Todo lo que vemos es una ilusión óptica. Esto es por lo que el mundo es una broma, una broma cósmica. Porque lo único permanente en el mundo es el cambio. Todo cambia continuamente en este mundo, sobre todo tus pensamientos. Tú ya lo sabes, un minuto estás pensando una cosa y al minuto siguiente estás pensando en otra cosa. Y de alguna manera, si quieres encontrar la libertad y la liberación en esta vida, tienes que ralentizar tu mente y parar tus pensamientos. Son tus pensamientos los que te mantienen en la esclavitud. La única cosa en que tus pensamientos piensan, es en el pasado y en el futuro. Pero de alguna manera tienes que llegar a estar centrado en el momento presente y llegar a ser totalmente espontáneo. Es sólo cuando los pensamientos paran, cuando cesan, que la mente deja de moverse. Y cuando la mente deja de moverse, todo el karma cesa. Son esos mismos pensamientos los que te mantienen alejado de tu mayor bien. Si fueras capaz de parar tu mente de pensar, un poder misterioso se haría cargo de todo y descubrirías que por no pensar estás en una mejor posición como nunca has estado en tu vida. Te corresponde a ti girar la mente dentro de sí misma. Cuando la mente se vuelve hacia sí misma, reposa automáticamente en el centro del corazón y el centro del corazón no es más que la consciencia. La consciencia es tu verdadera naturaleza. La consciencia es omnipresencia. Entonces te conviertes como en una pantalla gigante. Una pantalla de cine universal gigante. Y todas las imágenes del mundo y el universo se superponen sobre ti. Despiertas al hecho de que eres la pantalla. Y la pantalla es la consciencia pura. Y te das cuenta de que todo es una proyección de tu mente. Que todo es el Ser. Y puedes decir sinceramente: "Todo lo que contemplo es el Ser, y yo soy Eso". Robert Adams
Nunca permitas que nadie, absolutamente nadie, perturbe tu paz y tu libertad. Cada vez que permites que alguien te maltrate, ya sea física, verbal o emocionalmente, estás permitiendo que perturbe tu paz y tu libertad, y por tanto, no aprendes la lección y ésta se va a ir repitiendo una y otra vez, con distintos escenarios y personas. Nunca perturbes la paz y la libertad de otra persona, animal, la naturaleza, la madre Tierra, etc... Todo está vivo, y todo debe ser respetado. Mientras perturbes la paz y libertad de otro ser sintiente, estás generando sufrimiento y karma, que se te devolverá en su momento; experimentarás el mismo sufrimiento que generaste, como ley de equilibrio y consecuencia. El amor incondicional no se trata de decir a todo que Sí... No se trata de permitir todo... No se trata de que los demás perturben tu paz y tu libertad y tú no les pares los pies o te alejes de ellos... El amor incondicional te enseña a saber decir "No" cuando alguien está perturbando tu libertad. Busca siempre tu equilibrio... aprende a saber decir "No" y a alejarte de todo aquello y todos aquellos que no te respetan y que actúan manipulándote para que seas su esclavo. Por otro lado, aprende a respetar la opinión de los demás, sobretodo de tus seres queridos... No quieras que ellos sean como tú quieres, y no quieras que hagan lo que tú deseas; respeta su paz, su libertad, y la vida te respetará a ti. Pero recuerda, aquél que no se respeta a sí mismo, no sabe respetar a los demás y permite que no le respeten. Empieza por ti.
