La Conciencia siempre es... absolutamente todo surge de ella... todo lo que es manifestado, es una expresión de ella... La Conciencia es la Realidad Absoluta... es aquello que percibe permanentemente, es aquello que es consciente en cada momento... La Conciencia no es tiempo... el tiempo surge de ella cuando aparece el pensamiento... Todo es una modulación de la Conciencia... recreándose a sí misma en formas y más formas... Cuerpo, mente, todo es Conciencia... no hay nada que sea fuera de ella... ¿Qué es realidad? ¿qué es ilusión?... La realidad es la Conciencia y toda manifestación de ella... la ilusión es cuando surge la identificación, una falsa identidad, creyendo que eres alguien... entonces caes en la ilusión... la distorsión de la misma realidad, de la misma Conciencia... ¿Puede algo ser fuera de este momento?... Nada real puede ser fuera de este instante mismo... todo lo que es fuera de este "ahora", es falso, es ilusorio... y pertenece al pensamiento... Todo lo único verdadero que existe eres Tú... espacio infinito e ilimitado consciente de todo... algo que no puede ser medido, no puede ser pensado... algo que no tiene forma y que permanece siempre calmado... Y todo se desarrolla en función de tu visión de enfoque... cuando tu atención está en las formas, duermes... cuando tu atención está en la presencia, despiertas... Por tanto, lo importante es dónde pones tu atención... la clave es mantenerte en silencio, poniendo tu atención en el propio observar... pues mientras sepas que tú eres aquello que observa, aquello que percibe, aquello que experimenta, verás que todo lo demás es también tu misma esencia. Camino al Despertar
La ansiedad se origina cuando hay un desequilibrio interno, y la mayoría de las veces es un desequilibrio emocional. Las emociones se forman cuando nos identificamos con nuestros pensamientos. Cuando sentimos ansiedad, ésta puede ser debido a las siguientes causas: 1. Podemos sentir ansiedad cuando no permanecemos en este momento y estamos impacientes por el siguiente momento que le sigue al presente. Pero esta clase de ansiedad, puede hacernos sentir mal, pero no hay sufrimiento intenso, puesto que no hay amenaza alguna. 2. La otra causa de ansiedad surge cuando el "yo personal", es decir, nuestro ego, se siente amenazado. Es muy normal sentir ansiedad durante la búsqueda del despertar espiritual, ya que aprender a permanecer en el momento presente, en el estado de Presencia Consciente, significa la muerte del pasado y del futuro... la muerte de la identificación, el "yo personal"... y, por tanto, la muerte del ego. Por eso el ego -que no es más que la identificación que hemos creado de que somos un falso ser con una identidad propia (el ego es el "yo personal" o también llamado el "yo separado")-, se siente amenazado por su muerte. En este segundo punto, cuando la ansiedad es causada por amenaza de muerte del "yo personal" (la identidad, el ego), aquí sí hay muchísimo sufrimiento. El "yo personal" se resistirá de manera incrementada, y será tan grande la resistencia, que conllevará a una lucha interna. La resistencia es una falta de aceptación de lo que es, es remar contracorriente en un fluir de la vida, el cual, va en una dirección. Y al resistirte a ir a esa misma dirección, sufres porque el grado de lucha interna es realmente grande. Por tanto, si estás en el camino espiritual y dando tus primeros pasos con el aprendizaje de la práctica de meditación, al principio sentirás mucha ansiedad, miedo, ya que tu identidad de "yo personal" puede desaparecer, puede morir. Lo que hay que hacer, por supuesto NO es dejar la práctica, sino digerir esta comprensión de que para lograr la iluminación -la cual es la muerte de la identificación (del ego, del "yo")-, únicamente debes relajar tal resistencia interna y rendirte completamente a lo que es con total confianza. Date cuenta, de que lo que más anhela tu alma es el Despertar Espiritual, pero lo que menos desea tu identidad, el "yo", es desaparecer, por esto mismo, surge la resistencia interna. Debes CONFIAR EN LA VIDA, DEJAR TODO EN MANOS DE ELLA, RENDIRTE A LO QUE ES... Al principio puede costar mucho, ya que el miedo no es fácil de trascender. Pero a medida que avances en tu práctica espiritual, habrá días que te sentirás tan bien, con tanta paz, que posteriormente volverás a anhelar sentir esta paz y bienestar. Poquito a poco, irás adquiriendo experiencia, y con ella, seguridad. Y con seguridad, el miedo se reduce, y por tanto, la amenaza será cada vez más sutil... hasta que llegue un día en el que habrá desaparecido por completo. Camino al Despertar
