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29 mayo 2014

DIFERENCIA ENTRE EL AMOR Y EL APEGO


El apego es cuando quieres a una persona para que te haga feliz y te dé lo que tú deseas.
Es un sentimiento de dependencia, de enganche: "no puedo vivir sin ti", "sin ti mi vida no tiene sentido", "tú me haces feliz"...
Cuando hay enamoramiento, hay apego. Es un estado ilusorio de la mente. No hay libertad, sino dependencia, esclavitud.

En una relación de apego, la pareja necesita al otro para que él la complete, para que llene su vacío interior, para que la haga feliz. Y si no le da todo lo que necesita, hay un gran vacío interior y mucho sufrimiento.

Cuando en lugar de apego, hay amor en una pareja, lo más importante es "Desear que el otro sea feliz".
Pase lo que pase, decida lo que decida, tanto si está con nosotros o no, el amor verdadero únicamente desea la felicidad del otro.
No hay dependencia, pues cada uno es una fuente de amor, ninguno llena el vacío del otro, pues cada uno está lleno de amor, y entonces lo comparten.
En una relación de amor, hay libertad, hay expansión de la conciencia. Es una ayuda mutua para el camino espiritual de las dos personas que están compartiendo amor.

Enamorarse significa enapegarse. Es mental, egocéntrico, no hay madurez, hay escasez emocional y buscas al otro, necesitas al otro para que te llene y de haga feliz.
Cuando estás enamorado, te pierdes a ti mismo. Es una pérdidad de la conciencia, pues se vive en un estado totalmente ilusiorio, del ego.
En cambio, cuando en lugar de haber enamoramiento, hay amor como capacidad de comprensión, no hay ego, no hay mente, es un amor del corazón, del alma, y puedes estar con la otra persona, y en soledad, porque al estar tú lleno, al ser una fuente de luz y de amor, no necesitas que el otro te llene. Lo que haces cuando hay amor verdadero es darlo al otro para que sea feliz.

Camino al despertar

27 mayo 2014

EL FIN DEL SUFRIMIENTO Y DEL DOLOR. LA VERDADERA ALQUIMIA




Mientras sea incapaz de acceder al poder del Ahora, cualquier dolor emocional que usted experimente dejará un residuo de sufrimiento que permanecerá en usted.
Se funde con el dolor del pasado, que ya estaba allá, y se aloja en su mente y en su cuerpo.
Esto, por supuesto, incluye el dolor que sufrió cuando era niño, causado por la inconsciencia del mundo en el que nació.

Este dolor acumulado es un campo de energía negativa que ocupa su cuerpo y su mente. 

Si usted lo considera como una entidad invisible con derecho propio, está bastante cerca de la verdad.
Es el cuerpo del dolor emocional.
Tiene dos formas de ser: latente y activo.
Un cuerpo del dolor puede estar latente el noventa por ciento del tiempo. En una persona profundamente infeliz, sin embargo, puede estar activo hasta el cien por ciento del tiempo.

Algunas personas viven casi completamente a través de su cuerpo del dolor, mientras que otras pueden experimentarlo solamente en ciertas situaciones, tales como las relaciones íntimas o situaciones ligadas a pérdidas o abandono en el pasado, heridas físicas o emocionales y así sucesivamente.

Cualquier cosa puede dispararlo, especialmente si resuena con un patrón de dolor de su pasado: Cuando está listo para despertar de su etapa latente, incluso un pensamiento o un comentario inocente hecho por alguien cercano a usted puede activarlo.

Algunos cuerpos del dolor son molestos, pero relativamente inofensivos, como un niño que no deja de lloriquear, por ejemplo.

Otros son monstruos malignos y destructivos, verdaderos demonios. 
Algunos son violentos físicamente; muchos más lo son emocionalmente.
Algunos atacan a las personas que están cerca de usted, otros a usted, que es quien los aloja.
Los pensamientos y sentimientos que usted tiene sobre su vida, se vuelven entonces profundamente negativos y autodestructivos.
Las enfermedades y los accidentes se producen a menudo por eso. Algunos cuerpos del dolor llevan al suicidio a quienes los albergan.

Cuando usted pensaba que conocía a una persona y de repente se enfrenta por primera vez a esa criatura ajena y desagradable, recibe toda una conmoción. Sin embargo es más importante observarla en usted mismo que en el otro.

Esté atento a cualquier signo de infelicidad en cualquier forma, puede ser el cuerpo del dolor que despierta.
Puede tomar la forma de irritación, impaciencia, humor sombrío, un deseo de hacer daño, ira, cólera, depresión, la necesidad de drama en su relación amorosa y así sucesivamente. Atrápelo en el momento en que despierta de su estado latente.

El cuerpo del dolor quiere sobrevivir, simplemente como cualquier otra entidad existente, y sólo puede hacerlo si logra que usted inconscientemente se identifique con él. Entonces puede levantarse, dominarlo a usted, "volverse usted", vivir a través de usted. Necesita obtener su "alimento" a través de usted.

Se alimentará de cualquier experiencia que resuene con su propio tipo de energía, cualquier cosa que cree más dolor en alguna forma: rabia, destructividad, odio, tristeza, drama emocional, violencia e incluso enfermedad.
Así pues, el cuerpo del dolor, cuando lo ha dominado, crea una situación en su vida que refleja su propia frecuencia de energía para alimentarse de ella.
El dolor sólo puede alimentarse de dolor. No puede alimentarse de alegría, ya que la encuentra indigestible.
Una vez que el cuerpo del dolor lo ha dominado, usted quiere más dolor. Se vuelve una víctima o un victimario. Usted quiere infligir dolor, o sufrirlo, o las dos cosas. De hecho no hay mucha diferencia entre ellas. 
Usted no es consciente de esto, por supuesto, y afirmará vehementemente que no quiere sufrir.
Pero observe detenidamente y descubrirá que su pensamiento y su conducta están diseñados para conservar el dolor, en usted mismo y en los demás.


Si usted fuera verdaderamente consciente de ello, el patrón se disolvería, porque querer más dolor es demencia y nadie está demente conscientemente.


El cuerpo del dolor, que es la sombra oscura que proyecta el ego, tiene miedo en realidad de la luz de su conciencia. Tiene miedo de que lo descubran.

Su supervivencia depende de la identificación inconsciente que usted tiene con él, así como de su miedo inconsciente a enfrentar el dolor que vive en usted.
Pero si usted no lo enfrenta, si no trae la luz de su conciencia al dolor, se verá obligado a volverlo a vivir una y otra vez.
El cuerpo del dolor puede parecerle un monstruo peligroso que no soporta mirar, pero le aseguro que es un fantasma sin sustancia que no puede prevalecer contra el poder de su presencia.