Toma unos minutos para estar a solas contigo mismo... Con tres respiraciones profundas, relájate y adéntrate en tu interior... puedes cerrar los ojos si lo deseas. Ahora, recuerda una situación concreta o una persona que te haya generado una emoción negativa. También pueden ser varias emociones negativas, como por ejemplo, el enojo, la rabia, ira, rencor, resentimiento, odio, cólera, miedo, tristeza, etc... A continuación, pregúntate: "¿Quién siente esta emoción?". Permanece unos segundos en silencio, auto-indagando en quién siente la emoción... Tu respuesta será "yo"... Pero, ¿quién es este "yo"?... Contempla esto... contempla quién es este "yo" que siente esa emoción negativa o de dolor... Ahora pregúntate: "¿Soy consciente de esto?". Permanece unos segundos más en silencio, auto-indagando en si eres consciente de este "yo" que siente la emoción negativa... La respuesta será "si, soy consciente". Si no fueras consciente, no te darías cuenta de nada de esto, estarías totalmente ausente... Y a continuación, pregúntate: "¿Quién es el que es consciente?" Toma unos segundos en silencio para auto-indagar en quién es consciente del "yo" que siente la emoción negativa... Te darás cuenta de que responderás: "Yo soy consciente". Entonces, hay dos yoes; el "yo" que siente la emoción y el "Yo" que es consciente del "yo" que siente la emoción... Por tanto, ¿cuál de los dos yoes eres tú?... Contempla eso... Estás cambiando el modo de ver las cosas... estás cambiando tu foco de atención y te estás dando cuenta de que tú eres dos yoes, pero uno de ellos es real y el otro es ficticio, ¿cuál?... El "yo" que siente la emoción es tu identidad, es la identificación con el cuerpo-mente y su historia, el cual ha experimentado una situación concreta y de ahí ha surgido una emoción. Es el ego o también llamado "yo separado". Todo esto forma parte de la historia, de la película, por tanto es ficticio. El "Yo" que está más allá de la historia, y está todo el tiempo observando la misma, es consciente de todo lo que sucede, es un "Yo" que no puede ser nombrado, no puede ser descrito, pues es eso que no tiene nombre ni forma y que está más allá de lo que acontece, pero siempre está presente como contemplador. Este "Yo" eres Tú, tu verdadera naturaleza, es Conciencia. Ahora puedes ver claramente que no eres el personaje que está implicado en la historia... que esa emoción que sientes no es tuya, forma parte de la misma historia... pero al estar identificado con esa historia, al estar apegado, creas dolor y sufrimiento. Tú eres eso que está más allá de la historia y que siempre se da cuenta, que siempre es consciente. Pongamos un ejemplo: Imagina la pantalla de un cine, y en la pantalla aparecen unas imágenes; un bosque que se está quemando. Los árboles se queman, pero ¿se quema la pantalla?... La pantalla no se quema, pues no forma parte de la película. La pantalla nunca es afectada por las imágenes o película. Tú, Presencia Consciente, eres la pantalla, en la cual hay una historia. Pero tú no eres afectado por lo que sucede en esa historia, no puedes ser tocado... ni herido... Por tanto, no sientes dolor ni sufrimiento. Únicamente siente dolor y sufrimiento el personaje que está involucrado en la historia, el ego. Mientras nos identifiquemos con un personaje que vive una historia, sentiremos dolor y sufriremos, pero si cambiamos nuestro punto de vista y enfocamos nuestra atención a Eso que está más allá y que siempre es consciente de todo lo que acontece, y reposamos como Consciencia Yo Soy, entonces nada ni nadie podrá afectarnos ni alterarnos, no hay sufrimiento, solo paz. Ahora que puedes ver claramente que Tú eres Presencia Consciente, observa esa emoción que siente el "yo separado" que vive la historia... únicamente observa intensamente esa emoción... verás que desaparece... se disuelve en la nada... se transmuta en luz... Camino al Despertar
El Despertar es un proceso; una combinación de fases o
etapas que debemos experimentar.
Hay una fase previa a la primera experiencia de despertar,
la cual se experimenta normalmente antes de iniciar la búsqueda espiritual. Esta
fase previa es caracterizada por la experimentación de una crisis; una etapa en
la que hay mucho sufrimiento.
¿Por qué esta crisis? ¿Por qué tanto sufrimiento?...
Si nunca has sentido odio o tristeza, no sabrías lo que es
el amor o la felicidad. Aprendemos a través de los opuestos. Si estuviéramos
todos despiertos y divinos, no sabríamos qué es la Divinidad, no sabríamos
absolutamente nada. En el estado original, no sabemos absolutamente nada, porque
no hay nada más que saber, ya somos Todo.
El propósito de la existencia humana es despertar a su
verdadera naturaleza, y esto lo hace a través de la dualidad; experimentar los
opuestos.
Esta etapa de crisis y sufrimiento es la rebelión de la
identidad separada, es decir, el ego, el “yo”.
De repente, y sin saber porqué, nos sentimos aterrorizados,
llenos de miedo. Hay algo amenazante y no sabemos qué es. Nos sentimos
perdidos, mucha soledad, sentimos ansiedad, tristeza profunda, depresión, sensación
de irrealidad, y muchas ganas de llorar. Algunas veces experimentamos crisis
nerviosas, con taquicardias; se nos dispara el corazón y éste va a 200 por
hora. Tiembla todo nuestro cuerpo, sentimos que hemos perdido el juicio y que estamos
enloqueciendo y creemos que vamos a morir. ¿Qué nos está sucediendo?...
La respuesta a todo esto es el miedo.
