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28 diciembre 2014

EL LILA DE DIOS



La alegría de Ser es la alegría de ser consciente.
La consciencia (el Ser) es ya consciente. Es lo no manifestado, lo eterno.
El universo, en cambio, solo gradualmente se está volviendo consciente.
La consciencia misma (el Ser) es ajena al tiempo y por lo tanto no evoluciona. No nació nunca y no muere nunca.
(La consciencia es el estado más puro, ya no puede evolucionar más, es el Buda, la iluminación).  
CUANDO LA CONSCIENCIA SE CONVIERTE EN EL UNIVERSO MANIFESTADO, PARECE ESTAR SUJETA AL TIEMPO Y SUFRIR UN PROCESO EVOLUTIVO (EXPANSIÓN).
Ninguna mente humana es capaz de comprender plenamente la razón de este proceso, pero podemos tener atisbos de él en nuestro interior y volvernos participantes conscientes de él. 

La consciencia (el Ser) es la inteligencia (la Mente Pensante), el principio organizador que está detrás del surgimiento de la forma.
La consciencia ha estado preparando formas durante millones de años, así que puede expresarse a través de ellas en lo manifestado.
Aunque el reino no manifestado de la consciencia pura (el Ser) podría considerarse otra dimensión, NO ESTÁ SEPARADO DE LA DIMENSIÓN DE LA FORMA. La forma y lo sin forma se interpenetran.
(Lo no manifestado (el Ser), y lo manifestado (la forma) es lo mismo, no puede haber separación, todo forma parte de esta energía mental, de esta inteligencia que lo abarca absolutamente todo, que lo Es todo. "Dios somos todos").

Lo no manifestado fluye hacia esta dimensión como consciencia, como espacio interior, como Presencia. ¿Cómo lo hace? A través de la forma humana que se vuelve consciente y cumple así su propósito.

La consciencia encarna en la dimensión manifestada, es decir, se convierte en forma. Cuando lo hace, ENTRA EN UN ESTADO PARECIDO AL SUEÑO.

La inteligencia permanece (el Ser permanece), pero la consciencia se vuelve inconsciente de sí misma. Se pierde en la forma, se identifica con las formas.
(Por eso somos Ser y somos también humanos inconscientes. El Ser siempre está, y los humanos inconscientes, pueden volverse conscientes de que son el Ser).
Esto podría describirse como el descenso de lo divino a la materia.
(Hay que olvidar quienes somos para poder experimentar y volver a recordar quienes somos en realidad).

El ego humano representa la etapa del final del sueño universal, la identificación de la consciencia con la forma.
(El ego es cuando la propia consciencia cree que es su creación, cree que es su propio sueño (maya), cree que es un "yo físico-mental-emocional").
Era una etapa necesaria en la evolución de la consciencia. 
El paso siguiente en la evolución humana no es inevitable, pero por primera vez en la historia de nuestro planeta puede ser una ELECCIÓN CONSCIENTE.
¿Quién está haciendo esta elección? USTED.
¿Y quién es usted? LA CONSCIENCIA QUE SE HA HECHO CONSCIENTE DE SÍ MISMA.

(Cuando hay Despertar, cuando la conciencia se da cuenta de sí misma, cuando deja de identificarse con las formas (el sueño, maya), entonces esdeviene otra etapa que aún no hemos experimentado toda la humanidad. Es una etapa en la cual la misma Consciencia, ya despierta, ELIGE cómo va a manifestarse, cómo va a ser el mundo de la forma, y va a crear a través de sus propios pensamientos (ya que es una Mente pensante, una Inteligencia) cómo será el mundo de la forma. Ya no se identificará con la forma (su propia creación), sino que va a gozar, disfrutar de la experiencia en una dimensión de la materia, totalmente consciente. 
Esto es lo que llaman las sagradas escrituras "Traer el Cielo a la Tierra").





Eckhart Tolle 
Camino al Despertar (notas entre paréntesis).

26 diciembre 2014

EL "KOAN"


Un "koan" (el método del zen) es un acertijo que no puede resolverse, pero en el que hay que pensar. 
Durante horas, durantes seis, ocho, diez, doce, y a veces durante dieciocho horas, el discípulo no hace más que sentarse absorbido, observando el problema desde todos los ángulos, teniendo en cuenta todas las posibilidades; intentando penetrar en él desde éste o aquel lado. 
Intenta desentrañar el problema desde todas las direcciones, en todas las dimensiones, a fin de hallar la solución. 
Llega ante el maestro y se encuentra de nuevo enfrentado a sí mismo.
Poco a poco se van agotando todas las posibilidades. Ya ha pensado en todo lo pensable. Ahora da la impresión de que no existen más posibilidades, de que no se puede ir más allá. Y entonces, un día, empieza simplemente a observar el acertijo, y no se manifiesta pensamiento alguno.
Cuando la mente no puede con algo, abandona. 
Cuando la mente demuestra su impotencia ante algo, abandona.
Esa es la cuestión, observar el acertijo sin que surja pensamiento alguno. Y cuando no surge ningún pensamiento entonces puedes ver en el acertijo… que es absurdo.
Sí, ya habías pensado que era absurdo en muchas ocasiones anteriores, -de hecho, sabías que lo era, que no podía resolverse-, pero eso también provenía de la mente, no se te había revelado. 
Esa era la solución de tu mente: no se puede resolver, ¿para qué preocuparse entonces? Abandónalo, olvídate de ello, no puede resolverse. Pero eso también salía de la mente.

Un día, cuando la mente dejó de funcionar de puro agotamiento, cuando perdió toda su pericia, toda su eficacia, cuando toda su inteligencia ha demostrado no servir de nada, desaparece. 
Y en esa rendija, aparece la revelación. 
En esa rendija puedes ver, y ves por primera vez.
En esa rendija el pensar no está, pero tiene lugar el conocer, y esa es la cuestión de la transformación.

Cuando se detiene el pensamiento y surge el conocer, cuando los pensamientos desaparecen y aparece la claridad, puedes ver que la verdad no es algo que pueda pensarse, sino que ha de verse.

