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02 septiembre 2014

RELACIONES ENTRE PADRES E HIJOS



"Si te crees muy iluminado, ve y pasa una semana con tus padres".
(Ram Dass).
La relación con los padres es una buena prueba para nuestro grado de presencia.
Mientras más pasado compartido haya en la relación, más debemos estar presentes; de lo contrario nos veremos obligados a revivir el pasado una y otra vez.
Si no hay una buena relación con nuestros padres, o no podemos aceptarlos como son, o si pensamos "Mis padres deberían aprobar lo que hago. Deberían comprenderme y aceptarme como soy", es que falta Presencia (Consciencia).
¿Por qué deberían aceptarte?
El hecho es que no lo hacen porque no pueden. Su conciencia todavía no ha dado el salto cuántico evolutivo hasta ese nivel de conciencia.
Mantente alerta.
A pesar de que tus padres no te comprendan o no acepten como eres, si te juzgan o te dicen "No eres lo suficientemente bueno. Nunca llegarás a ser alguien", etc., si hay conciencia en ti, podrás identificar esa voz mental por lo que es: un pensamiento condicionado por el pasado.
Si hay conciencia en ti, ya no tendrás que creer en todos esos pensamientos. Es solamente un pensamiento viejo.
Conciencia significa Presencia y solamente la Presencia puede disolver el pasado inconsciente.
La relación con tus padres es tu práctica espiritual, pues ellos te ayudan a que estés más Presente y no dejarte absorber por los juicios, pensamientos y sentimientos negativos entre tú y tus padres.

Vídeo de Eckhart Tolle: "Practicando la presencia con unos padres difíciles":

Cuando se tienen hijos pequeños, se les debe dar ayuda, orientación y protección en la medida de lo posible, pero lo más importante es darles espacio para ser.
Los hijos llegan al mundo a través de nosotros, pero no son "nuestros".
La noción de "Sé lo que es mejor para ti" puede ser cierta cuando son muy pequeños, pero mientras más crecen, más pierde validez.
Con el tiempo cometerán errores y tendrán sus aflicciones, como todos los seres humanos. En realidad, podrán ser errores solamente desde nuestro punto de vista. Lo que vemos como error podría ser exactamente lo que necesitan hacer o experimentar.
Debemos darles tanta ayuda y orientación como podamos, pero debemos permitirles cometer errores, en especial cuando comienzan a entrar en la edad adulta. En ocasiones también debemos dejarlos sufrir.
¿No sería maravilloso si pudiéramos ahorrarles todo ese sufrimiento?
Claro que no. No evolucionarían como seres humanos y permanecerían en la superficie (inconscientes), identificados con la forma externa de las cosas.
El sufrimiento nos ayuda a adentrarnos en nosotros mismos.
Cuando ellos sufran, podemos enseñarles a permanecer presentes y explicarles que su sufrimiento es producto de su mente (ego). Que observen ese dolor, sufrimiento, sin identificarse con él. Siendo los espectadores de si mismos.
La humanidad está destinada a trascender el sufrimiento, pero no de la manera como piensa el ego.
El propósito del sufrimiento es promover la evolución de la conciencia y trascender el ego.
El proceso se hace más lento en la medida en que nos resistimos al sufrimiento. Sin embargo, cuando aceptamos el sufrimiento se acelera el proceso gracias al hecho de sufrir conscientemente.
La transmutación ocurre cuando somos conscientes del sufrimiento.
Debemos acoger (aceptar, abrazar) el sufrimiento para poder trascenderlo.


Eckhart Tolle