Quejarse es una falta de aceptación de lo que es. Lleva una carga negativa inconsciente. Cuando te quejas, te conviertes en una víctima. Y esto es inconsciencia. Cada persona actúa de acuerdo a su nivel de conciencia. Cuando una persona te miente, por ejemplo, y a ti te duele, lo que te duele es el ego. Es decir, te lo tomas como algo personal y por eso te duele. La persona que te miente, actúa según su nivel de conciencia. Esto no significa que esa persona te haya escogido a ti para mentirte, sino que también mentirá a otras personas. La interpretación de tu ego es: "Esa persona me ha mentido a mi. Me ha traicionado a mi". En realidad, la persona que ha mentido, no ha podido evitar hacerlo. Uno de los cuatro acuerdos dice "no te tomes nada personalmente". Y ésta es una gran recomendación. Así que, manténte al margen. Esa persona mintió porque era su nivel de conciencia en ese momento, y su condicionamiento particular lo hacen mentir. Puede que ni siquiera se dé cuenta de que lo está haciendo. Puede que se esté creyendo sus propias mentiras. O quizás allá, muy en el fondo de su mente, sabe que no es verdad. Pero está tan oculto en su identificación con su mente y con las palabras que salen de su boca, que termina creyéndose sus propias mentiras. Eso pierde fuerza cuando te das cuenta de que cada ser humano actúa de acuerdo a su nivel de conciencia. No está realmente dirigido a ti, por tanto, no debes tomarlo como algo personal. Incluso manejando en el tráfico, alguien hace algo, se te atraviesa y te lo tomas personalmente. La otra persona ni siquiera sabe quién está en el otro auto, y resulta que eres tú el que está allí. Pero el ego lo interpreta así: "él me hizo algo a mi". Como si esa persona te hubiera elegido para ofenderte. Esa persona lo hace constantemente, solo que pasó que eras tú quien iba en el otro auto. Al ego le encantan estas cosas porque puede quejarse de lo que otros "me" hacen. Y mientas más me quejo de lo que los demás me hacen a mi, ese "mi" se hace cada vez más fuerte. Esto, por supuesto, no es consciente. Quejarnos de otros, que no necesariamente mintieron, no necesariamente se nos atravesaron en el tráfico, pero que fracasaron en su relación conmigo, cualquiera que haya sido su función, es algo inconsciente y muy satisfactorio para el ego quejarse de esas personas que de alguna manera tuvieron una mala relación, o que trasgredieron, o que hicieron algo, o que no hicieron algo que han debido hacer, a "mi". Una de las ocupaciones favoritas del ego, es quejarse de otras personas. Es muy satisfactorio, porque mientras más me quejo de alguien, mejor me siento conmigo mismo, y más en lo correcto estoy. Y, por supuesto, el mundo está lleno de gente que te da muchas oportunidades para quejarte. Nunca te faltará gente de la cual quejarte. Y la vida te hace eso no para molestarte, sino para hacerte más consciente. Así que todas esas personas que no están a la altura de tus expectativas, que deberían hacer exactamente lo que es correcto, y ser exactamente como deberían ser para llenar mis expectativas, todas esas personas fueron puestas allí por algunos demonios malignos para hacer tu vida miserable. Esto es lo que algunas personas creen. Si el mundo está lleno de personas que no hacen lo que deberían estar haciendo de acuerdo a lo que tú piensas, cuando te quejas de otros, de lo que sea, incluso de cosas sencillas como que alguien no llegó a tiempo, observa y mira si puedes salirte del patrón de la queja. Desafortunadamente, para el ego, pareciera como si estuvieras hambriento, y desafortunadamente eso es lo que es. El ego va a empezar a sentir que se está encogiendo; "si no me quejo, me disminuyo, no puedo expandirme si no me estoy quejando". Porque cuando te quejas, el ego crece. Y mientras más fuerte y emocional sea la queja, el ego más se infla como un globo. Y luego, puede que la ira se añada a la queja: "Estoy harto de esta gente! ¿Quiénes se creen ellos que son?". Así que puedes practicar tan pronto como sientas que vas a expresar una queja. Puedes practicar y renunciar a hacerla, y ver cómo te sientes. Al principio vas a sentir como si faltara algo en tu vida. Y luego sentirás como va surgiendo la paz. Alguien está pensando ahora ¿usted quiere decir que debo convertirme en un tonto y permitir que la gente haga lo que sea? No, cualquiera que sea la información que le tengas que expresar a alguien, puedes expresarla si es correcto hacerlo, sin quejarte. O puedes tomar acción, sin quejarte. Si llamas a una persona para que te repare algo en tu casa y esa persona no se presenta, y lo