Por eso, a quienes alcanzan la verdad se les llama a veces visionarios, y no pensadores. 
La han visto. Han entrado en ella, no han pensado en ella, no son grandes filósofos ni lógicos. Son personas sin mente, son personas más allá de la mente. Miran directamente, sin ningún pensamiento entre ellos y la realidad. Lo que se revela tal cual es, en su talidad. La mente ya no está ahí, funcionando a través del pensamiento. No hay más oleadas, en un espejo. Y sólo refleja lo que es.

Si se tiene algo más en lo que pensar, entonces no es el auténtico fin. Si crees que sigue habiendo algo en lo que pensar, entonces éste no es el auténtico fin; la mente no desaparecerá. No puedes obligarla. No podrás hacerlo, porque la mente está ahí. Todo eso lo está haciendo la propia mente, y todo lo que se haga a través de la mente no hace sino reforzar la propia mente. 
Si todavía tienes algo en lo que pensar, si sientes que la mente todavía puede proporcionarte alguna respuesta, si todavía mantienes la mínima confianza en la mente, entonces no has llegado al verdadero final.

Cuando se alcanza el final de verdad, el pensar se detiene y comienza el ver. Y en este ver radica la revolución, el cambio radical, la mutación, la transformación.

Entonces no hay palabra, pensamiento o imagen. Nada, sólo la nada. Has llegado al final de la mente, o llámalo el fin del mundo. 
El mundo que finaliza no es la realidad, pero sí que es el comienzo del Ser. 
El mundo que acaba es la enfermedad desapareciendo; y al otro lado aparece la salud. Estarás sano por primera vez y completo.

Osho

22 diciembre 2014

MORIR PARA RENACER


El zen es solo dar un paso… el periplo de un único paso. 
Puedes llamarlo el último paso o el primero, no importa. Es el primero y el último.
Toda la enseñanza zen consiste en una única cosa: cómo saltar a la nada, cómo llegar al final de tu mente, que es el final del mundo.
Cómo permanecer de pie en ese acantilado frente al abismo y no asustarse, cómo reunir coraje y dar el último salto. Es la muerte. Es suicidarse. 
Pero el crecimiento espiritual sólo puede surgir del suicidio (la muerte del ego), y sólo hay resurrección (morir y renacer en una nueva consciencia, un nuevo ser) siendo crucificado.

Si se comprende bien, entonces el símbolo cristiano de la cruz, tiene un enorme significado.

Jesús está en la cruz, y ese es el acantilado. Muerte y resurección.
Cuando mueres en la mente, naces en la consciencia. 
Cuando mueres en el cuerpo, naces en el cuerpo universal. 
Cuando mueres como ego, naces como Dios. 
Cuando mueres en tu pequeño territorio, te esparces por toda la existencia… te conviertes en existencia.

El fin de la mente es el fin del mundo, porque el zen dice que la mente es el mundo.
Por lo general, cultivamos y reforzamos la mente, la hacemos cada vez más capaz, hábil, eficaz. Eso es lo que hacemos en escuelas, colegios y universidades. Eso es lo que significa educación, aprender.
El zen es un tipo de desaprendizaje. 
Enseña cómo desechar lo que se ha aprendido, enseña a volver a ser niños, a existir de nuevo sin mente.
La mente provoca todo tipo de miserias: la mente nunca está en el presente, lo pasa por alto. 
¡Y sólo existe el presente! La mente siempre está en el pasado, o en el futuro, pero nunca permanece en el presente.
El zen dice que a menos que deseches la mente, nunca te podrás sintonizar con la existencia, ni podrás palpitar con el latido del universo. Si no desechas la mente, seguirás viviendo en un mundo particular que tú mismo has creado; no vives en el mundo real.
La inteligencia nunca surge de la mente. La inteligencia sólo surge cuando se ha descartado la mente.
La mente bloquea la fuente de la inteligencia. Permanecer en la mente es poco inteligente. Lo inteligente es estar más allá de la mente.
La meditación es la búsqueda de esa inteligencia, de cómo dejar de aprender, de cómo desechar el conocimiento, de cómo abandonar todo el pasado acumulado.
Un hombre que vive en la no-mente vive sin muerte, porque muere a cada instante. Nunca acumula, nunca mira hacia atrás, nunca mira hacia delante; simplemente está aquí. Su ser es en este momento. Fluye con el momento. De hecho, carece de biografía y de sueños de cara al futuro. Vive tal como llega la vida.
Y el zen dice que la mente puede ser de utilidad en el mundo, pero no en lo que respecta a lo esencial. Lo esencial no puede pensarse, porque está más allá del pensamiento. Tú eres lo esencial.

Nace un niño y él es lo esencial. El pensamiento aparecerá a continuación; el niño acumulará conocimiento y escribirá muchas cosas en la página de su vida. Y se convertirá en un conocedor de esto y lo otro y se identificará con ser médico, ingeniero, profesor. Pero en el momento en que nació era simplemente pura consciencia, frescura, una página en blanco, sin nada escrito, ni siquiera con su propia firma. No tenía nombre ni idea acerca de quién era. Eso es la inocencia primigenia, y eso es lo esencial.

Nunca perdemos nuestra esencialidad, no es posible. Es nuestra naturaleza más íntima, y por ello no hay forma de perderla. Pero puede nublarse.

Somos antes que el pensamiento, somos mientras el pensamiento está ahí, seremos cuando el pensamiento haya desaparecido. Siempre estamos aquí. Pero cuando surge el pensamiento es muy difícil saber quiénes somos y qué es exactamente esta consciencia.
Pensar es una distracción, una perturbación.
Únicamente recuperamos el contacto con lo esencial cuando desaparece el pensamiento.
Si uno piensa en ello, se puede pensar y pensar y pensar, y luego, al ver que el pensamiento no lleva a ninguna parte, éste se detiene por sí mismo. 
Si uno piensa hasta el final del todo, se manifestará automáticamente un estado de no pensamiento. Este fin del pensamiento llega final y naturalmente, y eso es lo que propone el zen.
Y el método que utiliza el zen para esto se llama "koan".
Un "koan" es un acertijo, muy especial, un acertijo que es imposible solucionar, un acertijo que no puede solucionarse a través de su formulación. Piensas y piensas… Hay que pensar, cavilar y meditar sobre ello.