Algunas enseñanzas espirituales afirman que todo el sufrimiento es en últimas una ilusión, y es verdad. La cuestión es:
¿Es verdad esto para usted?

Una mera creencia no lo hace verdad.
¿Quiere experimentar dolor por el resto de su vida y continuar diciendo que es una ilusión? ¿Lo libera esto de él?
De lo que se trata aquí es de cómo puede usted realizar esta verdad, es decir, hacerla real en su propia experiencia.


Así pues, el cuerpo del dolor no quiere que usted lo observe directamente y lo vea como es.

En el momento en que lo observa, en que siente su campo de energía en usted y dirige su atención hacia él, la identificación se rompe.
Ha aparecido una dimensión de conciencia más alta. La llamo presencia.
Ahora usted es testigo u observador del cuerpo del dolor. Esto significa que no puede usarlo ya aparentando ser usted, y ya no puede reaprovisionarse a través de usted. Usted ha encontrado su fuerza interior. Ha accedido al poder del Ahora.

¿Qué le ocurre al cuerpo del dolor cuando nos volvemos suficientemente conscientes como para romper nuestra identificación con él?

La inconsciencia lo crea; la conciencia lo transmuta en el mismo.

San Pablo expresa este principio universal bellamente: "Todo se manifiesta al ser expuesto a la luz, y todo lo que se expone a la luz se vuelve luz ello mismo".

Así como usted no puede luchar contra la oscuridad, no puede luchar contra el cuerpo del dolor. Intentar hacerlo crearía conflicto interior y por lo tanto más dolor. Observarlo es suficiente.
Observarlo implica aceptarlo como parte de lo que es en ese momento.


El cuerpo del dolor está constituido por energía vital atrapada que se ha separado de su campo de energía total y se ha vuelto temporalmente autónoma por medio del proceso antinatural de la identificación con la mente.
Se ha puesto en funcionamiento a sí misma y se ha convertido en anti-vida, como un animal que trata de devorar su propia cola.
¿Por qué cree usted que nuestra civilización se ha vuelto tan destructora de la vida? Pero incluso las fuerzas destructoras de la vida son energía vital.


Cuando usted empiece a dejar de identificarse y se convierta en el observador, el cuerpo del dolor continuará operando por un tiempo y tratará de engañarlo para que se identifique de nuevo con él.

Aunque usted ya no lo está energizando a través de su identificación, mantiene cierto impulso, lo mismo que una rueda que continúa girando por un rato aunque ya no esté siendo impulsada.
En esta etapa, puede producir también dolores físicos en diferentes partes del cuerpo, pero no durarán. Permanezca presente, consciente. Sea el guardián alerta de su espacio interior.
Necesita estar suficientemente presente para poder observar el cuerpo del dolor directamente y sentir su energía.
Entonces este no podrá controlar su pensamiento.
En el momento en que su pensamiento esté alineado con el campo de energía del cuerpo del dolor, usted estará identificado con él y alimentándolo de nuevo con sus pensamientos.


Por ejemplo; si la ira es la vibración de energía predominante del cuerpo del dolor y usted tiene pensamientos de ira, entreteniéndose con lo que alguien le hizo a usted o lo que usted le va a hacer, se ha vuelto inconsciente, y el cuerpo del dolor se ha convertido en "usted".

Donde hay ira hay siempre dolor bajo ella.
O cuando lo invade un humor sombrío y usted empieza a entrar en un patrón mental negativo y a pensar lo terrible que es su vida, su pensamiento se ha alineado con el cuerpo del dolor y usted se ha vuelto inconsciente y vulnerable a su ataque.
"Inconsciente", en la forma que uso la palabra aquí, significa estar identificado con algún patrón emocional o mental. Implica una ausencia total del observador.

La atención consciente sostenida, corta el lazo entre el cuerpo del dolor y sus procesos de pensamiento y efectúa el proceso de la transmutación.
Es como si el dolor se volviera combustible para la llama de su conciencia, que por consiguiente arderá con más brillo.

Ese es el significado esotérico del antiguo arte de la alquimia: la transmutación de un metal bajo, en oro; del sufrimiento en conciencia.
La ruptura interior es curada y usted vuelve a ser completo.
Su responsabilidad entonces es no crear más dolor.


Permítame resumir el proceso:

Enfoque la atención en el sentimiento que hay dentro de usted. Reconozca que es el cuerpo del dolor. Acepte que está allí. No piense en él, no deje que el sentimiento se transforme en pensamiento. No juzgue o analice. No se identifique. Permanezca presente y continúe siendo el observador de lo que está ocurriendo dentro de usted. Vuélvase consciente, no sólo del dolor emocional sino también de "el que observa", el observador silencioso. Ese es El poder del Ahora, el poder de su propia presencia consciente. Vea entonces lo que ocurre.

Si usted es capaz de estar alerta y presente en ese momento y observar lo que pasa en su interior, en lugar de ser dominada por ello, le proporcionará una oportunidad para la práctica espiritual más poderosa, y se hace posible una rápida transmutación de todo el dolor del pasado.





Eckhart Tolle

EL PERIODO POST-KARMÁTICO


Cuando has pasado una etapa de sufrimiento, del pago de un karma, y por fin acaba la "batalla", necesitas un tiempo de recuperación; tanto emocional, como mental, como físico y energético.
Cuando haya finalizado esta etapa de dolor y aprendizaje al mismo tiempo, descansa; relájate y ámate mucho. Rodéate de tus seres más queridos, pues el amor sana y aporta mucha energía, curación y vitalidad.
No te aferres al pasado, toma conciencia de que esta etapa karmática ha finalizado. No mires más el pasado con apego, suéltalo, libéralo, date el permiso de apartarlo de tu vida para poder seguir tu camino en el momento presente.

Durante la "batalla", hay mucha lucha interna, muchos cambios que debes hacer en tu interior; pues para poder cambiar la situación del exterior, debemos cambiarnos a nosotros mismos.

Muchas veces toma mucho tiempo el darnos cuenta de cuáles son los aspectos de nuestro interior que debemos sanar (cambiar, trascender), y durante este tiempo en el cual vamos tomando conciencia y sanando, el dolor y sufrimiento están ahí presentes.
Se trata de trascender un dolor, de un karma que está ahí y la vida nos ayuda a que salga a la superfície para liberarlo. Pero este proceso no es fácil, es muy difícil y a veces se requiere de años.