llamas otra vez y te dice: "Si, voy para allá a las 3" y aún así no aparece, en algún momento tendrás que decir: "Bien, voy a tener que buscarme a otra persona". Y entonces puedes llamarlo y decirle "Como usted no apareció por dos o tres veces, voy a tener que llamar a alguien más, gracias por escuchar". Aquí no hay queja. Quejarte no te ayuda, no va a hacer esa persona más consciente, solo fortalece la identificación con tu falso ego. Así que puedes actuar, informar a alguien sobre esto o aquello, sin quejarte de ellos. Otra cosa que pasa cuando te quejas, es que creas pseudo-identidades en tu mente sobre lo que son estas personas de las que te quejas. Porque cuando te quejas, la queja en tu mente se convierte en lo que esa persona es. Así que, lo que esa persona realmente es, queda virtualmente anulado por la queja mental que tienes de él o ella. Pierdes totalmente el contacto con ese otro ser humano, y el otro ser humano llega a ser totalmente "otro", y ni siquiera te das cuenta de que comparten una esencia común: unidad, bondad, de la cual ni siquiera hemos hablado. La bondad desapareció hace mucho tiempo. La queja mental, borra por completo el resto de la persona, muy rápidamente, muy fácilmente. Y esa es otra forma de perder el espacio interior, uno de los patrones de la mente. Sin embargo, agradece a toda esta gente, quienes de acuerdo al juicio de la mente, carecen de esto, de aquello, de todo eso, y son desagradables, porque te hacen más consciente. Como práctica espiritual, te recomiendo no quejarte. Lo cual no significa que no puedas tomar acción. Comienza por no quejarte en voz alta, y si dejas de decir algo, quizás siga ocurriendo en tu mente, entonces tienes que poner tu atención allí y ver si hay algún progreso en tus pensamientos de queja dentro de tu cabeza. Así que incluso cuando hayas logrado no decirlo en voz alta, sigue alerta para ver si tu mente sigue quejándose, pues puede que a pesar de que no lo digas en voz alta, lo sigues pensando. Una vez que observas el pensamiento, te das cuenta de que este tipo de pensamiento no hace tu vida más alegre o placentera, no realmente. Y puedes vivir sin este pensamiento, y en realidad, la vida es mucho mejor sin él. Más liviana, más clara.
La moral se ocupa de las buenas cualidades y de las malas cualidades. Un hombre es bueno -según la moral- cuando es honrado, sincero, auténtico, digno de confianza. El hombre de conciencia no solo es bueno, es mucho más, pues la bondad es un subproducto, una consecuencia de ser consciente. En cuanto te haces consciente de tu propio ser, la bondad te sigue como una sombra. Ya no es necesario hacer ningún esfuerzo por ser bueno; la bondad se convierte en tu modo de ser. (El hombre consciente es un jarrón vacío, a través del cual la Divinidad se manifiesta. Por eso, todo lo que haga el hombre consiente es bondadoso, porque es la misma Divinidad la que actúa). El hombre "bueno" no es necesariamente consciente. Su bondad es el resultado de un gran esfuerzo; está luchando con sus malas cualidades: la tendencia a robar, la deslealtad, la insinceridad, la violencia, etc. En el hombre bueno siguen existiendo, solo que reprimidas; pueden hacer erupción en cualquier momento. El hombre "bueno" puede transformarse en un hombre malo con mucha facilidad, sin ningún esfuerzo, por que todas esas malas cualidades están ahí, solo que reprimidas. Si deja de esforzarse, inmediatamente harán erupción en su vida. Y las buenas cualidades son solo cultivadas, no son naturales. Se ha esforzado mucho por ser honrado y sincero, por no mentir, pero ha sido un gran esfuerzo y eso cansa. El hombre bueno tiene que hacer inmensos esfuerzos para hacer el bien y evitar el mal. El mal es una tentación constante para él Es una elección: en todo momento debe elegir el bien y no elegir el mal. Esto demuestra una cosa: que eso no se ha ido a ninguna parte, que sigue dentro de ti, aguardando. En cuanto te relajas, en cuanto dejas de hacer esfuerzo, todas las malas cualidades que habías estado reprimiendo empezarán a llenar tus sueños. Tus sueños son tus deseos reprimidos. El hombre "bueno" está siempre serio, porque tiene miedo de todas las malas cualidades que ha reprimido. Y está serio porque en el fondo desea que le honren por su bondad, que le premien. Lo que anhela es ser respetable. El hombre "bueno" está en constante conflicto. Su vida no es una vida alegre; no puede reír cordialmente, no puede cantar, no puede bailar. Está juzgándolo todo constantemente. Su mente está llena de condenas y juicios. Y como él se esfuerza tanto por ser bueno, juzga a los