¿Miedo a qué?...
En el proceso previo del despertar, la persona o el “yo”,
que es la identidad ilusoria que surge cuando la Conciencia se
identifica con el cuerpo-mente y su historia, se siente amenazado de muerte. ¿Por
qué?...
Para poder saber la respuesta, primero hemos de comprender
cómo es la experiencia de despertar.
Despertar es el reconocimiento de nuestra verdadera
naturaleza. Es decir, la
Conciencia despierta de su sueño ilusorio, de su
identificación con el cuerpo-mente y se reconoce a sí misma como algo que está
más allá de éste. Algo que no está manifestado, algo que no es físico, no es
limitado, ni mortal. La
Conciencia se reconoce a sí misma desde este cuerpo-mente
individual, el cual consideraba que era “yo”, dándose cuenta de que es tan solo
espacio-silencio-consciente, en el cual todo sucede.
Cuando la
Conciencia se manifiesta en cuerpos-mentes, en materia
física, se identifica con cada uno de los cuerpos-mentes, y surge una
identidad; la Conciencia
cree que es el cuerpo-mente y su historia. De aquí surge el ego, la
identificación; un falso “yo” con una identidad y personalidad definida, que se
cree separado del resto. A esta identificación la llamamos el “yo separado”.
En el despertar, la Conciencia se da cuenta de que no es este “yo
separado”, sino que es aquello no-manifestado que está más allá y que es
consciente de todo. Con este reconocimiento, el “yo separado” se disuelve,
muere, desaparece quedando únicamente la sensación de presencia consciente.
Por tanto, ahora podemos comprender el porqué la identidad
separada, el ego, se ve amenazada ante el despertar de la conciencia, ya que
muere, se disuelve.
Hablemos de esta etapa oscura que experimenta el “yo separado”:
Durante la etapa previa al despertar, hay miedo, mucho
miedo… hay pánico…
Está saliendo a la superficie una gran cantidad de carga emocional
del subconsciente.
Durante este proceso, es cuando se inicia la búsqueda
espiritual. Aparece la pregunta “¿quién soy yo?” y el fuerte anhelo por lograr
el fin de todo este sufrimiento.
Con toda esta carga emocional que sale a flote, la
desesperación se apodera de nosotros y buscamos ayuda en nuestros seres
queridos, los cuales no comprenden qué es lo que nos está sucediendo, y se
preocupan por nosotros.
Al no saber qué nos está ocurriendo, recurrimos al médico,
el cual nos dice que no estamos enfermos. Seguimos sin comprender qué nos está
sucediendo y empezamos a leer libros espirituales, acudir a charlas de maestros
iluminados, y a emprender una búsqueda para poner fin a nuestro sufrimiento y
lograr la liberación.
Durante esta etapa oscura de sufrimiento y crisis de
identidad, sentimos como si todo se estuviera desmoronando, perdemos el control
y tenemos una absoluta creencia de que vamos a morir. El dolor emocional es muy
intenso y hay mucho sufrimiento y desesperación. Todo esto es a causa del
miedo; el miedo a morir.
Al emprender la búsqueda espiritual, empezamos a encontrar
alivio y a adquirir una comprensión más profunda de nuestro estado o situación
personal.
Todo esto es parte de este proceso de Despertar la Conciencia. Las
sombras están emergiendo a la superficie.
Las personas quieren ver sólo su lado brillante. Y esto es
maravilloso. Pero también, a menudo las sombras emergen.
Esta sombra que es temerosa, asustadiza, y que es
básicamente la fuerza que hay dentro de uno negando la vida, esta sombra es el
miedo.
Todo este sufrimiento es debido a esa parte que dice “no” y
que se resiste completamente al fluir de lo que es.
Y esta fuerza se arrastra hacia la superficie durante el
proceso del Despertar.
Así pues, el hecho de que esta sombra haya sido arrastrada a
la superficie, no significa que algo haya salido mal, aunque puedes sentirlo
así. No significa que hayas cometido ningún error, aunque aparentemente puedas
sentirlo así. Simplemente significa que nuestras emociones reprimidas que han
sido dejadas de lado en una parte del subconsciente, ahora comienzan a emerger,
empiezan a aflorar a la superficie.
Y estas emociones son como una identidad que nos amenaza.
Esta identidad utiliza el miedo, la amenaza y la agresión. E intenta
descarrilarnos del proceso del despertar de la conciencia. Entonces, genera
miedo, ansiedad, depresión, y una sensación de amenaza interna que te hace
creer que algo terrible va a suceder.
