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30 abril 2014

LA VERDADERA LIBERTAD


La libertad puede ser de tres clases, y esas tres clases hay que entenderlas bien. 
La primera es "libertad de", la segunda es "libertad para" y la tercera es simplemente "libertad".

1. "Libertad de", es una reacción. Está orientada hacia el pasado; estás luchando contra el pasado, quieres librarte de él, estás obsesionado con él.
El psicoanálisis intenta darte esta libertad, "libertad de"; de los traumas pasados, de las heridas de la niñez. La terapia primal se basa fundamentalmente en el pasado. Tienes que ir hacia atrás para liberarte del pasado, tienes que llegar al primer grito original, entonces serás libre. Así que libertad —para la terapia primal, para el psicoanálisis y para otras terapias— significa que hay que dejar el pasado. Tienes que desenmarañarte del pasado de alguna manera, entonces serás libre.

Todas las reformas políticas son reacciones, y cuando reaccionas nunca eres libre. Esto hay que entenderlo. La reacción te da tan sólo la apariencia de libertad, pero no es nunca verdadera libertad. Puedes ir en contra del pasado, pero al estar en contra del pasado, éste te atrapa por la puerta de atrás. Por eso ha sucedido una y otra vez: te vuelves igual que aquel contra el que estás luchando.
La "libertad de" es una idea básicamente errónea.

2. "Libertad para", es una idea orientada hacia el futuro.
Cuando te orientas hacia el futuro, no puedes vivir en el presente. Y si no vives en el presente, no eres libre.
Mirando al futuro tienes hermosos sueños, pero esos sueños no pueden cambiar la realidad. La realidad sigue siendo la misma.


La primera libertad, "libertad de", es reacción. La segunda, "libertad para", es revolución. La tercera, sencillamente "libertad", es rebelión, está orientada al presente.


3. "Libertad". Ni a favor, ni en contra; ni pasado ni futuro, sólo estar aquí y ahora, sólo vivir momento a momento, sin ideología, sin utopía.

El místico verdadero, ni está en contra del pasado ni está a favor del futuro. Está tan absolutamente absorbido en el presente que no tiene tiempo ni energía, ni para el pasado ni para el futuro. Así es como nace el rebelde.
El rebelde es el fenómeno más hermoso del mundo. Buda es un rebelde, y también lo es Jesús; Atisha es un rebelde, y también lo es Kabir. Ellos son rebeldes. No fueron revolucionarios; ni tampoco fueron reaccionarios. Su orientación es totalmente diferente, su orientación es hacia el ahora, hacia el aquí. Ellos no viven por un ideal, ni tampoco viven contra un ideal. No tienen ideas; en su consciencia no existe ninguna ideología.
La absoluta pureza de este momento... ellos la viven, ellos la disfrutan, ellos la cantan, ellos la danzan. Y cuando viene el siguiente momento, lo viven con la misma alegría, con el mismo júbilo. Ellos viven momento a momento, no planean por adelantado.

Buda, Jesús, Atisha... seres viviendo momento a momento, con una alegría tan pura que es contagiosa. Todo el que entra en contacto con ellos se siente profundamente conmovido, empieza a mirar a la realidad con nuevos ojos. Los budas te ofrecen una nueva forma de captar el aquí-ahora. Esto es sencillamente libertad. Y solo se puede ser libre estando en el momento presente. Medita sobre ello.

¿Cómo encontrar esta libertad? ¿Cómo encontrar este núcleo esencial de tu ser?


Se encuentra con la meditación.

Atisha llama a la meditación «consciencia». Y la consciencia hay que desarrollar...la; la consciencia es sólo una semilla dentro de ti, puede convertirse en un árbol. Y Atisha sugiere dos cosas que servirán de ayuda: una es el examen y la otra la investigación.

Examen significa nunca permitas que pase nada por tu mente sin observarlo minuciosamente.
Se le atribuye a Sócrates el haber dicho: «La vida no tiene valor si no la has vivido mediante el examen.» Una vida sin examinar es una vida sin valor.
El examen es el primer paso: estar alerta a lo que pasa por tu mente. Y ahí existe un tráfico continuo, por ahí pasan muchos pensamientos, muchos deseos, muchos sueños.
Tienes que estar alerta; tienes que examinar todas y cada una de las cosas que pasan por la mente. Ni siquiera un simple pensamiento debe pasar sin que te des cuenta, porque eso significa que estabas dormido. Hazte cada vez más observador.


Y el segundo paso es la investigación.
Primero observa, examina; y después empieza a mirar en las raíces.
¿Por qué una determinada cosa sucede una y otra vez?
Te llenas de ira una y otra vez: el examen mostrará simplemente que la ira viene y se va. La investigación mostrará las raíces de la ira, de dónde viene.
La ira es sólo un síntoma de otra cosa que está escondida. Quizá tu ego se sienta herido y te llenes de ira; pero el ego se mantiene escondido secretamente.


Mediante el examen verás el árbol, mediante la investigación verás las raíces. Y sólo viendo las raíces (las causas), es posible la transformación.
Si puedes encontrar la raíz de tu ira, verás con sorpresa que la ira comienza a desaparecer. 


Observa: te entristeces una y otra vez. De repente, sin motivo alguno, todo estaba yendo perfectamente bien, y algún dispositivo se dispara y te entristeces. Y de nuevo la tristeza desaparece, y por la noche vuelve a estar ahí, y así sucesivamente. ¿Por qué sucede esto?
Primero examina, luego investiga. Mediante el examen y la investigación nacerá en ti la cualidad llamada consciencia. Una vez que la consciencia está ahí, posees la espada que puede cortar todas las raíces y todas las enfermedades. Cuando te haces consciente de las causas de la tristeza, ésta desaparece.


Una vez que nace la consciencia, poco a poco, te sales del pasado y del futuro y entras en el presente. Estás más presente en el presente. Alcanzas una especie de presencia hasta ahora desconocida; te vuelves luminoso. Y en esa presencia, cuando percibes cómo está pasando el momento, todos tus sentidos se vuelven tan puros, tan sensibles, tan sensitivos, tan despiertos y tan vivos, que tu vida entera cobra una nueva intensidad.
Estarás lleno de entusiasmo. El mundo será el mismo, pero a la vez será diferente: los árboles te parecerán más verdes, las rosas más de color de rosa, la gente más viva, más hermosa.


Cuando la consciencia está muy profundamente enraizada, cuando estás presente en el momento presente, alcanzas una visión psicodélica de la vida. Por eso los místicos hablan de tanta belleza, de una inmensa celebración, de una música maravillosa, hay enorme belleza por todas partes. Y sientes una enorme gratitud por toda la existencia.
Cuando la conciencia sucede, los milagros empiezan a ocurrir. Cada momento se convierte en un milagro, y empiezas a volar alto, empiezas a alcanzar nuevas cimas en todo. Todo lo que haces se convierte en gran deleite y la vida adquiere un aspecto divino por dondequiera que vayas. Y comprobarás también que allí donde vas, aportas algo de lo sagrado.


Pero hay que ser humilde, pues el ego puede creerse mejor que los demás cuando surge la consciencia. Ahora uno tiene que ser
muy cuidadoso. Cuando empiezas a entrar en los reinos superiores puedes caer muy fácilmente, y la caída será espectacular. Así que es mejor ser consciente cuando por primera vez te dirijas hacia arriba, para que no se cree en ti ningún hábito de caída.


Osho