Osho


21 diciembre 2014

LOS 3 SENDEROS PARA LA REALIZACIÓN ESPIRITUAL


No hallarás nada a menos que en el interior surja la armonía.

Estos son los tres caminos a través de los cuales llegar:

1. Unas cuantas personas entran a través del sexo: es decir, del camino del tantra.
Quienes entran por el sexo siguen el tantra yoga.



2. Otras personas entran por el camino de la devoción: es el sendero del corazón, de las emociones, el bakti-yoga. El sendero del devoto.
El hinduismo, el cristianismo y el islam siguen este camino de las emociones, bhakti. Entran por el corazón.



3. Y aquellos que entran mediante el intelecto, la inteligencia, siguen el camino del conocimiento, jnaña-yoga. 
El vedanta, el jainismo y el budismo siguen este camino de la inteligencia, la comprensión, la atención y el conocimiento. Siguen el camino de jnaña.



Estos son los tres senderos, y todas las religiones del mundo están de alguna manera divididas en estos tres.
El zen es una síntesis de todas ellas. 
El zen es tantra, devoción y conocimiento. 
El zen dice que pueden combinarse las tres, que no es necesario elegir. Uno puede no elegir y utilizarlas todas para ir hacia el interior. No existe un único medio ni un solo camino. Ninguna de las rutas es mejor que las otras.

Recuerda siempre que uno puede entrar por los tres, así que no condenes a nadie.

Si alguien sigue el camino del tantra, que de ti no salga condena alguna, porque esa condena sólo demostrará que estás condenando tu propia sexualidad.
Si alguien sigue el camino de la devoción, no le condenes, porque esa condena sólo querrá decir que estás negando la influencia de tu propio corazón. Y eso se convertirá en un obstáculo, te bloqueará.

Osho 


19 diciembre 2014

VIVIR DESDE EL SER O VIVIR DESDE EL EGO


Aquél que más habla sobre su vida personal, es el que está más identificado con su ego (su "yo") y necesita reconocimiento.
El ego de este tipo de personas necesita constantemente ser reconocido, aceptado y alabado. 
Cuando es reconocido y alabado, entonces el ego se infla como un globo, y de ahí el peligro de que surja la soberbia.
Es muy importante poner atención a este tipo de sucesos del ego, ya que conducen al sufrimiento.
Cuando el ego de un ser humano, no obtiene reconocimiento, cae en un estado de frustración y de baja autoestima. Se siente poco valorado por los demás y puede desencadenar en una depresión.
También puede desencadenar en estados de ira, rencor y agresión.

Es importante observar este punto acerca del ego, preguntarse uno mismo "¿Hago esto para que los demás me alaben y me reconozcan? ¿Hablo de mi vida personal para atraer la atención de los demás y obtener halagos?".


Cuando haces las cosas por el qué dirán los demás, o cuando hablas de tu vida personal, únicamente para recibir reconocimiento, recuerda que es tu ego el que está controlándote, eres presa de tu propia identificación con tu "yo", y no tienes libertad de Ser.

Aquél que, por el contrario, nunca habla de su vida personal, es el tipo de ser que no vive desde el ego, ya que lo ha trascendido. 

No está identificado con su "yo", por tanto, el ego no puede manipularlo. 
Es un Ser Consciente y humilde, que únicamente centra su atención en el momento presente, en escuchar a los demás y en transmitir aquellos aspectos que considera importantes para el bien de todos los seres, sin deseos de reconocimiento alguno. 
Este tipo de persona es un ser libre, sin la carga del ego.

Una forma muy fácil de detectar este tipo de personas es la siguiente:

-En el caso de la persona que busca ser reconocida, cuando no logra reconocimiento, automáticamente se enoja y te excluye de su vida. 

Esto es vivir desde el ego.

-En el caso de la persona que no busca reconocimiento, cuando no lo logra, no hay cambios en su estado de ánimo, ya que está totalmente centrado en su esencia, y no hay ego. 

Al no haber ego, no hay carencia, y por tanto, no hay ni deseo ni necesidad. Él ya es un ser libre. Y simplemente fluye con lo que es.
Esto es vivir desde el Ser. 

Camino al Despertar

15 diciembre 2014

SER CONSCIENTE


Cuando la consciencia ya no está absorbida totalmente por el pensamiento, una parte de ella permanece en su estado original sin forma, sin condiciones. Esto es el espacio interior.

La vida de la mayoría de la gente está abarrotada de cosas: cosas materiales, cosas que hacer, cosas sobre las que pensar. Tienen la mente llena de pensamientos; un pensamiento tras otro.

Esta es la dimensión de la consciencia del objeto, que es la realidad predominante de muchas personas, y por eso, su vida es tan desequilibrada. 
La consciencia del objeto (identificación con la forma), necesita equilibrarse con la consciencia del espacio (consciencia pura) para que regrese la cordura a nuestro planeta y para que la humanidad cumpla su destino. 
El surgimiento de la consciencia del espacio es la etapa siguiente en la evolución de la humanidad. 

Consciencia del espacio significa que además de ser conscientes de las cosas (percepciones sensoriales, pensamientos y emociones), hay una corriente subterránea de consciencia. 
Esta consciencia implica que usted no solo está consciente de las cosas (objetos), sino también está consciente de estar consciente.
Si puede sentir un silencio interior alerta en el fondo, mientras ocurren las cosas, eso es! su propia Presencia.
Esta dimensión siempre está ahí, pero la mayoría de las personas son completamente inconscientes de ella. 

Cuando usted (como consciencia) ya no está totalmente identificado con las formas, entonces se libera del encarcelamiento en la forma. 
Esta libertad es el surgimiento del espacio interior. 
Llega como un silencio, una paz sutil en lo profundo de usted, incluso ante algo aparentemente malo.
Repentinamente hay espacio en torno al suceso. 
Hay también espacio en torno a los altibajos emocionales, incluso en torno al dolor. 
Y, sobre todo, hay espacio entre sus pensamientos. 
Y de este espacio, emana una paz que "no es de este mundo", porque este mundo es forma, y la paz es espacio. 
Esta es la paz de "Dios".