demás según los mismos criterios. No puede aceptarte tal como eres; solo puede aceptarte si cumples sus exigencias de bondad. Y como no puede aceptar a la gente tal como es, la condena. No son estas las cualidades del hombre auténticamente despierto. El hombre auténticamente despierto no tiene juicios ni condenas. Solo sabe una cosa: que ningún acto es bueno y ninguno es malo. (El hombre inconsciente puede incluso hacer algo que a todo el mundo le parece malo, pero para el hombre consciente no es ni malo ni bueno, simplemente actúa según su estado de consciencia, está aprendiendo a través de la experiencia). Puedes hacer algo malo y todos te condenarán excepto el hombre consciente. Él no puede condenarte, porque no eres consciente; necesitas compasión, no juicio, no condena. No mereces el infierno, nadie merece el infierno. Solo existe una manera de trascender del hombre "bueno", y es APORTAR MÁS CONCIENCIA A TU SER. La conciencia no es algo que se pueda cultivar; ya está ahí, solo hay que despertarla. Cuando estás totalmente despierto, todo lo que hagas será bueno. Cuando se llega a un punto de absoluta conciencia, ya no es cuestión de elegir. Simplemente haces cualquier cosa y es buena. La haces inocentemente, sin esfuerzo. Al hombre de conciencia no se le debe considerar sinónimo de hombre "bueno". Es bueno, pero de un modo muy diferente. No es bueno porque esté intentando ser bueno; es bueno porque es consciente. Y en la conciencia, el mal, lo malo, todas esas palabras condenatorias, desaparecen como desaparece la oscuridad al llegar la luz. No te des por satisfecho con ser simplemente bueno. Recuerda: tienes que llegar a un punto en el que no tengas ni que pensar qué es bueno y qué es malo. Tu misma conciencia te lleva hacia lo que es bueno. Un hombre de conciencia está relajado, en calma, tranquilo, en silencio y sereno. Todo lo que florece en su silencio es bueno. Es siempre bueno. Vive en una conciencia sin elecciones. Así que debes llegar más allá del concepto corriente de hombre bueno. No serás bueno ni serás malo. Simplemente estarás alerta, consciente, despierto, y todo lo que venga después será bueno. Dicho de un modo diferente: en la conciencia total alcanzas la cualidad de la divinidad, y el bien es solo un pequeño subproducto de la divinidad. Las religiones te han venido enseñando a ser bueno para que un día puedas encontrar a Dios. Eso no es posible. Ningún hombre bueno ha encontrado la divinidad. Haz justo lo inverso: encuentra la divinidad primero, despierta tu conciencia primero y el bien vendrá por sí solo. Y cuando el bien viene por sí solo, posee una belleza, una gracia, una sencillez, una humildad... No pide ninguna recompensa ni aquí ni en la otra vida, él mismo es su propia recompensa. Osho
La inconsciencia ordinaria, aquella de la que no nos damos cuenta porque no hay sufrimiento intenso, siempre está ligada con la negación del Ahora. Una falta de aceptación de lo que es. ¿Te estás resistiendo a tu aquí y ahora? Algunas personas preferirían estar siempre en otro lugar. Su "aquí" nunca es satisfactorio. Por medio de la observación de ti mismo, descubre si es el caso en tu vida. Dondequiera que estés, esté plenamente allí. Si encuentras tu aquí y ahora intolerable y te hace infeliz, tienes tres opciones: APARTARTE DE LA SITUACIÓN, CAMBIARLA O ACEPTARLA TOTALMENTE. Si quieres tomar la responsabilidad de tu vida, debes escoger una de esas tres opciones y debes escoger ahora. Después, acepta las consecuencias, sin excusas, sin negatividad, sin contaminación mental. Mantén tu espacio interior despejado. Si emprendes algún tipo de acción (cambiar tu situación o salir de ella), suelta la negatividad primero, si es posible. La acción que surge de la comprensión de lo que se requiere, es más efectiva que la que surge de la negatividad. Cualquier acción es a menudo mejor que la no acción, especialmente si has estado detenido en una situación de infelicidad durante mucho tiempo. Si cometes un error, al menos aprendes algo. En cuyo caso, ya no es un error. Si permaneces atascado, no aprendes nada. ¿Te impide el miedo emprender una acción? Reconoce el miedo, obsérvalo, pon tu atención en él, permanece completamente presente con él. Hacer esto, corta el vínculo entre el miedo y tu pensamiento. No permitas que el miedo surja en tu mente. Usa El poder del Ahora. El miedo no puede prevalecer contra él. Si realmente no hay nada que puedas hacer para cambiar tu aquí y ahora, y no puedes alejarte de la situación, entonces acéptala totalmente, soltando cualquier resistencia interior. El yo falso e infeliz que