26 marzo 2014

EL TRATADO DE PAZ


Con el fin de vivir juntos felizmente y durante mucho tiempo, con el fin de desarrollar y profundizar continuamente nuestro amor y nuestra comprensión, nosotros, los abajo firmantes, prometemos observar y practicar lo siguiente.


Yo, el que está enfadado, estoy de acuerdo en: 

1. Evitar decir o hacer cualquier cosa que pueda provocar más daño o que recrudezca el enojo.
2. No reprimir mi ira.
3. Hacer la práctica de respirar conscientemente y volver a mí mismo para cuidar de mi ira.
4. Con toda serenidad y en el plazo de las próximas veinticuatro horas, comunicar a la persona que me ha hecho enfadar, que estoy enojado y sufro; ya sea verbalmente, o presentándole una nota de paz.
5. Pedirle que nos veamos a finales de semana, por ejemplo el viernes por la noche, ya sea verbalmente o por medio de una nota, para discutir este problema más a fondo.
6. No decir: «No estoy enfadado. No importa. No estoy sufriendo. No hay por qué enfadarse».
7. Observar profundamente mi vida cotidiana, mientras estoy sentado, andando, tendido, trabajando y conduciendo, para ver:

-De qué forma a veces me he comportado con falta de tacto.
-Cómo he herido a la otra persona, por culpa de mi energía habitual.
-Que la vigorosa semilla de la ira que hay en mí, es la causa principal de mi ira.
-Que la otra persona sólo es la causa secundaria.
-Que la otra persona sólo desea aliviar su sufrimiento.
-Que mientras la otra persona sufra, yo no podré ser realmente feliz.

8. Pedirle perdón inmediatamente, sin esperar el viernes por la noche para hacerlo, tan pronto me haya dado cuenta de mi falta de tacto y de atención.
9. Aplazar la cita del viernes, si no me siento lo bastante sereno para encontrarme con la otra persona.


Yo, la persona que ha hecho enfadar a la otra, estoy de acuerdo en:

1. Respetar los sentimientos de la otra persona, no ridiculizarla y darle tiempo suficiente para que se serene.
2. No presionarla para discutirlo inmediatamente.
3. Confirmar su petición de vernos, ya sea verbalmente o por medio de una nota, y hacerle saber que estaré allí.
4. Si puedo pedirle perdón, hacerlo en el acto, sin esperar hasta el viernes por la noche.
5. Hacer la práctica de respirar conscientemente y de observar profundamente para ver que:

-Tengo semillas de ira y crueldad, y además la energía habitual, que me impulsa a hacer infeliz a la otra persona.
-He creído erróneamente que haciendo sufrir a la otra persona, aliviaría mi propio sufrimiento.
-Al hacer sufrir a la otra persona, me he hecho sufrir a mí mismo.

6. Pedirle perdón tan pronto me haya dado cuenta de mi falta de tacto y atención, sin intentar justificarme y sin esperar hasta el viernes por la noche para hacerlo.

Thich Nhat Hanh