Ahora puede disfrutar y honrar las cosas de este mundo sin darles una importancia y una significación que no tienen. 
Puede participar en la danza de la creación y ser activo sin apego a los resultados y sin hacerle exigencias no razonables al mundo (realízame, hazme feliz, hazme sentir seguro, dime quién soy).
El mundo no puede darle estas cosas, y cuando usted ya no tiene tales expectativas, todo el sufrimiento auto-creado termina. 
Todo ese sufrimiento se debe a una valoración excesiva de la forma y a una falta de consciencia de la dimensión del espacio interior (lo que es usted en esencia).

Cuando esa dimensión está presente en su vida, usted puede disfrutar las cosas, las experiencias y los placeres de los sentidos sin perderse en ellos, sin apego a ellos, sin volverse adicto al mundo. 
Cuando la dimensión del espacio está perdida, o más bien no es conocida (cuando usted no es consciente de usted mismo), las cosas del mundo adquieren una importancia absoluta, una seriedad y una pesadez que en realidad no tienen. 
Cuando el mundo no se ve desde la perspectiva de lo sin forma (consciencia pura), se convierte en un lugar amenazador y en un lugar de desesperación. 

Descubra espacio interior produciendo lapsos en la corriente de pensamientos.
Sin esos lapsos, su pensamiento se vuelve repetitivo.
No se preocupe por la duración de esos lapsos, unos segundos es suficiente. 
Gradualmente se harán más largos, sin ningún esfuerzo por su parte. 
Más importante que su duración es producirlos frecuentemente para que sus actividades diarias y su corriente de pensamientos queden salpicados de espacios (momentos en los que está consciente).

Sea consciente de su respiración. 
Dese cuenta de cómo ello aparta su atención de su pensamiento y produce espacio. 
Una respiración consciente (2 ó 3 mejor todavía), hecha muchas veces al día, es una manera excelente de traer espacio a su vida. 

Eckhart Tolle

08 diciembre 2014

EL TODO


Todo es energía... Todo es consciencia... Todo es mente.
Cuando esta mente descansa en el corazón, surge el Ser.
El Ser es la mente cuando está calmada, sin pensamientos,
cuando está en su estado natural.
Es el fondo del océano... es paz.
Este estado es llamado "no-mente",
también es llamado vacío, vacuidad.
Eso eres tú.

Cuando la mente (consciencia) empieza a emitir pensamientos,

es cuando crea la existencia, el mundo de la forma, la dimensión física.
El océano empieza a emanar olas.
En este estado el Ser se pierde.
Todo son estados de consciencia, todo son dimensiones, pensamientos que forman parte de la misma energía; la mente, la consciencia.
El problema surge cuando hay identificación con la forma,
es aquí cuando decimos que ha surgido el ego, maya.
Cuando hay identificación con la forma, dejas de Ser y crees que eres tu propia ilusión, tu propia creación.

Cuando practicas meditación o silencio,
observas tu mente.
Y llega un momento en el que vuelve a su estado natural, la calma.
Entonces los pensamientos se desvanecen y vuelve la paz,
vuelve tu estado natural, el Ser.
Es cuando puedes sentir tu verdadera esencia.

Mente y no-mente forman parte de lo mismo, de la misma energía,

la única diferencia radica en si hay o no pensamientos.
Cuando hay pensamientos, hay creación.
Cuando no hay pensamientos, simplemente estás tú.

Camino al Despertar


06 diciembre 2014

SER LA FUENTE


Miras a tu alrededor y ves mucha falta...
falta de amor.
Las personas buscan fuera, y no encuentran...
entonces surge el enojo, surge la rabia, surge el rencor.
Y del rencor, el odio; y del odio, la violencia.

Miras a tu alrededor y ves mucho enojo,

mucho sufrimiento, mucho egoísmo.
No encuentras fuera lo que te hace tanta falta...
nadie te da lo que te hace falta para sentirte completo,
para sentirte lleno, para sentir amor.

Las personas están perdidas en el mundo...

han perdido su centro, se han desviado, se han desequilibrado.
Buscan encontrarse en cosas materiales,
buscan hallarse en los demás seres...
parecen mendigos, pidiendo y pidiendo...
reclamando lo que les hace tanta falta...
reclamando amor, su propia esencia.

No busques afuera...
porque cuánto más pidas, más necesitarás después.
Busca dentro de ti,
permaneciendo en total silencio.
Solo dentro de ti puedes encontrar lo que te hace falta...
solo dentro de ti puedes hallar amor.
Y cuando te llenas de amor, de tu propia esencia,
dejas de pedir afuera, 
dejas de ser un mendigo y te conviertes en la fuente.

Y cuando eres la fuente, ya no hay lugar para el enojo,

ya no hay lugar para la rabia, el rencor, el odio y la violencia.
Cuando estás pleno de amor, es cuando emanas.
Y solamente emanando, sucede la sanación.
Porque el amor no se mendiga, el amor se comparte...
y cuanto más lo compartes, más se incrementa,
y entonces, ¿qué más te hace falta?
Nada, absolutamente nada...
Entonces, ya eres Todo.



Camino al Despertar

30 noviembre 2014

MAYA




Todo es energía, todo es Consciencia, todo es Mente.
La energía no nace ni muere, únicamente se transforma.
Esta Energía ha creado el mundo, a través de generar pensamientos.
En el momento en que empieza a pensar, crea la ilusión, el mundo en el que vivimos.
A esta ilusión, la hemos llamado Maya…

La Consciencia está totalmente identificada con Maya… perdida en sus propios pensamientos.
La Consciencia se manifiesta a través de toda su creación. 
Los seres humanos somos la máxima perfección de su propia creación.
Y somos los únicos que podemos despertar del sueño, de Maya.
Este es el Verdadero propósito de nuestra existencia.

La Consciencia, únicamente puede tomar consciencia de sí misma, creando la existencia y experimentando en ella.
Mientras haya pensamientos, habrá ilusión, habrá creación, habrá Maya.
Sin pensamientos, únicamente hay una Mente calmada. 
Esta Mente calmada es llamada el Vacío… Vacuidad.

Todo es Mente… Todo es energía…. Todo es Vida.

El fin de Maya es la liberación… 
La liberación de la Consciencia de su propia ilusión.
Es el despertar del sueño, de la identificación…

Tú eres parte de esta Consciencia…
Eres la Realidad Absoluta, la Verdad Una…
No eres Maya… No eres ilusión.