adora sentirse desgraciado, resentido o compadecerse de sí mismo, no puede sobrevivir entonces. A esto se le llama RENDICIÓN. La rendición no significa aceptar la situación en sí misma, sino que significa dejar de poner resistencia a lo que es. Significa dejar de luchar internamente ante la falta de aceptación de la situación. La situación no cambia, eres tú el que cambia de actitud. En lugar de seguir pretendiendo que la situación sea diferente, dejas de resistirte y aceptas que es así. Esto es así y no puedo cambiarlo, no puedo alejarme, por tanto, no tengo otra opción que dejar de desear que la situación sea diferente de lo que es. Cuando dejo de desear que sea diferente y cedo en mi resistencia, entonces, surge la aceptación. De esta manera, con esta aceptación, surge la paz en mi interior y el sufrimiento desaparece. La rendición no es debilidad, hay gran fortaleza en ella. Sólo una persona rendida tiene poder espiritual. Por medio de la rendición serás libre interiormente de la situación. Puede que descubras entonces que la situación cambia sin ningún esfuerzo de tu parte. En cualquier caso, eres libre. ¿Hay algo que "deberías" estar haciendo pero que no haces? Levántate y hazlo ahora. O como alternativa, acepta completamente tu inactividad, tu pereza o tu pasividad en este momento, si esa es tu elección. Entra en ella completamente, goza de ella. Sé todo lo perezoso e inactivo que puedas. Si te aplicas a ello completa y conscientemente, pronto saldrás de ello. O quizás no. En cualquier caso, no hay conflicto interior, ni resistencia, ni negatividad. Ésta es la liberación. Las situaciones no tienen que cambiar para que tú seas libre, tú eres quien tiene que cambiar de actitud, dejando de pretender que lo que es, sea diferente. Aceptando este momento tal y como es, en plena paz, en plena armonía, en completa libertad. ¿Estás estresado? ¿Estás tan ocupado tratando de llegar al futuro que el presente se reduce a un medio de llegar allá? El estrés es causado por estar "aquí", pero querer estar "allá". Estar en el presente pero querer estar en el futuro. Es una ruptura que te desgarra interiormente. Vivir con un desgarro interior así es malsano. Si tienes que hacerlo, puedes moverte de prisa, trabajar de prisa o incluso correr, sin proyectarte en el futuro y sin resistirte al presente. Según te mueves, trabajas, corres, hazlo totalmente. Goza el flujo de energía, la alta energía de ese momento. Ahora no estarás ya estresado ni partido en dos, sólo moviéndote, corriendo, trabajando y gozando. O puedes dejarlo todo y sentarte en una banca del parque. Pero cuando lo hagas observa tu mente, puede que diga: "Deberías estar trabajando, estás perdiendo el tiempo". Observa la mente, sonríele. ¿El pasado toma gran parte de tu atención? ¿Hablas de él, piensas frecuentemente en él, ya sea positiva o negativamente? ¿Las grandes cosas que has logrado, tus aventuras o experiencias, o tu historia de víctima y las cosas horribles que te han hecho o quizás lo que tú le has hecho a otra persona? ¿Tus procesos de pensamiento están creando culpa, orgullo, resentimiento, ira, remordimiento o autocompasión? Entonces, no sólo estás reforzando un sentido falso de identidad, sino también ayudando a acelerar el proceso de envejecimiento de tu cuerpo al producir una acumulación de pasado en tu mente. Verifica esto por sí mismo observando a los que te rodean que tienen una fuerte tendencia a aferrarse al pasado. Muere al pasado en cada momento. No lo necesitas. Refiérete a él sólo cuando seas absolutamente relevante para el presente. Siente el poder de este momento y la plenitud de Ser. Siente tu presencia. ¿Estás preocupado? ¿Piensas a menudo "qué pasaría si ..."? Estás identificado con tu mente, que está proyectándose a sí misma en una situación futura imaginaria y creando miedo. No hay forma de que puedas hacer frente a esta situación porque no existe. Es un fantasma mental. Puedes detener esta locura que corroe la salud y la vida simplemente reconociendo el momento presente. Hazte consciente de tu respiración. Siente el aire que fluye de y hacia tu cuerpo. Siente tu campo interior de energía. Todo lo que tienes que manejar, enfrentar en la vida real es este momento. Pregúntate a ti mismo qué "problema" tienes ahora mismo, no el año que viene, mañana o dentro de cinco minutos. ¿Qué está mal en este momento? Puedes siempre enfrentar el Ahora, pero nunca puedes enfrentar el futuro, ni tienes que hacerlo. La respuesta, la fuerza, la acción o el recurso correctos estarán allá cuando los necesites, no antes ni después. "Un día lo lograré". ¿Tu