Pero en el momento en que ya has sanado ese dolor, que has trascendido, que has acabado ese karma, podrás sentir cómo tu alma se libera de un gran lastre, un gran peso en tu corazón, que te oprimía y te agotaba toda tu energía vital. Y es en este momento cuando tu alma, al renacer como el ave fénix de las cenizas, vuelve a ver la luz del sol, y tus ojos vuelven a brillar de felicidad y de amor, porque es tu alma que acaba de sanar.


Este proceso de sanación requiere un período de descanso, para recuperar tu energía y para tener paz.
Tu cuerpo físico se verá desfavorecido. Es a causa del sufrimiento. Y ahora podrás regenerarlo con complementos vitamínicos, con una alimentación muy sana y equilibrada y sobretodo con mucho amor.


Será una etapa más de tu vida, un karma menos, una lección más aprendida, una más elevación y expansión de tu conciencia y más sabiduría.
Porque la única manera en la que el alma se hace más sabia es a través del sufrimiento y de la comprensión.


Todos los acontecimientos que suceden en tu vida nos ayudan a ser mejores personas, seres más evolucionados y con más conciencia. Y a pesar de lo mucho que podemos estar sufriendo mientras lo estamos viviendo, una vez que ha finalizado y te has desapegado de ello, ya puedes decir: "prueba superada"!


Camino al despertar

26 mayo 2014

NO CREAR MÁS DOLOR EN EL PRESENTE


La mayor parte del sufrimiento humano es innecesario. Es creado por uno mismo, mientras la mente no observada maneje nuestra vida.
El dolor que usted crea ahora es siempre una forma de no aceptación, una forma de resistencia inconsciente a lo que es.

En el nivel del pensamiento, la resistencia es una forma de juicio. 

En el nivel emocional, es una forma de negatividad.
La intensidad del sufrimiento depende del grado de resistencia al momento presente, y ésta a su vez depende de la fuerza de su identificación con la mente.
La mente siempre busca negar el Ahora y escapar de él. En otras palabras, cuanto más identificado esté usted con su mente, más sufre.
O puede ponerlo en estos términos: cuanto más capaz sea de honrar y aceptar el Ahora, más libre estará del dolor, del sufrimiento y de la mente egótica.

¿Por qué habitualmente se niega o se resiste la mente al Ahora? 


Porque no puede funcionar y permanecer en control sin el tiempo, que es pasado y futuro, así que percibe el Ahora intemporal como una amenaza. 

El tiempo y la mente son de hecho inseparables.

Imagínese la Tierra sin vida humana, habitada sólo por plantas y animales. ¿Tendría todavía un pasado y un futuro? ¿Podríamos todavía hablar del tiempo de forma significativa? La pregunta "¿Qué hora es?" o "¿Qué día es hoy?" -si hubiera alguien para hacerla- no tendría ningún sentido. El roble o el águila quedarían perplejos ante tal pregunta. "¿Qué hora?" responderían. "Bueno, es ahora, por supuesto. ¿Qué más?"


Sí, necesitamos la mente, así como el tiempo, para funcionar en este mundo, pero llega un momento en el que se apoderan de nuestra vida y ahí es donde se establecen la disfunción, el dolor y la tristeza.
La mente, para asegurarse el control, busca continuamente cubrir el momento presente con el pasado y el futuro, y así la vitalidad y el potencial infinitamente creativo del Ser, que es inseparable del Ahora, queda cubierto por el tiempo. La verdadera naturaleza queda oscurecida por la mente.

Se ha acumulado una carga cada vez más pesada de tiempo en la mente humana. Todos los individuos sufren bajo este peso, pero también siguen aumentándolo a cada momento, siempre que ignoran o niegan el precioso momento o lo reducen a un medio para obtener un momento futuro, que sólo existe en la mente, no en la realidad.

La acumulación de tiempo en la mente humana individual y colectiva también carga una gran cantidad de dolor residual del pasado.

Si no quiere crear más dolor para usted y para los demás, si no quiere aumentar más el residuo de sufrimiento pasado que aún vive en usted, no cree más tiempo, o al menos no más del necesario para manejar los aspectos prácticos de su vida.


¿Cómo detener la producción de tiempo?


Dése cuenta profundamente de que el momento presente es todo lo que tiene.
Haga del Ahora el foco primario de su vida.
Mientras que antes usted habitaba en el tiempo y hacía breves visitas al Ahora, establezca su residencia en el Ahora y haga breves visitas al pasado y al futuro cuando se requieran para manejar los asuntos prácticos de la vida.
Diga siempre "sí" al momento presente.

¿Qué podría ser más fútil, más demente, que crear resistencia interior a algo que ya es?

¿Qué podría ser más demente que oponerse a la vida misma, que es ahora y siempre ahora? 
Ríndase a lo que es. Diga "sí" a la vida, y observe cómo ésta empieza súbitamente a funcionar a favor suyo y no contra usted.

Eckhart Tolle

19 mayo 2014

PAGAR UN KARMA


Cuando estás pagando un karma, hay mucho sufrimiento. Sientes que tu alma está oprimida y tu corazón se ha cerrado. 
Durante el pago del karma, no hay aceptación de la situación, pues es tan doloroso que nos cuesta mucho trabajo aceptar lo que estamos viviendo.
Habrá preguntas como : "¿por qué me pasa esto?" "¿para qué?" "¿qué es lo que tengo que resolver en mi interior?" "¿qué es lo que me está mostrando la vida que tengo que trabajarme a mi mismo?"... y miles de preguntas más.

Cuando estás pagando un karma, puedes llegar a sentir mucho enojo, rencor, incluso odio por la vida, sientes como una loza en tu espalda que te va empujando para abajo y te deja sin energía. Cuesta mucho esfuerzo vivir cuando hay sufrimiento, todo se siente más pesado, más denso.


Una de las cosas que he aprendido es que mientras estés pagando un karma, es muy importante tomar un tiempo de soledad para tener más contacto con tu interior; practicar meditación, realizar ejercicios de relajación como yoga, tai chi, etc. Es importante conectarte con tu Ser.

También es importante la observación; observar tu exterior y observarte a ti mismo. ¿Qué es lo que tu cuerpo siente con respecto a las decisiones que vas tomando en tu vida? ¿Si sientes una especie de malestar, de densidad, de "nube oscura" en tu interior, es señal de que las cosas no van bien. Y si por el contrario, sientes paz, una especie de fluir con la vida, como si te elevaras un poco hacia la libertad, entonces es que estás realizando acciones que traerán resultados positivos.