¿Para qué estás aquí?
Para tomar consciencia de ti mismo, experimentando en tu propia creación.

El fin de Maya es el fin de tu propia creación… Es iluminación.
¿Significa esto el fin del mundo?
Significa el fin de la identificación con tu propia ilusión.

¿Qué quedará entonces?
Tú mismo… Solo tú…

Camino al Despertar

29 noviembre 2014

NO BUSQUE EL BUDISMO SI...


Si usted quiere milagros, no busque el Budismo.
El supremo milagro para el Budismo es que usted lave su plato después de comer.

Si usted quiere curar su cuerpo físico, no busque el Budismo.

El Budismo solo cura los males de su mente: ignorancia, cólera y deseos desenfrenados.

Si usted quiere encontrar empleo, o mejorar su situación financiera, no busque el Budismo.

Usted se decepcionará, pues él le va a hablar sobre desapego en relación a los bienes materiales. No confunda, sin embargo, desapego con renuncia.

Si usted quiere poderes sobrenaturales, no busque el Budismo.

Para el Budismo, el mayor poder sobrenatural, es el triunfo sobre el egoísmo.

Si usted quiere triunfar sobre sus enemigos, no busque el Budismo.

Para el Budismo, el único triunfo que cuenta, es el del hombre sobre si mismo.

Si usted quiere la vida eterna en un paraíso de delicias, no busque el Budismo,

pues él le matará el ego aquí y ahora.

Si usted quiere masajear su ego con poder, fama, elogios u otras ventajas, no busque el Budismo.

La casa de Buda no es la casa de la inflación de egos.

Si usted quiere la protección divina, no busque el Budismo.

Él le enseñará que usted solo puede contar consigo mismo.

Si usted quiere un camino para Dios, no busque el Budismo.
Él le lanzará al vacío.

Si usted quiere alguien que le perdone sus faltas, dejándolo libre para errar de nuevo, no busque el Budismo,

pues él le enseñará la implacable ley de Causa y Efecto, y la necesidad de una autocrítica consciente y profunda.

Si usted quiere respuestas cómodas y fáciles para sus indagaciones existenciales, no busque el Budismo.

Él le aumentará sus dudas.

Si usted quiere una creencia ciega, no busque el Budismo.

Él le enseñará a pensar con su propia cabeza.

Si usted es de los que piensan que la verdad está en las escrituras, no busque el Budismo.

Él le dirá que el papel es muy útil para limpiar la basura acumulada en el intelecto.

Si usted quiere la verdad sobre los discos voladores o sobre la civilización de la Atlántida, no busque el Budismo.

Él solo le revelará la verdad sobre usted mismo.

Si usted quiere comunicarse con espíritus, no busque el Budismo.

Él solo puede enseñarle a comunicarse con su verdadero yo.

Si usted quiere conocer sus encarnaciones pasadas, no busque el Budismo.
Él solo le puede mostrar su miseria presente.

Si usted quiere conocer el futuro, no busque el Budismo.

Él solo le va a mandar prestar atención a sus pies, mientras usted camina.

Si usted quiere oír palabras bonitas, no busque el Budismo.

Él solo tiene el silencio para ofrecer.

Si usted quiere ser serio y austero, no busque el Budismo.

Él le va a enseñar a saltar y a disfrutar.

Si usted quiere saltar y divertirse, no busque el Budismo.

Él le enseñará a ser serio y austero.

Si usted quiere vivir, no busque el Budismo,

pues él le enseñará a morir.

Cortesía de Jonathan González 


28 noviembre 2014

LA RAÍZ DE TODOS TUS SUFRIMIENTOS Y PROBLEMAS


La raíz de todos tus sufrimientos y de todos tus problemas es una única cosa: LA IDENTIFICACIÓN CON TU CUERPO-MENTE (el ego, el "yo). 
Cuando crees que eres tu cuerpo, tus pensamientos y tus emociones, cuando estás totalmente identificado con tu ego, aferrado a la ilusión (Maya), es cuando sufres.

Si deseas trascender tus sufrimientos y tus problemas, solo tienes una opción; DEJAR DE IDENTIFICARTE CON TU YO FÍSICO-MENTAL-EMOCIONAL.

Porque todo es una ilusión. Tu sufrimiento es una ilusión, tus problemas son solo una ilusión, no existen. Tu yo físico-mental-emocional es únicamente una ilusión, no existe, nada existe, son sólo creaciones mentales, manifestaciones de las vibraciones de los pensamientos.
Cuando hay pensamientos, hay formas. Cuando cesan los pensamientos, únicamente hay vacío (vacuidad).

Es muy importante comprender esto para dejar de sufrir, para dejar de estar depresivo, para dejar de creer que tienes problemas, etc. Podrás resolver un problema mientras estés en el estado de la mente (del ego), pero pronto va a aparecer otro problema, y otro, y otro... y esto no tiene fin. La dimensión de la ilusión puede ser tan grande, tan vasta e infinita como lo es tu propio Ser (Presencia, Consciencia, el Todo, Dios).

¿CÓMO PUEDO DEJAR DE IDENTIFICARME CON MI YO FÍSICO-MENTAL-EMOCIONAL?


Estando en el Momento Presente, en el aquí y ahora, ya que es la única realidad que existe.
Observándote y observar al mundo, con una total consciencia de que tanto tú (el yo físico-mental-emocional), como todo lo que te rodea, es tan solo una ilusión.
Meditando todos los días, ya que de esta manera puedes conectarte con la Fuente y comprender quién eres en realidad. 
Al meditar todos los días, vas profundizando más y más en ti mismo, vas viendo más claramente la separación que hay entre lo que eres y la ilusión que crees que eres. Te vas desapegando de tu propia ilusión, de tu propio ego.
Tú no eres tus pensamientos, pues éstos van y vienen, no están siempre. Tú no eres tus emociones, pues también van y vienen. Tú no eres tu cuerpo, pues ésta también va y viene (nacimiento y muerte física). 

Entonces ¿quién eres? ¿Quién Soy?