meta te toma tanta atención que reduce el momento presente a un medio para lograr un fin? ¿Eso te está arrebatando la alegría de lo que haces? ¿Estás esperando para empezar a vivir? Si desarrollas un patrón mental así, no importa lo que alcances o logres, el presente nunca será suficientemente bueno, el futuro siempre parecerá mejor. Una receta perfecta para la insatisfacción y falta de realización permanentes. ¿Habitualmente estás esperando algo? ¿Cuánto tiempo de tu vida pierdes esperando? Lo que yo llamo "espera a pequeña escala" es esperar en la cola del correo, en un embotellamiento de tráfico, en el aeropuerto, por la llegada de alguien o el final del trabajo. La "espera a gran escala" es esperar las próximas vacaciones, un empleo mejor, que los hijos crezcan, una relación realmente significativa, el éxito, hacerse rico, ser importante, alcanzar la iluminación. No es raro que la gente pase toda la vida esperando empezar a vivir. Esperar es un estado mental. Básicamente significa que quieres el futuro y que no quieres el presente. No quieres lo que tienes. Con cualquier tipo de espera creas inconscientemente un conflicto entre tu aquí y ahora, en el que no quieres estar y el futuro proyectado en el que deseas estar. Esto reduce enormemente la calidad de tu vida, pues te hace perder el presente. No hay nada malo en esforzarse por mejorar la situación vital. Puedes mejorar tu situación vital pero no puedes mejorar tu vida. La vida, es primaria. La vida, es tu más profundo ser interior. Ya es completa, perfecta. Tu situación vital consta de tus circunstancias y tus experiencias. No hay nada malo en establecer metas y esforzarse por lograr cosas. El error está en permanecer principalmente en la proyección ilusoria de la mente y olvidar el momento presente. El error es vivir en la mente proyectada en el futuro y dejar de ser consciente de este momento. Del sentir de ser. El único punto de acceso a esto es el ahora. Muchas personas están esperando la prosperidad, pero la prosperidad no puede llegar en el futuro, solo puede haber prosperidad ahora. Cuando honras, reconoces y aceptas plenamente tu realidad presente, cuando aceptas plenamente lo que tienes, entonces, estás agradecido de lo que tienes y de lo que eres. Estás plenamente agradecido de Ser. La gratitud por el momento presente y por la plenitud de la vida ahora es la verdadera prosperidad. No puede llegar en el futuro. Entonces, con el tiempo, esta prosperidad se te manifiesta de muchas formas. Si estás insatisfecho con lo que tienes o incluso frustrado o enfadado con tus carencias presentes, esto puede motivarte a volverte rico. Pero aunque ganes millones, continuarás experimentando la condición interior de carencia y en el fondo seguirás sintiéndote no realizado. Puedes tener muchas experiencias emocionantes que el dinero puede comprar, pero llegarán y se irán y te dejarán siempre con una sensación de vacío y con la necesidad de más gratificación física o psicológica. No habitarás en el Ser para sentir la plenitud de la vida ahora, que es la única prosperidad verdadera. Abandona la espera como un estado mental. Cuando te sorprendas a ti mismo cayendo en ella, sal inmediatamente. Vuelve al momento presente. Simplemente sé y goza de estar siendo. Si estás presente, no hay nunca necesidad de esperar por nada. Así que la próxima vez que alguien diga: "Siento haberte hecho esperar", puedes contestar: "Está bien, no estaba esperando. Estaba parado aquí divirtiéndome, en el gozo de mí mismo". Éstas son sólo algunas de las estrategias habituales de la mente para negar el momento presente. Que son parte de la inconsciencia ordinaria. Es fácil pasarlas por alto, porque forman parte de la manera normal de vivir. La estática de fondo del descontento perpetuo. Pero cuanto más practiques la observación de tu estado interior mental y emocional, más fácil te será saber cuándo has sido atrapado en el pasado o en el futuro. Es decir, en la inconsciencia. Y despertar del sueño del tiempo al momento presente. Permanece alerta. El ser falso, el ser infeliz basado en la identificación con la mente, vive del tiempo. Sabe que el momento presente es su muerte y por eso se siente muy amenazado por él. Hará todo lo que pueda por apartarte de él. Tratará de mantenerte atrapado en el tiempo, en la corriente de la mente. Pero sólo tú tienes el pleno dominio para permanecer en el momento presente. En el estado de Presencia Consciente que eres. Sólo con tu atención puedes establecerte firmemente en el Ahora y no permitir que los juegos de la mente te arrastren más a la inconsciencia.
