Cuando te sientas en meditación silenciosa y miras tus pensamientos, observa cómo van y vienen. Observa el tipo de pensamientos que vienen a ti. No tratamos de cambiarlos. No repetimos afirmaciones. Simplemente observa los pensamientos y se irán por su propia cuenta.
Esta es la forma de tratar con la mente. Observa tus pensamientos, conviértete en el testigo de tus pensamientos o pregúntate, "¿A quién vienen estos pensamientos?"
Si haces esto con regularidad, llegará el día en que serás totalmente libre y te darás cuenta y entenderás lo que quiero decir cuando digo: "Tú eres no-nacido, tú eres el nirvana, vacuidad".
Todo es no-nacido. Nada existe realmente y la única explicación es, es como un sueño.
Cuando tienes un sueño, ¿le das nacimiento a todo?
El sueño simplemente comienza, con todo lo que aparece. Tu no lo inicias, o lo terminas. El sueño simplemente comienza de la nada y continúa hasta que te despiertas.
Todas las cosas que te interesan, todos tus temores, todas tus frustraciones, bienes y males, todas tus alegrías y tristezas, es todo un sueño. Y cuanto más te apegas a él, más humano te vuelves.
Es como estar apegado a un sueño del que nunca despiertas y sigues viviendo el sueño. Por consiguiente, creas tu propia reencarnación, porque estás apegado a la persona, lugar y cosa. Y esto te atrae de nuevo a un cuerpo, una y otra y otra vez hasta que aprendes a soltar, hasta que empiezas a practicar, la vacuidad.
Por lo tanto te haces la pregunta: "Entonces ¿existo yo?"
Tienes que preguntarte: "¿Qué quiero decir con yo? ¿Existo como un ser humano? ¿Como mecanismo que reacciona? ¿Como una persona que se enciende y se apaga?"
Puedes preguntar, "¿Qué soy, nada?"
No, la vacuidad no es nada (ninguna cosa). Se llama vacuidad porque significa que nada existe como aparece. Pero hay algo, una fuerza misteriosa que es la encarnación del amor, compasión, paz, felicidad, alegría, dicha. Sin embargo, esas palabras no tienen sentido. No le hacen justicia porque hay mucho más detrás de eso. Tienes que experimentarlo para entenderlo. Tienes que experimentar para ir más allá de la causa.
Basta decir, que tú como tú, existes ahora como vacuidad plena. Eres inteligencia pura, conciencia pura, la realidad absoluta, el nirvana. ¡Justo como eres ahora mismo! No pienses en ello, si piensas en ello lo echas a perder, justo como eres en este momento. Tú eres inteligencia pura, realidad absoluta, tú eres lo no nacido, pero cada vez que viene un pensamiento a tu mente lo echas a perder.
Un gran Maestro dijo: "No os preocupéis por lo que debéis comer, por lo que debéis vestir, adónde debéis ir, sino buscad primero el reino de los cielos y todas estas cosas se os darán por añadidura".
Pero, ¿con qué frecuencia piensas?
La mayoría de la gente piensa a cada momento, siempre estás pensando, preocupado, tratando de corregir algo, tratando de entenderlo. Y eso es lo que evita el reino de los cielos.
Entonces, ¿qué hacer?, nada. No trates de arreglar nada. Ni siquiera trates de cambiar. Simplemente que seas tu Ser, tal y como eres en realidad. Deja el mundo solo. Deja las cosas solas, deja la gente sola.
Así que dices, "¿Cómo puedo existir? ¿Tengo que ir a trabajar? ¿Tengo que mezclarme con la gente? ¿Tengo que tomar decisiones?" No tengas miedo. Harás todas esas cosas, pero será diferente. Comprenderás totalmente que tú no eres el hacedor.
Tu cuerpo vino a esta tierra para hacer algo y hará su tarea. Tú no tienes absolutamente nada que ver con eso. Deja de luchar, deja de intentar hacer que las cosas sucedan, mantén tu mente en tu Ser.
¿Qué quiero decir cuando digo: "Mantén tu mente en ti mismo?" Tu verdadero Ser es tu corazón. No tu corazón humano, sino tu corazón espiritual. Tu corazón es Dios. Mantén tu mente establecida en Dios en tu corazón.
En otras palabras, no dejes que tu atención vaya hacia el exterior. Cuando tu atención se dirige al exterior, se producen condiciones. Cuando mantienes tu atención centrada en tu corazón, de repente encuentras la paz, la felicidad pura viene por sí misma.
Tenemos que dejar que el poder que no entendemos cuide de nosotros. Este poder misterioso sabe cuáles son tus necesidades.
Recuerdo la primera vez que vi una foto de Ramana Maharshi en mi adolescencia y tenía que ir a la India a verlo. No tenía ni idea de cómo, ¿por qué? No tenía dinero. Un par de meses más tarde, mi tía murió y me dejó catorce mil dólares. Y dejé a mi familia y me fui a la India. No sé por qué. Y ha sido así toda mi vida.
Así que he aprendido a entregar mis necesidades, mis deseos, mi ego, al poder que conoce el camino. Y este poder siempre te llevará sobre un torrente de bienaventuranza para tu mayor bien, si lo permites. Pero tienes que ser humilde y tienes que abandonar el miedo. Haces esto mediante estos métodos que enseñamos, a través de la auto-indagación y siendo el testigo.
Robert Adams