Páginas

04 marzo 2014

MANIFESTAR TU SER Y DAR TUS FRUTOS


No es necesario haber estudiado una carrera universitaria para ser alguien valioso. Muchísimas personas, aún siguen pensando que el hecho de tener títulos académicos, estudios y carreras universitarias, esto les hace ser mejores que otras personas que quizás no las tengan, e inconscientemente adoptan una posición social en la que se sienten por “encima” de las personas sin títulos académicos.
Esto es un gran error de falta de conciencia. Cada ser, al nacer, ya trae en su “programa” todos los dones y maravillosas virtudes, que si las llega a manifestar, podrá expandir su alma, realizarse como Ser y servir a los demás seres sintientes; estará llevando a cabo su propósito de vida.
Hemos de tomar conciencia de que una persona que puede ser muy sabia, con grandes dones y virtudes, pero que no ha tenido la oportunidad de poder manifestarlos en su vida, a causa de sus experiencias duras y difíciles, o a causa del sistema impuesto que se basa en unas normas y leyes para volverte competitivo con los demás, esta persona tan sabia (que ha vivido muchas vidas y por tanto ha experimentado muchísimo), no ha de ser mirada por debajo por nadie.
El no tener títulos académicos no significa que eres “analfabeto” o que “no sabes nada”.
Hay personas que se pasan toda su vida estudiando, memorizando teorías, acumulando títulos académicos y después, en realidad, se han olvidado de lo estudiado. El memorizar no te hará ser más sabio, lo que te hará ser más sabio es experimentar tus propias experiencias de tu vida. 

Cada uno de nosotros reencarnamos aquí con un propósito de vida, y es el de manifestarte como Ser divino. Desarrollar tus dones, talentos y virtudes, y una vez los hayas desarrollado, que no tiene porqué desarrollarse en una escuela, uno mismo puede desarrollar sus dones y virtudes, trabajándose a sí mismo, leyendo, observando, escuchando, experimentando, etc., cuando los hayas desarrollado, empezarás a manifestarlos. A esto se le llama dar tus frutos (como un árbol que da sus frutos). Y cuando das tus frutos, estás llevando a cabo tu misión de vida, estás en Dharma.
Para muchas personas, las escuelas, institutos, universidades, etc, les puede ayudar a desarrollar sus dones, talentos y virtudes, pero para muchas otras personas, las escuelas y universidades pueden ser realmente mortales.
Cuando un ser no encaja en el sistema, no puede vivir según las leyes establecidas, según la competitividad, la ambición, el objetivo de “ser alguien importante en la vida”, y todas las teorías impuestas por el propio sistema, etc.; cuando un ser ya se conoce a sí mismo de tal manera que sabe qué es lo que ha venido a hacer aquí en este maravilloso planeta, desarrollará y dará sus frutos trabajándose a sí mismo y recurrirá a todas las vías, recursos, personas, libros, etc, que sea para poder manifestar su propia esencia y su misión de vida.
Así que, dejemos de juzgarnos unos a los otros, por si tenemos títulos académicos, o no, carreras universitarias, o no, y empecemos a conocer a las personas por lo que son, sin ponerles etiquetas, sin pensar que “valen menos por no tener estudios”.
Abramos nuestras mentes, nuestras conciencias, despertemos a esta ignorancia, y démonos la gran oportunidad de conocer a todos los maravillosos seres que se nos cruzan en nuestros caminos, para bendecirles, agradecerles por ser lo que son y porque sin ellos, el mundo sería distinto.

Para ser alguien en la vida no se necesitan títulos académicos y carreras universitares, simplemente has de ser tú mismo y dar tus maravillosos frutos.

Todos estamos interconectados, y somos seres interdependientes. Cada uno de nosotros necesita, para poder vivir, a otros seres sintientes (ya sean vegetales, frutas, animales, humanos, etc.), necesitamos de los demás para poder vivir y para poder manifestar lo que somos.

Por ejemplo, para una madre, cuidar de sus hijos, darles todo el cariño y el amor, educarles, enseñarles valores humanos, enseñarles el respeto, la humildad, la compasión e intentar que estén alegres y felices, puede ser su propósito de vida. Y realizando su misión, ella ya está dando sus frutos, su alma se está expandiendo. Ella necesita de sus hijos para poder manifestar su verdadero ser.
Esta madre, sin títulos académicos, sin carreras universitarias, está desarrollando y manifestando sus dones y virtudes, y sirve de ejemplo para sus hijos. Los niños son muy importantes, pues son la próxima generación. Y ellos van a ser los que van a cambiar muchas de las cosas que ahora hay en la sociedad y el sistema.

Otro ejemplo, para una persona, el dibujar puede ser su don, virtud y talento en su vida. La expresión de su alma, reflejada en una lámina, llena de hermosos y múltiples colores... El arte de reflejar sus emociones más profundas, su interior, etc, es un don maravilloso y con éste, la persona está expandiendo su alma y dando sus frutos.
Otras personas se llenarán de belleza y plenitud, observando el precioso dibujo manifestado.

Por esto es tan importante, que a los niños les permitamos ser ellos mismos, apoyar sus decisiones y ayudarles a desarrollar sus dones, talentos y virtudes. Cada niño, cuando es pequeño, se va decantando en hacer aquellas cosas que le gustan, y los padres, tutores, profesores, etc, hemos de observarles y respetar sus gustos y sus decisiones. Los dones de tus hijos no son los mismos que los tuyos. Permitámosles que puedan manifestar su maravillosa esencia, y estémos ahí para ayudarles y apoyarles a que ellos den sus frutos, lo mejor de ellos mismos. Con amor, respeto y valores humanos.

Camino al despertar