Eres el Ser, la Presencia, el Observador que está siempre, que permanece siempre, cuando todo lo demás se ha ido, desvanecido (pensamientos, emociones, cuerpo). 
Eres el Ser Supremo, la Realidad Absoluta, la Vida Una, lo que está más allá de la dimensión de la forma, lo que está en lo más profundo de tu interior, lo que sientes cuando estás en total silencio. Eres lo que se revela en ti cuando estás totalmente en el Momento Presente, en este mismo instante, leyendo estas letras, sintiéndote a ti mismo como totalidad, como divinidad, como algo inexplicable, pero al mismo tiempo lleno de vida, lleno de amor, lleno de paz.
Esto es lo que eres tú. 
Y cuando puedes lograr comprender y ver esto, cuando ya lo has integrado en lo más profundo de tu Ser, entonces, en un chasquido de dedos te das cuenta de que todo lo demás es tan sólo una ilusión. Y que no existe el sufrimiento, ni los problemas, únicamente forman parte de la misma ilusión. 

Camino al Despertar 

22 noviembre 2014

LA OMNIPRESENCIA, LA NADA


En la meditación siempre hay un objeto de tu meditación. Y de nuevo el "yo" se concentra en ciertas palabras, mantras, o lo que sea. Por lo tanto, no te librarás del "yo". Estás concentrado en otra cosa, donde excluyes todo lo demás menos ese mantra o las palabras de tu meditación.
Sólo tienes que indagar por el origen del "yo". "¿Quién soy yo? ¿De dónde vengo?
Algunos de ustedes se relacionan con el cuerpo, piensan ¿de dónde vengo, como cuerpo? Pero eso no es lo que queremos decir. 
Ustedes quieren saber de dónde viene el "yo", no de dónde vienen. 
Si averiguas de dónde viene el "yo" te darás cuenta de que no existes. Nunca has existido y nunca existirás. 

Si tienes un resfriado, por lo general dices, "yo tengo un resfriado". 
Así que "¿de dónde viene el "yo" que tiene el resfriado?
Y a continuación sigues al "yo" que te llevará a la fuente, porque no hay "yo" y no hay resfriado.
Puedes utilizar este método para todo. "Tengo hambre". Bueno pues te observas a ti mismo, y te das cuenta de que "yo" tiene hambre. 
"Yo" no es mi verdadero Ser. "Yo" tiene hambre, pero mi verdadero Ser nunca puede tener hambre. 
"Yo" estoy cansado, "yo" estoy deprimido, "yo" soy feliz, "yo" me siento guapo, "yo" me siento de maravilla. Es todo lo mismo. Siempre que te refieras a tu cuerpo estás cometiendo un gran error. Sepárate a ti mismo del "yo".

Sólo hay un "yo" en realidad, y ese "yo" es consciencia. 
Cuando sigues al "yo" personal hasta la fuente, se convierte en el Yo universal, que es consciencia. Comienza observándote a ti mismo. Y lo haces estando en silencio. La manera más rápida de realización es estar en silencio.
Estar en silencio no significa simplemente estar callados. Significa ir dentro más profundo, profundo, profundo, profundo, hasta ese lugar donde vive la realidad absoluta, y ese es el silencio.

En realidad, el cuerpo humano no puede estar en silencio. Hay algo más que entra en el silencio. No tiene nada que ver con tu humanidad. 
Es sólo después de tal vez años de meditación en vidas anteriores, que puedes estar lo suficientemente maduro como para saber realmente lo que significa este camino.
Cuando entras en el silencio, entras en una paz profunda, consciencia dichosa, conciencia pura. Eso es lo que es el silencio. 
No es estar callado. Es más allá de eso. 
No es sólo aquietar la mente, es comprender que no hay mente que aquietar. 
Cuando te das cuenta de que no hay mente, te conviertes automáticamente en el silencio. 
Cuando todavía piensas que tienes una mente, harás todo lo posible para calmarla o aquietarla, y no puedes. 
¿Cuántos de ustedes pueden aquietar la mente mediante el esfuerzo? 
No pueden hacerlo. 
No es el esfuerzo lo que te hace aquietar su mente. Es la comprensión inteligente de que no tienes mente. Entonces te quedas quieto y todo cuida de sí mismo. Si tienes que meditar, por todos los medios meditas.

Si crees que tienes algo que superar, si crees que tienes que trabajar en ti mismo, que tienes que hacer algún tipo de esfuerzo, será difícil. Después de todo, ¿quién hace el esfuerzo? El ego.
¿Quién te está diciendo que tienes que superar todas estas cosas? La mente. Piensas que tienes que superar tus malos hábitos, que tienes que superar el karma pasado, que tienes que superar los samskaras. Es todo una mentira. (Todo es ilusión).
La verdad es que no tienes nada que superar. Si tuvieras alguna cosa que superar nunca lo conseguirías, porque es la naturaleza de la mente jugar contigo.
En cuanto superaras una cosa, otra cosa aparecerá, y tendrás que superar esa otra. Cuando superas esa, otra más aparece.
Entonces empiezas a trabajar en el "yo". Es entonces que finalmente te das cuenta que es este "yo" personal el que ha estado causando problemas. 
Ese es un estado avanzado, pero eso también es una mentira, porque el "yo" personal nunca ha existido. Pero tú no lo sabes. 
Como crees que existe el "yo" personal, tienes que utilizar la auto-indagación para que te lleve al lugar donde TE DAS CUENTA de que el "yo" personal no existe. Nunca ha existido y nunca existirá.
¿No sería maravilloso si pudiéramos simplemente sentarnos y darnos cuenta de todo esto en un instante y ser libres?
No nos permitimos hacer esto por alguna razón. Queremos jugar al juego de la superación. Por eso decimos: "Tengo que trabajar en mi mismo. Tengo que practicar. Tengo que meditar. Tengo que estar solo. Tengo que hacer esto y tengo que hacer lo otro". Pero yo les digo que no hay ninguna cosa que tengan que hacer. Sólo tienen que DARSE CUENTA de lo que les estoy diciendo y despertar, y eso es todo.

¿Quién tiene que despertar? 
No es el Ser quien tiene que despertar. Tienes que averiguarlo. Así que practicas. Pero mientras que estás practicando tu "sadhana" (práctica espiritual), mantén en algún lugar del fondo de tu mente que no hay realmente nadie que practique. Después de todo ¿quién hace la práctica? Es tu cuerpo y tu mente. 
Si sólo puedes recordar que no hay cuerpo ni mente que existan (es una ilusión), entonces no hay nadie que practique.