Lo que más deseamos cueando estamos pagando un karma, es saber cuándo va a acabar. Podemos saber el tipo de karma que estamos pagando, también podemos saber porqué se originó, pero nunca podemos saber cuánto tiempo debemos estar pagando este karma en concreto.

Si deseas reducirlo, haz caridad; ayuda a las personas que lo necesitan, sé generoso, amable, compasivo, bondadoso, escucha a los que necesitan aliviar su sufrimiento, trata a las personas con amor, con comprensión, y si alguien te enoja, no desees vengarte y causarle algún daño, simplemente déjalo estar.
Aléjate de toda situación negativa, o si no puedes alejarte, responde con amor.
Si no te comprenden o piensan que eres un "loco" y un "raro", déjales que lo piensen. Es su percepción, y no tiene porqué ser verdad.

Para reducir tu karma, debes poner a la práctica el Dharma (ser bondadoso y ayudar a los demás, y si no puedes ayudarles, no les causes sufrimiento).


Sabrás que has acabado de pagar tu karma cuando sientas una especie de liberación. Dejarás de sentirte oprimido, tu corazón volverá a abrirse y ya no sentirás sufrimiento, sino paz.

Y verás que en el exterior, esa situación tan dolorosa que no se acababa nunca, de repente desaparece, se extingue, como si no hubiera pasado nada.
Te llevarás contigo un gran aprendizaje y sabiduría. Eso es lo que importa, es el objetivo del karma, que aprendas la lección.
Y sentirás que habrás subido un peldaño más en tu escalera de evolución. 
Prueba superada, karma finiquitado.

Y no olvides que no es el exterior lo que hay que cambiar, sino tu interior.

El exterior simplemente es el espejo que te está mostrando lo que debes cambiar tú, y usarás el exterior como una herramienta para ir manifestando tus cambios internos.

Camino al despertar

EL FINAL DEL DRAMA EN TU VIDA


“Nadie que está en unión consigo mismo puede siquiera concebir el conflicto.”

Cuando usted vive en una aceptación completa de lo que es, ese es el final de todo el drama en su vida.

La mayoría de las llamadas "cosas malas" que ocurren en la vida de las personas se deben a la inconsciencia. Son creadas por uno mismo, o más bien creadas por el ego.
A veces me refiero a esas cosas como “drama”. Cuando usted es plenamente consciente, el drama ya no viene a su vida.
Déjeme recordarle brevemente cómo opera el ego y cómo crea el drama.
El ego es la mente no observada que gobierna su vida cuando usted no está presente como la conciencia testigo, como el que observa. 
El ego se percibe a sí mismo como un fragmento separado, en un universo hostil, sin conexión real interior con ningún otro ser, rodeado de otros egos que, o bien ve como una amenaza potencial o que intentará usar para sus propios fines.
Los patrones básicos del ego están diseñados para combatir su propio miedo y su sensación de carencia, que están profundamente arraigados. Son la resistencia, el control, el poder, la codicia, la defensa, el ataque. Algunas de las estrategias del ego son extremadamente inteligentes, pero nunca resuelven verdaderamente ninguno de sus problemas, simplemente porque el ego mismo es el problema.

Cuando los egos se juntan, sea en las relaciones personales o en las organizaciones o instituciones, ocurren cosas “malas” tarde o temprano: drama de un tipo u otro, en forma de conflicto, problemas, luchas de poder, violencia física o emocional, etc.
Esto incluye males colectivos tales como la guerra, el genocidio y la explotación, todos debidos a la inconsciencia masificada. Más aún, muchos tipos de enfermedades son causados por la resistencia continua del ego, que produce restricciones y bloqueos en el flujo de energía que circula por el cuerpo.
Cuando usted se vuelve a conectar con el ser y no está ya dominado por su mente, deja de crear esas cosas. Ya no crea o participa en el drama.

Siempre que dos o más egos se juntan, sigue el drama de uno u otro tipo. Pero incluso si usted vive totalmente solo, puede crear su propio drama. Cuando usted siente pesar de usted mismo, hay drama. Cuando se siente culpable o ansioso, crea drama. Cuando permite que el pasado o el futuro oscurezcan el presente, usted está creando tiempo, tiempo psicológico, el material del que está hecho el drama. Siempre que usted no está honrando el momento presente permitiéndole ser, usted está creando drama.

La mayoría de las personas están enamoradas del drama particular de su vida. Su historia es su identidad. El ego gobierna su vida. Tienen todo su sentido de ser invertido en él. Incluso su búsqueda -habitualmente sin éxito- de una respuesta, de una solución o de curación forma parte de él. Lo que más temen y se resisten a aceptar es el fin de su drama. Mientras sean su mente, lo que más temen y a lo que más se resisten es a su despertar.

Cuando usted vive en una aceptación completa de lo que es, ese es el final de todo drama en su vida.
Nadie puede tener siquiera una discusión con usted, no importa cuánto lo intente. Usted no puede discutir con una persona completamente consciente.

Una discusión implica identificación con su mente y una posición mental, así como resistencia y reacción a la posición de la otra persona. El resultado es que los polos opuestos se energizan mutuamente. Esa es la mecánica de la inconsciencia.
Usted puede todavía establecer su punto de vista clara y firmemente, pero no habrá fuerza reactiva tras ella, ni defensa o ataque. Por ello, no se convertirá en drama. Cuando usted es completamente consciente, deja de estar en conflicto.

Nadie que está en unión consigo mismo puede siquiera concebir el conflicto”, afirma Un Curso sobre Milagros.

Esto se refiere no sólo al conflicto con las demás personas sino más fundamentalmente al conflicto consigo mismo, que cesa cuando ya no hay ningún choque entre las demandas y expectativas de su mente y lo que es.

Eckhart Tolle

¿CÓMO SOLTAR? ¿CÓMO DEJAR IR?


¿Qué cosas pesadas tienes en tu vida ahora mismo?
Problemas de trabajo, de pareja, de salud, de dinero, etc.

¿Es tan pesado?
Solo es pesado cuando lo sostienes. Si lo sueltas, dejará de ser pesado. Es como sujetar un palo en una mano; si lo mantienes sostenido, sera pesado, así que suéltalo.

¿Y porqué no podemos soltarlo? ¿Por qué cuesta tanto dejarlo?
Porque nos aferramos a nuestras propias emociones de seguir sosteniendo esa cosa en particular.
Es nuestro apego a ello lo que nos impide soltarlo.

