claramente los diferentes patrones de conducta que se dan en los niños. Algunos pequeños constantemente causan problemas, mientras que otros son calmados y bien portados. Surgen interrogantes en nuestra mente tales como: ‘¿por qué es este niño tan negativo? ya no lo soporto más,' o ‘Carlitos es un niño tan dulce, tierno y comprensivo que en el futuro seguramente se ordenará como sacerdote, siempre está tratando de ayudar a los demás.' Las diferentes personalidades en la gente están fuertemente influenciadas por sus samskaras y vasanas.

~ Budismo ~ 

28 octubre 2017

TRASCENDIENDO LOS SAMSKARAS



El "yo", la persona, el ego, que es lo mismo, cree que tiene libre albedrío pero no es así.
El libre albedrío del que hablamos aquí no es el mismo libre albedrío que por ejemplo: decidir qué ropa ponerme en el día de hoy, o si voy a beber café o té, o si voy a cenar verduras o pizza.... No se trata de esto, pues el libre albedrío del que se hace referencia aquí es mucho más profundo.

El "yo separado" es una entidad inconsciente; es la misma consciencia (el Ser) creyendo que es alguien, creyendo que es un personaje con una identidad determinada. Es el Ser viviendo un sueño, el sueño de ser alguien.
Este "yo separado" vive como un piloto automático en función de unos hábitos y patrones ya establecidos y unos condicionamientos mentales que va repitiendo una y otra vez, cayendo nuevamente siempre en los mismos "errores".
Es decir, El "yo separado" (el ego) no actúa ante las situaciones de la vida, sino que reacciona. No se para a discernir ante las situaciones, sino que actúa por impulsos.
Reaccionar significa que una persona es impulsada a repetir aquella información que está grabada en su subconsciente, sin ser lo suficientemente consciente de ello y sin tener libre albedrío para poder evitar reaccionar de tal modo
Por tanto, el ego no tiene libre albedrío, porque se pasa la vida viviendo de manera inconsciente, siendo impulsado a reaccionar según su mente condicionada.

¿Cómo lograr tener libre albedrío?
Para poder dejar de repetir los mismos patrones mentales que hay en nuestro subconsciente, - que son las huellas que se han ido grabando a lo largo del tiempo (estas huellas se llaman samskaras) -, es fundamental dejar de seguir la voz de la mente.
La mente es la principal causa de que realicemos una y otra vez los mismos errores siempre. Otra causa es dejarnos llevar por nuestros impulsos; es decir, de manera inconsciente.

Cuando empezamos a observar la voz de la mente y hacemos prácticas a lo largo del día para dejar de identificarnos con nuestros pensamientos, es decir, practicamos meditación u otras prácticas para calmar la mente, entonces, empezamos a desapegarnos de ella. Empezamos a ver que hay espacio entre lo que realmente somos y los pensamientos que hay en nuestra mente.
Gracias a este espacio, podemos empezar a tener el poder de nosotros mismos y dejar de permitir que la voy de la mente nos controle y manipule.

Es muy importante tener este espacio entre lo que Soy y mis pensamientos, para no identificarme con ellos.
Cuando hay espacio y somos conscientes de que no somos nuestros pensamientos, entonces vamos despertando nuestra consciencia, nuestra capacidad de poder elegir; nuestra capacidad de poder discernir y tener libre albedrío.

Cuando podemos discernir y tenemos libre albedrío, entonces, dejamos de vivir atrapados por nuestra mente y manipulados por los patrones mentales (samskaras) que hay en nuestro subconsciente. De esta manera, dejamos de reaccionar ante las situaciones de la vida. Entonces, ante un acontecimiento, antes de actuar, nos paramos, respiramos y discernimos y elegimos cómo queremos actuar.
Cuando somos conscientes, todas nuestras acciones dejan de ser reacciones y todo aquello que hacemos siempre es para no generar más sufrimiento. Todo aquello que actuamos es con el fin de tener paz interior (el estado más elevado). 
Por tanto, es lógico que si lo que más quiero es tener paz interior, no actuaré generando malestar a mi alrededor.

Lo importante es salir de esta rueda de piloto automático que mantiene a la persona atrapada y presa de sus propios samskaras, reaccionando una y otra vez de manera automática e inconsciente y generando una y otra vez sufrimiento.
Y para salir de esta rueda, hay que acallar la mente y observarla sin estar identificado con ella.

Camino al Despertar