¿Qué hacer en estos casos?
Lo que le encanta a esta energía interior, a esta energía de
miedo, es una lucha, una guerra. Le encanta que intentes deshacerte de él.
Es el mismo miedo el que te incita para que te pongas en
guerra con el miedo. Porque él se alimenta de eso.
Le encanta que intentes deshacerte de él, que trates de
trascenderlo, que trates de ir más allá de él.
Cualquier relación con esta identidad amenazadora, que de
alguna manera está basada en el conflicto o la negación, le encanta el miedo;
le encanta que tengas miedo porque se alimenta de él.
Cuanto más intentas no tener miedo, más miedo sientes. Cuanto
más intentas no estar ansioso, más ansiedad sientes. Por tanto, se alimenta de
sí mismo.
Sin embargo, cuando permites que el miedo esté ahí, que esto
significa aceptación, y le concedes el permiso total para existir en este
momento, entonces, el miedo no sabe qué hacer.
Si peleas contra él, si te resistes, te sentirás abrumado
por él, y tendrá poder sobre ti.
Te sentirás incapacitado para salir de esta terrible
situación. Tendrás la sensación de que el miedo aparenta ser tan grande e
inmenso, que creerás que es imposible permitirle Ser.
Permitirle ser, también significa ser completamente honesto
contigo mismo: “Tengo miedo, estoy asustado, siento ansiedad”.
Porque cuando eres completamente honesto contigo mismo, esto
conlleva un efecto.
Casi siempre estamos tratando de cambiar nuestra experiencia
si no es placentera. A esto es a lo que me refiero cuando digo que le des permiso
para Ser. Reconoce que está ahí. Simplemente permite que esté ahí.
Por tanto, siente el miedo, siente la ansiedad, permite que
estén aquí, acéptalos y no pongas resistencia, no luches contra estas
emociones, tan solo déjalas ser.
Es muy común, que cuando estás al borde de ver algo
verdaderamente profundo, todo el miedo, toda la sombra que se encuentra en tu
interior, se reúna con rapidez y poder para apoyarse entre sí ante la
conciencia.
Reunirá todas sus fuerzas y tú te preguntarás: "¿de
dónde ha salido esto?, antes no estaba aquí". Y se presentará de una
manera muy poderosa y abrumadora.
Y tiendes a pensar: "no puedo con esto, me voy a volver
loco, nunca saldré de esto, quiero volver a sentirme como antes".
Es como que todas las fuerzas de la ilusión son reunidas
para asegurarse de que no veas lo que estás al borde de ver.
Esta es la oscuridad antes del amanecer.
A pesar de creer que las cosas no están bien, en realidad
todo está bien y esto es un proceso natural del Despertar.
Una vez que has experimentado esto unas cuantas veces, te
das cuenta de que puedes estar bien con esto. Y abandonas esa preocupación
porque reconoces que simplemente es así como esto funciona.
Las fuerzas de la ilusión, se reúnen todas dentro de ti por
lo general cuando una conciencia más profunda está a punto de hacerse presente.
No lo tomes como algo malo, porque ése es el principal
problema. Cuando la gente experimenta el miedo, se dicen a si mismos:
"algo anda mal aquí". Sientes un gran miedo, un pánico terrible, ansiedad,
amenaza, depresión, sientes como si estuvieras en un túnel oscuro sin salida y
no puedes soportar permanecer así, ya que no te encuentras bien y deseas que
todo vuelva a ser como antes.
Pero hablando espiritualmente, te puedo decir que muy a
menudo, cuando se tienen este tipo de emociones y experiencias, no significa
que algo vaya mal, sino que significa que algo está empezando a ir bien.
El ego, la falsa identidad creada cuando nos identificamos
con el cuerpo-mente, se siente amenazado y comienza a manifestarse y a hacer
aflorar a la superficie todas estas emociones tan negativas y destructivas de
miedo, pánico y ansiedad.
No creas que todas las ilusiones de tu interior se van a
rendir fácilmente. Podría ser que sí, pero muy a menudo será como tratar de
forzar a abrir los dedos de la mano de alguien que ha estado aferrado a la rama
de un árbol durante mucho tiempo, y cree que si se libera de ella, caerá del
árbol y acabará aplastado contra el suelo.
Esto es todo lo que está sucediendo; has permanecido
aferrado a una creencia de que eres un "yo" con una identidad, un
cuerpo, una personalidad y su historia. Y ahora este "yo" se siente
amenazado por lo que está por venir; el despertar de la conciencia. Y con ello,
el fin de esta identidad, la muerte del "yo". Por eso se revela lleno
de temor, amenaza y ansiedad.