El primer modo de soltar, de dejarlo pasar es descartar las cosas. No hay que vivir una vida tan complicada, con tantas preocupaciones, con tantas cargas a tu espalda, y eso no te permite vivir livianamente, con libertad. Es como tener una gran mochila, muy pesada, que no te deja viajar cómodamente. Y caminas por la vida con esta mochila y no sabes cómo quitártela. Te vas a cansar mucho. Te vas a poner enfermo. Y no vas a tener ninguna felicidad, y vas a ser un gruñón porque todos los momentos de tu vida estarás exhausto, agotado, en tu mente.

¿Y porqué estás tan agotado?
Porque has estado llevando demasiadas cosas en la mochila alrededor de tu mente.
Así que mira en esa mochila y pregúntate: ¿Qué puedo tirar?
Esta es la primera manera de dejar ir, de soltar. Ver lo que se puede tirar.

Las preocupaciones sobre el pasado o el futuro, no sirven para nada. Tíralas y serás libre. El pasado es una prisión, y puedes salir en cualquier momento que tú lo desees. Solo hay que dejar de aferrarse a esa preocupación.
Una vez que tienes el coraje de soltar el pasado, eres libre. Lo que ocurre es que muchas personas tienen un enorme miedo a la libertad, por eso siguen aferrados a su pasado, en sus preocupaciones.
Pero esa gran carga, ese gran dolor que sueltas, dejas ir, te permite sanar y alcanzar una sensación maravillosa de paz y libertad.
Se aprende mucho del pasado, pero no es necesario llevarlo como una carga toda la vida. Se aprende más cuando logras dejar ir tu pasado.

Y lo mismo debemos hacer con el futuro, y con los pensamientos negativos, y las quejas y las emociones negativas. Soltarlas.

Camino al despertar

EL DESPERTAR DE ECKHART TOLLE


Hasta los treinta años, viví en un estado de ansiedad casi contínua, salpicada con períodos de depresión suicida. Ahora lo siento como si estuviera hablando de una vida pasada o de la vida de alguien diferente.
Una noche, no mucho después de cumplir veintinueve años, me desperté de madrugada con un sentimiento de absoluto terror. Había despertado con ese sentimiento muchas veces antes, pero esta vez era más intenso que nunca. El silencio de la noche, los contornos vagos de los muebles en la habitación oscura, el ruido distante de un tren, todo parecía tan ajeno, tan hostil y tan absolutamente sin sentido que creó en mi un profundo aborrecimiento del mundo. Lo más odioso de todo, sin embargo, era mi propia existencia. ¿Qué sentido tenía continuar viviendo con esta carga de desdicha? ¿Por qué seguir con esta lucha contínua? Podía sentir un profundo anhelo de aniquilación, de inexistencia, que se estaba volviendo mucho más fuerte que el deseo instintivo de continuar viviendo.
"No puedo seguir viviendo conmigo mismo". Este era el pensamiento que se repetía contínuamente en mi mente. Entonces súbitamente me hice consciente de cuán peculiar era este pensamiento. "¿Soy uno o dos? Si no puedo vivir conmigo mismo, debe haber dos: el 'yo' y el 'mí mismo' con el que 'yo' no puedo vivir". "Quizá", pensé, "sólo uno de los dos es real".
Esta extraña revelación me aturdió tanto que mi mente se detuvo. Estaba completamente consciente, pero no había más pensamientos. Después me sentí arrastrado hacia lo que parecía un vórtice de energía. Al principio era un movimiento lento y después se aceleró. Me sobrecogió un intenso temor y mi cuerpo empezó a temblar. Oí las palabras "no te resistas a nada" como si fueran pronunciadas dentro de mi pecho. Sentía como si me arrastrara a un vacío. Sentía que el vacío estaba dentro de mí en lugar de afuera. De repente, ya no sentí más miedo y me dejé caer en aquel vacío.
No recuerdo lo que pasó después.

Me despertó el canto de un pájaro en la ventana. Nunca había oído un sonido así antes. Mis ojos aún estaban cerrados y vi la imagen de un diamante precioso. Sí, si un diamante pudiera producir un sonido, sería así. Abrí mis ojos. La primera luz del amanecer se filtraba por las cortinas. Sin ningún pensamiento, sentía, sabía que hay mucho más en la luz que aquello de lo que nos damos cuenta. Aquella suave luminosidad filtrándose a través de las cortinas, era el amor mismo. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Me levanté y caminé por la habitación. La reconocía y sin embargo sabía que antes no la había visto verdaderamente. Todo era fresco y prístino, como si acabara de nacer. Tomé cosas, un lápiz, una botella vacía, maravillándome ante la belleza y la vividez de todo.

Aquel día caminé por la ciudad en total asombro por el milagro de la vida sobre la tierra, como si acabara de nacer a este mundo.
En los cinco meses siguientes viví en un profundo estado de paz y embelesamiento ininterrumpidos. Después esta condición disminuyó algo en intensidad o quizá me pareció porque se volvió mi estado natural. Podía funcionar todavía en el mundo, aunque me daba cuenta de que nada de lo que hiciera podría añadir algo a lo que ya tenía.

Sabía, por supuesto, que algo profundamente significativo me había ocurrido, pero no lo entendía en absoluto. Solamente varios años después, luego de haber leído textos espirituales y de haber pasado tiempo con maestros, me di cuenta de que lo que todo el mundo buscaba ya me había ocurrido a mí.
Comprendí que la intensa presión del sufrimiento aquella noche debió haber forzado a mi conciencia a retirarse de su identificación con aquel ser infeliz y profundamente temeroso, identificación que es en últimas una ficción de la mente.
Esta retirada debió ser tan completa que este ser sufriente y falso se derrumbó inmediatamente, como cuando se le quita el tapón a un juguete inflable.
Lo que quedó después fue mi verdadera naturaleza, como el eterno presente que Yo soy: la conciencia en su estado puro, anterior a la identificación con la forma.
Más tarde, aprendí también a entrar en ese reino interior, ajeno al tiempo y a la muerte que había percibido originalmente como un vacío y a permanecer completamente consciente.
Viví en estados de arrobamiento y santidad tan indescriptibles que incluso la experiencia original que acabo de describir palidece en comparación. 

Llegó un momento en el que, por un tiempo, no quedó nada de mí en el plano físico. No tenía relaciones, ni empleo, ni hogar, ni identidad socialmente definida. Pasé casi dos años sentado en los bancos de los parques en un estado de intenso gozo.
Pero incluso las experiencias más bellas vienen y se van. Más fundamental, quizá, que cualquier experiencia, es la corriente subterránea de paz que no me ha abandonado desde entonces. A veces es muy fuerte, casi palpable, y los demás la pueden sentir también. En otras ocasiones, está en alguna parte en el fondo, como una melodía distante.