Sé que ustedes dirán: "Bueno, ¿qué hago ahora?

Siempre que sientas la consciencia del cuerpo, y siempre que tu mente todavía tenga el poder de hacer que te sientas de esta manera o de esa manera, entonces tienes que hacer alguna práctica. De lo contrario tu cuerpo-mente (ego) te controlará. 
La práctica más elevada es "atma-vichara", la auto-indagación. 

¿Qué puede estar más allá de la Consciencia Pura? 
Averígualo. Sólo tú puedes conocerte a ti mismo. Porque no hay palabras para describirlo.
Lo finito no puede comprender lo infinito.
Siempre estás buscando, siempre estás esperando, siempre te estás esforzando, ¿para qué?
Cuando finalmente te quedes quieto y empieces a entrar en el silencio más a menudo, tu maestro aparecerá y te darás cuenta de que no es otro que tú mismo (tu propio ser).
Estoy hablando de la omnipresencia. Estoy hablando de la nada (ninguna cosa). 

Robert Adams


21 noviembre 2014

EL PROCESO DEL DESPERTAR


El proceso de Despertar es un proceso gradual.
No se puede Despertar de un día para otro, se requiere de un gran trabajo interior, una auto-indagación, una auto-observación muy profunda, la cual requiere de muchas vidas, muchas reencarnaciones.
Según el budismo, el Ser necesita de 3 eones de reencarnaciones para lograr la iluminación.
Aquellos seres, maestros o gurús que han explicado que despertaron de un día para otro, ya llevaban muchas vidas trabajando en su interior, con la auto-observación y la atención consciente.

El camino del Despertar es un camino muy profundo, el cual es toda una gran y hermosa aventura. Te conviertes en un buscador, y lo que buscas siempre está dentro de ti.

No hay ningún fin realmente, porque lo que estás buscando es a ti mismo, es tomar consciencia de lo que eres en esencia.

En el proceso del Despertar hay que vivir muchísimas experiencias, las cuales, nos ayudan a ir tomando consciencia poco a poco de qué es la ilusión y qué es la realidad.

La mayor parte de estas experiencias suelen ser duras y dolorosas, en las cuales sentimos un gran sufrimiento. 
Es necesario pasar por todo esto para seguir nuestro propio sendero del Despertar. 
El Despertar, normalmente, siempre se da después de haber pasado por varias crisis, por situaciones desoladoras y por mucho sufrimiento, ya que es indispensable para que el ser humano empiece a indagar en si mismo, a preguntarse "¿porqué?" y "¿para qué?" y "¿quién soy yo?".

Cada ser tiene su estado de consciencia, dependiendo de las experiencias que haya vivido, de las vidas que haya reencarnado y sobretodo de la toma de conciencia que haya ido alcanzando.
No hay mejores ni peores estados de consciencia, todos son válidos y verdaderos, lo que los hace diferentes es simplemente que unos han avanzado más que otros.

Las prácticas que más ayudan a avanzar en el sendero del Despertar es la meditación, la atención al momento presente y la auto-indagación (auto-discernimiento).

Son prácticas en las que te encuentras cara a cara contigo mismo, en las que sientes realmente lo que eres en esencia y lo que no eres. Y gracias a todo ello, te vas transformando en el observador.

Lograrás alcanzar la total iluminación cuando tu mente pensante te haya abandonado completamente. Cuando ya no haya pensamientos en tu cabeza. Mientras tanto, sigues avanzando en el Camino al Despertar.

Si estás aquí, en el mundo de la forma, es debido a que tu Camino aún no ha llegado a su fin. 
Buen camino, caminante. Namasté 

Camino al Despertar


17 noviembre 2014

DESPERTAR


El mundo es una emanación de tu propia mente. 
Lo que piensas de ti mismo lo piensas del mundo. 
Si estás lleno de ira, rencor, avaricia, y el resto de esas cosas, así es el mundo.
Si estás lleno de temor entonces el mundo te asusta. 
Si estás lleno de avaricia crees que todos los demás son codiciosos. 
El mundo es un reflejo de ti, eso es todo lo que es.
Tú has creado el mundo.

Cuando despiertas, ves un mundo nuevo. Estás en el cielo. 

Porque cuando despiertas te das cuenta de que el verdadero Ser trasciende el universo, de que el mundo es como un sueño. Existe, pero como un sueño.
El Sí mismo (el Ser), o la Consciencia, es la realidad, y yo soy eso.
Cuando despiertas puedes afirmar: "Yo soy eso". 
Ya no estás hablando de tu yo individual sino que estás hablando de todo el universo. Yo soy eso. 
Es por esto que una persona realizada sólo puede verse a sí mismo. 
No ve lo que ven los demás. 
Ve el amor, la armonía, la paz, la alegría, la felicidad. Simplemente porque ha descubierto su verdadera naturaleza como felicidad, consciencia pura, realidad absoluta. 
Ya no es el yo personal. Lo ha trascendido.
Nada externo puede sucederle de nuevo, como el nacimiento o la muerte o lo de en medio. El universo no prevalece para él. Porque es sin ego. Así es como traes la paz al mundo.

Cuando te identificas con la mente del cuerpo o del mundo, y crees que eres el hacedor, sigues viniendo de nuevo, una y otra vez, en diferentes fases de la evolución de los mundos. Este es el sueño de maya.

Estás viviendo en una vida de dualidad. Lo que significa que tienes que experimentar ambos. Así que vas hacia atrás y adelante, atrás y adelante, entrando en la sombra y luego de vuelta hacia el sol, nunca termina.

Mucha gente que están sufriendo, dicen: "Bueno pronto dejaré mi cuerpo y encontraré la paz"

Mientras la historia continúe, cuando salgas de tu cuerpo te tomas unas vacaciones, te tomas un descanso, donde revisas todas tus actividades kármicas. 
Te tomas un descanso, entonces eres o bien atraído de nuevo o vuelves voluntariamente a otro cuerpo, y continúas el juego, hasta que te hartas y te cansas.
Cuando te hartas y te cansas del juego, te conviertes en un buscador de la verdad y evolucionas de esa manera.