Es la guerra interna entre el “bien” y el “mal”, entre la
luz y la oscuridad, entre la conciencia y la inconsciencia que existe en el
interior de cada ser humano. Y esta guerra interna, es la resistencia, por
parte de la identidad separada, a desaparecer.
Pero esto pasará.
Cuanta más resistencia pongas, más tiempo tardarás en salir
de este estado de dolor.
Por el contrario, cuanto más aceptes esta situación y permitas
que esté ahí, y la comprendas como un proceso natural del camino del despertar,
más pronto lograrás trascender esto y volver a sentirte en paz.
Acepta tu estado, tu situación. Permite que el dolor esté
ahí. Deja de poner resistencia y ríndete. Ríndete ante lo que es. Deja de
luchar; relájate con plena confianza en este proceso de despertar. Suéltate de
dónde estás aferrado y déjate caer con total seguridad y confianza para
disolverte en la Conciencia Una,
el Todo.
Y experimentarás el reconocimiento de tu verdadera
naturaleza. Experimentarás el Despertar. Y cada vez que tengas una conexión con
tu verdadera esencia, sentirás una gran sensación de paz, de bienestar y de
apertura de corazón.
Absolutamente todo lo que está sucediendo en el mundo, está bien, es perfecto. Cada una de las cosas, y seres que habitan en este y otros planetas y dimensiones, son manifestaciones de la Conciencia Absoluta. Nada está fuera de la Conciencia, ya que la Conciencia lo es todo; es el espacio-silencio en el cual todo surge y acontece. Si todo es Conciencia, entonces ¿porqué hay tanta maldad y tanto sufrimiento en el mundo? La respuesta es muy sencilla: porque no puede haber paz y felicidad sin haber experimentado antes el dolor y el sufrimiento. La Conciencia crea la dualidad, los opuestos, para experimentarse a sí misma a través de dichas polaridades. No hay ningún objetivo en ello, ningún fin. La Conciencia ya es consciente de si misma, pero en su juego de la experimentación, juega al olvidarse a sí misma, para volver a reconocerse como lo que es. Y este reconocimiento lo hace a través de la estructura humana. Al menos en nuestro mundo. La Conciencia es la que emprende este juego divino de crear formas y estructuras diferentes; siendo cada forma y cada estructura, conciencia manifestada. Posteriormente, en cada una de sus formas y estructuras, se identifica con su propio cuerpo-mente individual creado, y en esa identificación, se sumerge tan intensamente en las distracciones mentales y externas, que se olvida de sí misma. Como ocurre en todos los movimientos existentes aquí en la existencia manifestada; un movimiento de expansión y retroceso, como por ejemplo el nacimiento y la muerte del cuerpo físico, la inhalación y exhalación de la respiración, etc, la Conciencia también sigue su propio movimiento de expansión y retroceso. Por tanto, crea el mundo manifestado para jugar al juego del olvido y al movimiento de expansión y retroceso. Todo lo que está sucediendo en el mundo, no es ni malo ni bueno, es lo que tiene que suceder. Todo es perfecto y forma parte del juego de la Conciencia. Es necesario experimentar una etapa de crisis, dolor y sufrimiento, antes del Despertar, del Reconocimiento de sí misma. Porque sin los opuestos, no habría Despertar. Bajo esa etapa de crisis y sufrimiento, todo deviene conforme a la ley del karma, que es la ley del equilibrio. Toda energía debe volver al equilibrio. Por tanto, todo lo que cada ser emita, lo experimentará de vuelta en el mundo manifestado. No existen culpables, no hay nada que esté yendo mal, cada experiencia que la vida te pone delante, es una consecuencia de tu propia responsabilidad. Si en el pasado (o vidas pasadas) has infligido dolor a otros, eso se te devolverá y experimentarás dicho dolor. Así actúa la ley del equilibrio. La humanidad se ha alejado demasiado de su centro. Se ha olvidado completamente de la divinidad que hay en su interior. No hay equilibrio, solo una atención permanente en el exterior, olvidando mayoritariamente poner su atención en el corazón. Pero todo esto es parte del juego de la Conciencia. El trabajo de cada ser humano es ir hacia dentro, poner atención al interior, al corazón y ejercer la práctica del Silencio. El propósito del ser humano, es despertar la conciencia. Y para ello, debe vivir una etapa de dolor y oscuridad... Solo experimentando la dualidad, habrá despertar. Camino al Despertar