Después, la gente venía ocasionalmente a mí y me decía: "Quiero lo que usted tiene. ¿Puede dármelo o mostrarme cómo lograrlo?" Y yo decía: "Usted ya lo tiene. Sólo que no puede sentirlo porque su mente hace demasiado ruido".
Esta respuesta creció después hasta convertirse en el libro que usted tiene en sus manos (El poder del ahora).
Sin darme cuenta, tenía una identidad externa de nuevo. Me había convertido en un maestro espiritual.

Eckhart Tolle
"El poder del ahora"

17 mayo 2014

LA ACEPTACIÓN. ¿POR QUÉ NOS CUESTA TANTO ACEPTAR?


Ante una situación muy dolorosa, cuando sentimos que nuestro barco se hunde, que no somos capaces de mantenernos a flote, que no conseguimos lo que queremos en la vida, el reconocimiento que creemos merecer, o que nuestros problemas no paran de crecer, hemos de pararnos y averiguar la causa: ¿Qué hay en mí que crea ésto y qué puedo hacer para resolverlo?.
Es decir, hemos de aceptar la situación en sí misma, y sin buscar culpables, asumir que es uno mismo quien tiene el problema y solo uno mismo puede resolverlo.
¿Y de qué manera resolverlo?
Hemos de cambiar nosotros, nuestro interior, para que luego sea el exterior el que cambie.
Todo lo que es adentro, es afuera; si yo vibro con emociones negativas, como la ira, el enojo, la ansiedad, preocupación, tristeza, egoísmo, etc. el exterior me reflejará estas emociones, por lo tanto, no podemos esperar un exterior positivo.

Aceptar no es fácil, para poder aceptar, primero debemos comprender.

Estos son los pasos previos a los que recurrimos:

1. NEGACIÓN. En primer lugar negamos lo que está ocurriendo, como si la situación no estuviera sucediendo. Mientras negamos, no asumimos la realidad. Desgastamos tiempo y energía, pues negar no hace que el conflicto deje de existir.


2. IRA. Después de negar, surge el enfado; empiezas a ver que todas las injusticias del mundo recaen sobre ti. No puedes evitar que esa rabia interior se extienda a otras áreas de tu vida afectándote. Estarás más despistado, y menos concentrado en tu vida en general. No puedes quitarte el enojo y lo llevas puesto contigo en todo momento. Entonces estás irradiando esa emoción al exterior, y como consecuencia, atraes más de lo mismo.


3. NEGOCIACIÓN O REGATEO. Tu mente urdirá planes que te harán enfrentarte a la situación, pero será desde la rabia, con lo cual los efectos serán cada vez más negativos y menos propicios para ti.


4. DEPRESIÓN. Sientes que no puedes hacer nada. Te vas hundiendo, sintiéndote víctima inocente sin salida. Eres incapaz de encontrar una solución, de reponerte, de hacer justicia. Te conviertes en un blanco fácil para los depredadores porque ya no tienes fuerza.


5. ACEPTACIÓN. Justo cuando parece que no puedes salir del hoyo, cuando tu mente controladora se ha rendido agotada, es cuando sin remedio y ya sin resistencia aceptas y la solución aparece ante tus ojos con una claridad tan nítida que te sorprende no haberlo visto antes.


Todos estos pasos que damos antes de llegar a la aceptación, nos desgastan, nos quitan energía, y nos sumergen en un estado profundo de sufrimiento.
Cualquier problema, conflicto, situación hostil que estés viviendo, está en ti. Buscar fuera no soluciona nada, tan solo es una pretensión de hallar culpables para salirte de rositas y eso nunca funciona. Porque eres tú quien está viviendo la situación incómoda, por eso eres tú quien ha de resolverla. Desde la negación, la ira, el regateo o la depresión jamás lo harás ya que justamente son las barreras que te impiden esa toma de conciencia necesaria para la aceptación.
Solo asumir y aceptar que el problema está afectando negativamente tu vida, te aportará la calma y reflexión necesarias para poder reparar todo lo dañado. Un ser capaz de resolver sus conflictos con inteligencia y creatividad, una persona que no cae víctima de las circunstancias externas porque sabe que todo problema tiene una solución inteligente.


Cuanto antes aceptes, antes resuelves.


Camino al despertar

11 mayo 2014

TRASCENDER LA MENTE Y OBTENER LA ILUMINACIÓN


Cuando estás en la mente (la mente racional, el pensamiento, el ego), surgen todo tipo de ilusiones, percepciones erróneas y dolores que han permanecido ocultos en nuestro interior y salen a la superfície cuando se da una situación concreta en la vida.
Cuando estás en la mente, no eres, simplemente te identificas con el pensamiento, con el sentimiento y crees que la realidad es lo que tú percibes y lo que tú ves.
Dependiendo de tu grado de evolución, de tu madurez, de tu vibración, el estar en la mente puede ser muy doloroso; o por el contrario, si tienes un grado de evolución y madurez bastante elevado, puedes comprender con menos dificultad y más rápidamente y entonces "salir" de este rol de sufrimiento que tú mismo te has creado.

Cuando estás en el Ser, en la no-mente, en el no-pensamiento, en el no-ego, es cuando vives la realidad tal y como es. Esto solo es posible hacerlo en el momento presente, justo en este mismo instante, aquí y ahora.
Si te identificas con la mente, toda tu realidad será una ilusión, son tus percepciones erróneas, creadas por ti mismo a partir de un pensamiento, un sentimiento.
Si estás en el aquí y ahora, en el Ser, dejas de identificarte con la mente y fluyes con lo que Es, con el Tao, con el Todo. Y cuando estás en este estado, no hay lugar para sufrimiento, ni ilusiones, simplemente Eres uno con el Todo.

Cuando estás en la mente (el pensamiento, el ego), no eres feliz. Quieres que tu vida sea diferente, no aceptas lo que se te ha dado, eres un mendigo, pues deseas que tu vida sea diferente de lo que es. 
Nunca puedes encontrar la felicidad mientras estés en la mente. Para encontrar la felicidad, debes ir más allá, debes trascender la mente, estar en el Ser (el alma, el corazón). 

Cuando estás en el Ser (en la no-mente), todo lo que hay en tu vida lo encuentras perfecto, no deseas que las cosas sean diferentes, pues comprendes que todo lo que hay está bien, es correcto, es perfecto. Tienes paz interior y no hay lucha, no hay resistencia.


Cuando estás en la mente, al no ser feliz, no aceptas lo que hay en tu vida, deseas cambiarlo, entonces pones resistencia, hay lucha interior.