¿Qué hacer? ¿Cómo empezar ? 


Empiezas por echarte un buen vistazo a ti mismo, y revisar tu vida entera en retrospectiva. 

Pregúntate: "¿Quién ha pasado por todas estas experiencias?" 
Y te darás cuenta, "yo".
He tenido esta experiencia. Tuve esa experiencia. Nací, fui a la escuela, me fui a dormir, me casé, me divorcié. Siempre yo. 
¿Quién es este yo y de dónde ha venido? ¿Cómo ha surgido?
Comienzas a sentir que todos tus problemas están relacionados con el yo. Así que te dices a ti mismo, "Bueno, si me deshago de este yo, todo lo demás se irá también". Y eso es cierto. 
Por lo tanto, empiezas a buscar maneras de deshacerte del yo. 
Comienzas a entender que la única manera de librarte de este yo es cuestionarlo. "¿De dónde vienes yo? ¿Quién te dio a luz?" Y seguirlo hasta su origen.
Así que te haces a ti mismo la pregunta, "¿Qué es este yo? ¿De dónde viene? ¿Quién soy yo?" 
Si eres sincero sigues al yo hasta su origen, que es el Sí mismo (el Ser). El yo, o la personalidad, por lo tanto, se disuelve en el Sí mismo. Esto se llama despertar.
Todo lo que has hecho es llegar a ser tú mismo, eso es todo. No hay nada misterioso en ello. Todo lo que estás buscando está dentro de ti mismo. Solo has de sentarte en silencio y todo se hará cargo de sí mismo.

Robert Adams 


16 noviembre 2014

TRAER EL CIELO A LA TIERRA


Todo es energía, todo es Consciencia, todo es Mente.
La energía ni nace ni muere, únicamente se transforma.
El Todo (la Mente), ha creado la dimensión física (el mundo de las formas) a través de generar pensamientos. 
En el momento en que empieza a pensar, empieza a crear la ilusión (el mundo en el que vivimos).
A esta ilusión la hemos llamado ego ("Maya" en el Budismo).

El Todo está totalmente identificado con el ego, perdido en sus propios pensamientos (la ilusión).

El Todo se manifiesta a través de toda su creación. 
Los seres humanos somos la máxima perfección de su propia creación.
Los seres humanos somos los únicos que podemos Despertar del Sueño ilusorio (el ego, Maya).
El gran propósito de vivir es Despertar del Sueño, de Maya.

El Todo, únicamente puede tomar consciencia de sí mismo creando la existencia (las formas, el mundo) y experimentando en ella.

Poco a poco, a través de eones de reencarnaciones humanas, el Todo va experimentando y va tomando consciencia de sí mismo.
Por tanto, el mundo de la forma es tan sólo la ilusión creada por el Todo para experimentarse a sí mismo, para tomar consciencia de sí mismo.

Mientras haya pensamientos, habrá ilusión, habrá creación.

Sin pensamientos, únicamente hay una Mente calmada. 
Esta Mente calmada es llamada el Vacío en el Budismo.
Todo es Mente. Todo es energía. Todo es Vida.
La Mente es comparable con un vaso de agua: mientras hay pensamientos, el agua está agitada. Cuando no hay pensamientos, está calmada y serena.

¿Para qué estamos aquí?

Para experimentar nuestra propia creación y darnos cuenta de que no somos la misma. No somos nuestra ilusión, no somos Maya (ego).
Somos una Mente Divina, una Realidad Absoluta, una Inteligencia Suprema.
El fin del mundo, la aniquilación, es únicamente el fin de la ilusión, el fin de Maya. Es la liberación del Todo de su propia ilusión.

¿Qué es lo que quedará una vez el Todo se haya liberado de su propia ilusión?

Seguirá habiendo el Todo. Pero con un total conocimiento de sí mismo, con una total Conciencia de quién es.

¿Y entonces qué sucederá?

Una vez el Todo tenga un Total Conocimiento de Sí mismo, podrá seguir creando, pensando, pero sin perderse en sus propios pensamientos, sin identificarse con su propia ilusión.
Esto es lo que en muchas corrientes religiosas lo llaman "Traer el Cielo a la Tierra".

Camino al Despertar

15 noviembre 2014

EL MAESTRO ZEN


Llevamos nuestra función como si fuese una máscara. El rostro original permanece oculto. 
Si tienes mucho dinero, se ve en tu cara, porque está ocultando el rostro real. Si estás en algún asunto político, la política aparece por ahí.
Un maestro zen no es un maestro religioso ordinario. No es un sacerdote, ni un papa. No cree en la jerarquía. Lo que quiere es verte directamente y que tú le veas de la misma manera. No quiere que nada se interponga entre los dos.
Cuando te identificas con lo que haces, político, por ejemplo, el "político" es un gran impedimento que no permite la comunicación entre tú y el maestro. 
Cuando eres "político" no puedes estar relajado. Estás tenso. Cuando eres "político" no estas dispuesto a escuchar, estás dispuesto a ordenar. Cuando eres "político" no te inclinas ante nadie.

Un maestro zen no forma parte del mundo formal, y por eso es maestro zen. Vive fuera de la sociedad. Es un pasota, un rebelde.
No se preocupa de tus formalidades, porque la mentira continúa existiendo gracias a las formalidades, al igual que el ego.
La vieja mente debe dejarse fuera del templo; debe entrar como una pizarra limpia. Debe entrar en el templo como un niño, sin ninguna idea preconcebida acerca de quién es (sin ninguna identificación, sin etiquetas), entonces las cosas pueden comenzar a funcionar. Entonces la chispa del maestro puede prender en ti.

Los maestros zen son muy realistas, muy pragmáticos, muy prácticos. Creen en la inmediatez, y no en las explicaciones. Sacuden fuerte para despertarte.

Un maestro zen se limita a clavarte el clavo en la cabeza. En lugar de meterse en teorías, opta por los hechos. Crea la situación que provoca la ira en ti, para que te des cuenta de ella.
Los maestros zen te sacuden, gritan, saltan encima de ti, te abren la puerta para que te vayas, a fin de crear una situación en la que el problema cobre realidad, para que puedas despertar al problema de manera directa. El zen es directo. No cree en las cosas indirectas.

Osho