¿Le desagrada hacer lo que está haciendo? Puede ser su trabajo, o puede haber aceptado hacer algo y lo está haciendo, pero parte de usted se resiente y se resiste a ello. ¿Tiene un resentimiento no confesado hacia una persona cercana a usted? ¿Se da cuenta de que la energía que emana por eso es tan dañina en sus efectos que de hecho usted se está contaminando a sí mismo así como a los que lo rodean? Observe detenidamente su interior. ¿Existe la menor traza de resentimiento, de mala voluntad? Si la hay, obsérvela tanto en el nivel intelectual como en el emocional. ¿Qué pensamientos está creando su mente alrededor de esta situación? Entonces mire a la emoción, que es la reacción del cuerpo a esos pensamientos. Sienta la emoción. ¿Es placentera o desagradable? ¿Es una energía que usted realmente escogería tener dentro? ¿Tiene elección? Quizá se están aprovechando de usted, quizá la actividad en la que está involucrado es tediosa, quizá alguien cercano a usted es deshonesto, irritante o inconsciente, pero todo eso es irrelevante. Que sus pensamientos y emociones acerca de esa situación sean justificados o no, no hace ninguna diferencia. El hecho es que usted se está resistiendo a lo que es. Está convirtiendo el momento presente en un enemigo. Está creando infelicidad, conflicto entre lo interior y lo exterior. Su infelicidad está contaminando, no sólo su propio ser interior y a los que lo rodean, sino también la psique humana colectiva, de la cual usted es parte inseparable. La contaminación del planeta es sólo un reflejo exterior de una contaminación psíquica interior: millones de individuos inconscientes que no asumen la responsabilidad de su espacio interior. Usted debe, o bien dejar de hacer lo que está haciendo, hablar a la persona que tiene que ver en el asunto y expresar completamente lo que siente, o abandonar el negativismo que ha creado su mente en torno a la situación y que no sirve para ningún propósito excepto para fortalecer un falso sentido de usted mismo. Es importante reconocer su futilidad. La negatividad no es nunca una forma óptima de manejar cualquier situación. De hecho, en la mayoría de los casos lo mantiene atascado en ella, bloqueando el cambio real. Todo lo que se haga con energía negativa, quedará contaminado por ella y con el tiempo hará surgir más dolor, más infelicidad. Además, todo estado interior negativo es contagioso: la infelicidad se extiende más fácilmente que una enfermedad física. Por la ley de la resonancia, dispara y alimenta la negatividad latente de los demás, a menos que sean inmunes, es decir, altamente conscientes. ¿Está usted contaminando el mundo o limpiando el desorden? Usted es responsable de su estado interior; nadie más lo es. Así como usted también es responsable por el planeta. Lo mismo que ocurre dentro, ocurre fuera: si los seres humanos limpian la contaminación interior, también dejarán de crear contaminación exterior. -"¿Cómo podemos abandonar la negatividad, tal como usted sugiere?" Soltándola. ¿Cómo suelta un trozo de carbón caliente que tiene en la mano? ¿Cómo suelta un equipaje pesado e inútil que lleva? Reconociendo que usted no quiere sufrir el dolor o soportar la carga más y después dejándola ir. La inconsciencia profunda, tal como el dolor emocional u otro dolor profundo, como la pérdida de un ser amado, a menudo deben ser transmutados por medio de la aceptación combinada con la luz de su presencia, su atención sostenida. Por otra parte, muchos patrones de la inconsciencia ordinaria pueden soltarse simplemente en cuanto usted sabe que no los quiere y no los necesita. Una vez que usted se da cuenta de que tiene elección, de que no es sólo un montón de reflejos condicionados. Todo esto implica que usted es capaz de acceder al poder del Ahora. Sin él no tiene elección. Eckhart Tolle
Como probablemente sabe, mientras duerme usted se mueve constantemente entre las fases del dormir sin sueños y el estado de soñar. De forma similar, en el estado de vigilia, la mayoría de las personas sólo cambia entre inconsciencia ordinaria e inconsciencia profunda. INCONSCIENCIA ORDINARIA: Lo que yo llamo inconsciencia ordinaria significa estar identificado con sus procesos de pensamiento y con sus emociones, sus reacciones, deseos y aversiones. Es el estado normal de la mayoría de las personas. En este estado, usted está gobernado por el ego, y es inconsciente del Ser. Es un estado no de dolor o infelicidad agudos, sino de un nivel bajo de incomodidad, descontento, aburrimiento o nerviosismo casi continuos, una especie de estática de fondo. Puede ser que usted no se dé cuenta de esto porque es parte frecuente de la vida "normal", del mismo modo que no se hace consciente de un ruido continuo de fondo bajo, como el zumbido de un aire acondicionado, hasta que se detiene. Cuando se detiene de repente, hay una sensación de alivio. Muchas personas usan el alcohol, las drogas, el sexo, la comida, el trabajo, la televisión o incluso el ir de compras como anestésicos, en un intento inconsciente por suprimir la incomodidad básica. Cuando esto ocurre, una actividad que podría ser muy agradable, si se usa con moderación, se convierte en una actividad compulsiva o adictiva, y todo lo que se logra a través de ella es un brevísimo alivio de síntomas. INCONSCIENCIA PROFUNDA: La incomodidad de la inconsciencia ordinaria se convierte en el dolor de la inconsciencia profunda -un