Para encontrar la verdadera felicidad y poder cambiar tu vida, no debes estar en la mente, debes estar más allá de la mente, debes estar en el Ser (el alma, el corazón, la no-mente). Y esto solo se consigue con la práctica espiritual; meditación cada día, u oración.

Si practicas estas dos cosas cada día, la meditación o la oración, al cabo de unos años, habrás trascendido la mente y estarás en el Ser, entonces todo te parecerá perfecto, ya no serás un mendigo, y además, podrás lograr tus deseos.
Este es el estado de Buda y Cristo, es el estado de Iluminación.


La Iluminación es permanente, es un estado que permanece todos los días.
Ahora, quizás habrá algunos días en los que trasciendas la mente y estés en el Ser, lo veas todo bello, perfecto, sientas paz en tu interior y ningún deseo de cambiar tu vida, pero este estado puede durar muy poco y luego vuelvas a "caer" en el estado dormido, en la mente. Para poder llegar a la iluminación, el estado permanente del Ser, debes hacer la práctica espiritual todos los días: meditación u oración

Camino al despertar

07 mayo 2014

¿CÓMO DESARROLLAR LA MAESTRÍA DE LA MENTE?


Para desarrollar la maestría de la mente, debemos desarrollar nuestra inteligencia y nuestro corazón (la bondad).
Si solo desarrollas una de estas dos cualidades, no podrás desarrollar la maestría de la mente.
Podrás ser una persona muy inteligente, con un gran trabajo, gran éxito, pero si al llegar a casa, no hay amor y afecto con la familia, no serás feliz, no podrás desarrollar la maestría de la mente.

Las cualidades más básicas para desarrollar la maestría de la mente son:


1. Lo primero es una alimentación sana, que te haga digerir bien.
Evitar el azúcar y todos aquellos alimentos que no digieras bien.
Nuestras emociones negativas se encuentran principalmente en la zona de los intestinos. Cuando no nos sentimos bien, estamos tristes, nerviosos, o deprimidos, etc, no solemos tener hambre. Es muy importante hacer bien las digestiones para poder desarrollar emociones positivas, paz y bienestar. Tomar una cucharadita de aceite de almendras dulces, antes de ir a dormir, es muy beneficioso para la salud.

2. Lo segundo es ser bondadoso.
Si deseas desarrollar tu mente, tu inteligencia, debes también desarrollar tu corazón, la bondad.
Si alguien de tu familia o alguien muy cercano a ti sufre y te afecta su sufrimiento, debes hacer todo lo posible para que sea feliz. Si te afecta mucho su sufrimiento, es porque estás muy apegado a esa persona. Si no sabes cómo ayudarla, por lo menos no le hagas daño. No discutas con ella, háblale con amor. Discutir con las personas que amamos, nos hace infelices.

Cuando desarrollas la bondad, todos los que están a tu alrededor, sentirán una gran felicidad al estar a tu lado.
Si tu corazón está cerrado, no tendrás capacidad para perdonar a los demás. Si tu corazón está desarrollado, podrás perdonar y ayudar a los demás a que sean felices.

¿Cómo podemos desarrollar el corazón?

Para desarrollar el corazón, tu alma debe estar despierta. Y en el momento en que tu alma esté despierta, tu mente no te va a molestar. Habrás desarrollado la compasión. Ya no tendrás ira, rabia, enojo, irritabilidad, etc.
Para desarrollar la compasión, tu corazón debe estar abierto. Si tu corazón está cerrado, por miedo, no podrás desarrollar la compasión y sentirás emociones negativas; ira, enojo, irritabilidad, odio, etc.
Si quieres desarrollar tu mente, primero tu corazón debe estar en paz.
Para tener paz, simplemente todos los días, debes sentarte en quietud, durante 15 minutos a meditar. Y profundizar en esta paz. Y automáticamente entrarás en este profundo silencio que hay dentro de ti. Estos son los cimientos para la felicidad y para el desarrollo intelectual.
Sin crear paz en tu corazón, no puedes desarrollar tu mente. 

¿Cómo podemos desarrollar nuestra mente?

Para poder desarrollar tu mente, debes amar tu trabajo.
Si has elejido tu trabajo, no debes quejarte, porque sino, déjalo.
Si tu mente está desarrollada, puedes tomar las decisiones correctas.
Tomar la elección correcta es asumir la responsabilidad de completar lo que te has prometido a ti mismo.

¿Cuál es el principio básico de la maestría de la mente?

Cuando hagas cualquier cosa, cualquier trabajo, debes hacerlo al 100%; poniendo tu mente, corazón y alma en lo que estás haciendo.
No te preocupes de si estás cobrando menos dinero, o el trabajo es muy aburrido, o no tienes futuro en ese trabajo. Cualquier trabajo que se te haya dado o que tú hayas elejido, hazlo lo mejor que puedas.
La mente de una persona desarrollada completa todo lo que empieza. Solo una gran mente puede completar todas las cosas.
Una mente débil, empieza, pero cuando las cosas se ponen difíciles intenta huir de ese trabajo.
Debes aprender a dar, a ayudar a los demás. Agradecer por todo lo que la vida te ofrece y hacerlo lo mejor que puedas.
Para tener una gran vida, debes desarrollar armonía entre el corazón y la mente.
Si no tienes el corazón y la mente desarrollados, no puedes tomar ninguna decisión.

¿Cuál es el problema de las personas no desarrolladas?

Si no están en una relación, están desesperados por empezar una relación.
Si están en una relación, dudan de seguir con esa persona y casarse o buscar otra relación.
Y si ya se han casado, entonces empiezan a pensar en la separación.
Y cuando se separan, sufren de nuevo.
Esto sucede cuando la mente y el corazón no están desarrollados.
Lo que sea que quieras hacer en la vida, hazlo al 100%. No hagas las cosas a medias, ni con dudas, porque sino, sufrirás toda la vida.

Swami Purohit

Fuente: http://www.youtube.com/watch?v=TcmgSUXpzXE

03 mayo 2014

LOS 3 "TÚ" QUE HAY EN TI


1. LA PERSONALIDAD

Este término procede del griego "persona". En la tragedia griega se utilizaban máscaras, y la voz salía de detrás de la máscara. "Sona" significa «voz», «sonido», y "per", «a través de la máscara». No se conoce la cara real, quién es el actor. Está la máscara, y por ella sale la voz. Parece que viene de la máscara, y no se ve la cara real.
Tú tienes muchas máscaras, una sobre otra, como las capas de una cebolla. Si te quitas una máscara tienes otra, y si te quitas esa tienes otra. Y si sigues escarbando, te sorprenderá cuántas caras llevas. Llevas varias vidas coleccionándolas, y todas te resultan útiles, porque tienes que cambiarlas muchas veces.
Si hablas con tu hijo no puedes ponerte la misma cara que cuando hablas con tu jefe.
Ese es el primer tú, el tú falso, que también puede llamarse el ego. Te lo ha dado la sociedad. Te han arrebatado la verdad y te han dado un sustituto, y a causa de esas caras sustituibles no sabes quién eres.

