cientos y cientos de pensamientos circulando por tu cabeza,
y una desagradable sensación de incerteza...
pues esto parece la más intensa locura,
y no puedes realmente permanecer en calma y cordura.
"Esto no me gusta", afirma la mente con rigidez,
"Deseo que esto sea diferente", declara con rapidez...
pues solo el juicio y la condena van de la mano,
a obra de este "yo" que parece tener tanto mando.
Solo un ser entregado deviene realmente evolucionado,
en ausencia de identidad y carente de personalidad...
Mas siempre permanece totalmente silente,
experimentando la vida en completa libertad.
¿Para qué vivir limitado a un patrón ya establecido?
cuando realmente muchas cosas no tienen sentido...
¿Qué propósito tiene desear con tanta frivolidad?
si con ello alimentas tu sufrimiento y tu falta de realidad.
Vivir en el juicio es limitarte a ti mismo,
impidiendo que algo realmente mágico surja del abismo...
Despréndete del "yo quiero" y del "yo deseo",
y permanece totalmente en tu propio centro...
Solo cuando abandonas todo tipo de aferramiento,
y te estableces plenamente en el Silencio,
es cuando muere esa parte que niega todo suceso,
y resurge en ti la paz y alegría de estar siendo.
¿Quién es el que juzga? ¿Quién es el que desea?
una creencia surgida de la mente pensante,
que establece las leyes en función de patrones e infames,
impidiendo así que la luz de la sabiduría se manifieste.
Por tanto, ¿qué sentido tiene desear?
cuando la verdadera belleza surge de la paz...
Y mientras haya el más mínimo deseo y juicio,
mientras haya un solo pensamiento en circuito,
no solo estarás limitado y lleno de calamidad,
sino que no podrás nunca en el Paraíso entrar.
Camino al Despertar