estado de sufrimiento o infelicidad más agudo y más obvio cuando las cosas "van mal", cuando el ego está amenazado o en su situación vital hay un reto, una amenaza o una pérdida importante, reales o imaginarias; o cuando hay conflicto en una relación. Es una versión intensificada de la inconsciencia ordinaria, diferente de ella no en el tipo sino en el grado. En la inconsciencia ordinaria, la resistencia habitual o negación de lo que es, crea la incomodidad y el descontento que la mayoría de las personas aceptan como la forma normal de vivir. Cuando esta resistencia se intensifica por algún reto o amenaza al ego, trae negatividad intensa en la forma de ira, miedo agudo, agresión, depresión, etcétera. La inconsciencia profunda a menudo significa que el dolor emocional ha sido disparado y que usted se ha identificado con él. La violencia física sería imposible sin inconsciencia profunda. Puede ocurrir también cuando una multitud de personas o incluso toda una nación genera un campo colectivo de energía negativa. El mejor indicador de su nivel de conciencia es cómo maneja los retos de la vida cuando llegan. En esos retos, una persona ya inconsciente tiende a volverse más profundamente inconsciente y una persona consciente más intensamente consciente. Usted puede utilizar un reto para despertar, o puede permitir que lo empuje a un sueño aún más profundo. El sueño de la inconsciencia ordinaria se convierte entonces en una pesadilla. Si usted no puede estar presente ni siquiera en circunstancias normales, tales como cuando está sentado solo en una habitación, caminando por el bosque o escuchando a alguien, ciertamente no podrá permanecer consciente cuando algo "va mal" o se enfrenta con gente o situaciones difíciles, con la pérdida o la amenaza de pérdida. Usted será dominado por una reacción, que en última instancia es siempre una forma de miedo, y será arrastrado a la inconsciencia profunda. Esos retos son sus pruebas. Sólo la forma en que usted los resuelva le mostrará a usted y a los demás en qué punto está en cuanto a su estado de conciencia. No el tiempo que puede permanecer sentado con los ojos cerrados o qué visiones tiene. Así que es esencial traer más conciencia a su vida en las situaciones ordinarias, cuando todo transcurre con relativa facilidad. De esta forma, usted crece en poder de presencia. Eso genera un campo de energía en usted y alrededor de usted de una gran frecuencia de vibraciones. Ni la inconsciencia, ni la negatividad, ni la discordia o la violencia pueden penetrar en ese campo y sobrevivir; lo mismo que la oscuridad no puede sobrevivir en la presencia de la luz. Cuando usted aprenda a ser testigo de sus pensamientos y emociones, que es una parte esencial de estar presente, puede quedar sorprendido cuando se dé cuenta por primera vez de la "estática" de fondo de inconsciencia ordinaria que tiene y de qué pocas veces, si acaso alguna, usted está verdaderamente a gusto consigo mismo. En el nivel de su pensamiento, usted encontrará mucha resistencia en forma de juicio, descontento y proyección mental lejos del Ahora. En el nivel emocional, habrá una corriente subterránea de incomodidad, tensión, aburrimiento o nerviosismo. Todos son aspectos de la mente en su modo de funcionamiento habitual de resistencia al presente. La resistencia al Ahora como disfunción colectiva, está intrínsecamente conectada con la pérdida de conciencia de Ser y constituye la base de nuestra deshumanizada civilización industrial. Esta disfunción colectiva ha creado una civilización muy infeliz y extraordinariamente violenta que se ha convertido en una amenaza, no sólo para sí misma, sino también para toda forma de vida sobre el planeta. ¿CÓMO DISOLVER LA INCONSCIENCIA ORDINARIA? Hágala consciente. Observe las muchas formas en que el desasosiego, el descontento y la tensión surgen dentro de usted a causa del juicio innecesario, de la resistencia a lo que es y de la negación del Ahora. Todo lo inconsciente se disuelve cuando usted hace brillar la luz de la conciencia sobre ello. Una vez que sepa cómo disolver la inconsciencia ordinaria, la luz de su presencia brillará fuertemente y será mucho más fácil lidiar con la inconsciencia profunda cuando sienta su fuerza gravitacional. Sin embargo, la inconsciencia ordinaria puede no ser fácil de detectar inicialmente porque es tan normal. Convierta en un hábito monitorear su estado mental-emocional por medio de la observación de sí mismo. "¿Estoy tranquilo en este momento?" Es una buena pregunta para que se la haga frecuentemente. O puede preguntar: "¿Qué está ocurriendo en mí en este momento?" Esté al menos tan interesado en lo que pasa en su interior como en lo que ocurre fuera. Si su interior está bien, lo exterior estará en orden. La realidad primaria está dentro, la secundaria fuera. Pero no conteste estas preguntas inmediatamente. Dirija su atención hacia adentro. Eche una mirada a su interior. ¿Qué clase de pensamientos está produciendo su mente? ¿Qué siente? Dirija su atención hacia el cuerpo. ¿Hay alguna tensión? En cuanto detecte que hay un poco de desasosiego, una estática de fondo, observe en qué forma está evitando, resistiéndose o negando la vida, al negar el Ahora.
Hay muchas formas en las que las personas se resisten inconscientemente al momento presente. Con práctica, su poder de observación de sí mismo, de monitorear su estado interior, se agudizará.