El zen dice: «A menos que conozcas tu cara original, no sabrás qué es Buda».

Porque Buda es tu cara original. Naciste como un Buda, pero estás viviendo en una ilusión, en una mentira.
Eres cristiano, hindú o musulmán, pero esa careta no es la tuya, te la han dado los demás y te han condicionado con ella. A ti no te preguntaron nada, no te pidieron permiso; te la impusieron por la fuerza. Todos los sistemas educativos son violentos, porque no te tienen en cuenta. Tienen ideas preconcebidas, saben qué es lo bueno y lo malo, y te lo imponen. El niño está tan desvalido y es tan delicado que lo pueden moldear. Y eso es lo que hace la sociedad. Antes de que el niño se haya fortalecido lo suficiente, ya tiene mil y un traumas; está paralizado, envenenado.
Cuando quieras saber quién eres, tendrás que abandonar todas las respuestas que te han dado.
Por eso se ha definido el zen de la siguiente manera: «Dirigido directamente al corazón humano. Ver la naturaleza y transformarse en un Buda. No apoyarse en las letras. Una transmisión distinta, aparte de las escrituras».
La verdad está en ti, y es en tu interior donde has de encontrarla. «Ver la naturaleza y transformarse en Buda. Dirigido directamente al corazón humano.» No tienes que ir a ninguna parte. Vayas donde vayas, serás tú mismo.
El verdadero cambio que se tiene que producir no es de lugar, no tiene que producirse fuera, sino dentro. Y la transformación no se produce mejorando la personalidad, sino abandonándola.
La mentira no puede convertirse en la verdad. No hay forma alguna de mejorar la mentira para que se convierta en la verdad. Siempre seguirá siendo la mentira.
La mentira te dice: «Ve en busca de la verdad. Mejora tu carácter, tu personalidad. Busca la verdad, transfórmate en esto, transfórmate en lo otro». Pero la verdadera transformación es simplemente abandonando la mentira, porque tú ya eres la Verdad. Pero crees que eres la mentira que te ha impuesto la sociedad.
La verdad es el presente, este mismo momento, ahora mismo.

De modo que el primer «tú» es la mentira, la actuación, la pseudopersonalidad que te rodea, la cara que ofreces a la galería, la falsedad. Es un engaño. La sociedad te lo ha impuesto y tú has colaborado en ello. Tienes que dejar de colaborar con esa mentira de la sociedad, porque solo cuando te quedas al desnudo eres tú mismo. Todos los ropajes son un invento social. Todas las ideas y las identidades que crees poseer son un invento social, algo que te han creado los demás. Y tienen sus motivos para hacerlo. De esta forma se aprovechan de ti sutilmente. Te explotan.
La auténtica explotación no tiene un carácter económico ni político; la auténtica explotación es la psicológica.
¿En qué consiste la explotación psicológica?
La explotación psicológica consiste en no permitir que nadie sea uno mismo, que nadie sea aceptado tal y como es, que no se respete a nadie.
¿Cómo respetar a las personas si no las aceptamos como son?
Si les impones cosas y después las respetas, lo que respetas son tus propias imposiciones. No respetas a las personas como son.
La humanidad debe tomar conciencia de la falsedad de la personalidad y abandonar este primer "tú".

2. EL "TÚ" REPRIMIDO, INSTINTIVO, INCONSCIENTE

Se trata de todo lo que la sociedad no ha permitido, de todo lo que la sociedad ha metido a la fuerza en tu ser y allí lo tienes encerrado.
Solo aparece en tus sueños, en metáforas, o cuando estás borracho, cuando no tienes control sobre ti mismo. El resto del tiempo está lejos de ti, y es más auténtico, no es falso.
Las psicologías humanistas han contribuido enormemente a que se tome conciencia de todo lo que grita en nuestro interior, de lo que ha sido reprimido, aplastado. Y en eso consiste la parte vital. Esa es la vida real, la vida natural.
Las religiones la han condenado, calificándola de parte animal, la han condenado al considerarla el origen del pecado. No es el origen del pecado, sino de la vida. No hay nada de malo en lo animal. Los animales son hermosos, como los árboles. Viven desnudos, con sencillez. Aún no los han destruido los sacerdotes y los políticos, aún forman parte de Dios. Solo el ser humano se ha extraviado. El hombre es el único animal anormal sobre la faz de la tierra, mientras que los demás animales son normales. De ahí su alegría, su belleza, su salud, de ahí su vitalidad.
Y con los niños sucede lo mismo, son bellos, llenos de alegría, salud y vitalidad, como los animales. Un niño es hermoso, mientras que un adulto deja de fluir, se bloquea.

3. EL "TÚ" DIVINO, AUTÉNTICO, VERDADERO

En ti existe un tercer «tú», el tú auténtico, la cara verdadera, que sobrepasa el «tú» primero y el segundo. Lo trascendental, la «budidad», la conciencia pura, sin fisuras, sin divisiones.
El primer tú tiene un carácter social; el segundo, natural; el tercero, divino.
No digo que el primer "tú" no resulte útil. Si existe el tercero, el primero se puede emplear. Si existe el tercero, también se puede emplear el segundo, pero siempre y cuando exista el tercero.
Si el centro funciona, también irá bien la periferia, porque la circunferencia estará en su sitio. Pero si solo tenemos el centro, sin la circunferencia, todo acabará en una especie de muerte.
Eso es lo que ha ocurrido con el ser humano. Por eso tantos pensadores sostienen que la vida carece de sentido. No es así. Solo se debe a que se ha perdido el contacto con el origen del sentido.
A menos que eches raíces en la «budidad», no florecerás, no cantarás, no sabrás en qué consiste una fiesta.
¿Y cómo se puede conocer a Dios si no se sabe lo que es festejar?
Si os habéis olvidado de bailar, si os habéis olvidado de cantar y de amar, Dios ha muerto. Esto no significa que Dios esté muerto, sino que está muerto en vosotros, en ti. Tu árbol se ha secado, ha desaparecido la savia. Tendrás que volver a encontrar raíces. ¿Y dónde encontrar esas raíces? Hay que encontrarlas aquí y ahora.

Osho