Páginas

21 noviembre 2013

LA MEDITACIÓN



La meditación es la práctica de un estado de atención concentrada, sobre un objeto externo, pensamiento, la propia consciencia, o el propio estado de concentración.

La meditación es un paso esencial en el camino a la iluminación.

Incluso en el día a día vemos que con una buena concentración rendimos más y mejor.
Sin una mente estable, somos como una vela al viento; vulnerables a las influencias negativas y faltos de poder para progresar en el camino espiritual.
Todos los maestros budistas han confiado en la meditación para obtener logros espirituales y es comprensible si observamos sus beneficios: Nos sentimos más felices, más equilibrados y concentrados, y experimentamos una sensación de paz interior. Pero la meditación sirve para mucho más que relajarse y ser feliz, es un método comprobado para poder experimentar la verdadera naturaleza de la realidad, la verdadera naturaleza de nuestras mentes.


Cuando hablamos de meditación ¿a qué nos referimos?

La meditación es una disciplina en la que se cultiva la familiarización con el objeto de meditación escogido.
El problema es que en la vida diaria, debido a nuestros estados mentales dispersos, dejamos que nuestra mente nos domine y controle, la cual, a su vez está dominada por emociones y pensamientos aflictivos.
Esto afecta a todos nuestros estados mentales, que se ven sobrecargados de emociones y pensamientos destructivos y negativos, lo que perpetúa un círculo completo de problemas, confusión, sufrimiento y demás.
Así que lo que buscamos en nuestra práctica espiritual es intentar invertir este ciclo, de forma que, gradualmente, nos encontremos en situación de hacernos cargo de nuestra mente y de prevenir que se encuentre bajo el dominio e influencia de nuestros impulsos y pensamientos negativos. Y el modo en que esto se consigue es implicándose en la disciplina constante de familiarizarnos con el objeto escogido de manera que podamos obtener cierta estabilidad mental y así poder emplazar la mente y permitirle permanecer en un punto en el objeto elegido concreto con una cierta estabilidad.
Desde luego, cuando hablamos de un objeto concreto, nos referimos a un objeto positivo al cual dirigimos nuestros pensamientos y en el que cultivamos familiarización, de modo que gradualmente podamos invertir ese ciclo.
Éste es el propósito real de la meditación en el contexto budista.


Observamos que el proceso de cambio que sucede en nosotros es gradual. Este proceso de iluminación se produce de manera gradual, podemos notarlo en nuestra experiencia personal.
Tener una mente con la que puedas controlar tus pensamientos y emociones es algo increíble. Tener la capacidad de ser el amo de tu propia mente, poder decir a todos los pensamientos y emociones siempre que quieras “parad”, y siempre que quieras quedarte tranquilo.
Tener esta capacidad, esta increíble paz mental, este increíble privilegio, de pronto te conviertes en el dueño de tu propia mente.
Cuanto más control se tiene sobre la propia mente, en lugar de ir constantemente arriba y abajo como un yo-yo, o de estar sobreexcitado cuando algo bueno ocurre y completamente deprimido cuando las cosas van mal, lo que ocurre es que con concentración, tu mente se vuelve mucho más estable. De hecho, este equilibrio de la mente es un tipo de alegría, un tipo de paz que es tan grande, mucho más incluso que la excitación del placer.
Tener esta tranquilidad dentro es mucho más agradable que recibir buenas noticias o que nos sucedan cosas buenas exteriormente.
Con el tiempo vemos que lo que llamamos placer o excitación es en realidad una forma de sufrimiento, no es felicidad real, es excitación. Es como agua hirviendo, no hay paz, no hay serenidad en lo que llamamos placer. Pero esto lo vemos con la práctica.
Por esto es muy importante esforzarse en la concentración en desarrollar calma mental.
Lo podemos hacer en la vida cotidiana, no es necesario irse de retiro.
Simplemente se trata de saber cómo proceder y cómo integrarlo en la vida diaria.



Para desarrollar calma mental hay ciertas condiciones que ayudan:

Se trata de tener pocos deseos, de estar satisfecho con nuestra situación en la vida y rodearse un poco de un entorno tranquilo.
Aunque vivamos en familia, aún así podemos levantarnos un poco antes que los demás y practicar calma mental. O practicar por la noche, cuando todo el mundo se ha ido a la cama. O cuando los niños están en el colegio. Si se quiere, se puede encontrar un momento durante el día para una meditación sosegada.
Así que lo primero es querer practicar la meditación, viendo sus ventajas, después, desarrollar la determinación “voy a hacerlo y durante el tiempo que establezca no voy a perder el objeto”, y luego se desarrolla la memoria que mantiene el objeto sin que se pierda.
Una vez eres capaz de hacer esto, utilizas la introspección para comprobar la calidad de tu concentración y hacerla más precisa.
Poco a poco encuentras así el camino medio que debes mantener.


La meditación indica un tipo de ejercicio intelectual. De este modo, en el ámbito religioso occidental se ha distinguido entre «meditación» y «contemplación», reservando a la segunda un significado religioso o espiritual.
En el siglo XIX, los teósofos adoptaron la palabra «meditación» para referirse a las diversas prácticas de recogimiento interior o contemplación propias del hinduismo, budismo y otras religiones orientales. No obstante, este tipo de práctica no es ajena a la historia de Occidente, como muestran descubrimientos de vasijas celtas con figuras en postura yóguica.



CARACTERÍSTICAS DE LA MEDITACIÓN:

1. Un estado de concentración sobre la realidad del momento presente. 
2. Un estado experimentado cuando la mente se disuelve y es libre de sus propios pensamientos.
3. Una concentración en la cual la atención es liberada de su actividad común y es focalizada en Dios.
4. Una focalización de la mente en un único objeto de percepción, como por ejemplo la respiración o la recitación de palabras constante (mantras, oraciones).


La meditación no solo puede tener propósitos religiosos sino estar también enfocada en el mantenimiento de la salud física o mental, e incluso puede tener propósitos de conexión cósmica para encontrar respuestas a preguntas universales que a lo largo de la Historia el ser humano ha tenido.
Estudios científicos han demostrado que algunas técnicas de meditación pueden ayudar a mejorar la concentración, la memoria y mejorar el sistema inmunitario y la salud en general.
La meditación es el camino para el conocimiento del mundo espiritual y requiere ejercicios especiales.



TIPOS DE MEDITACIÓN:

Las diferentes técnicas de meditación pueden ser clasificadas de acuerdo a su enfoque. 

Algunas se enfocan en el campo de la percepción y la experiencia, también llamada de conciencia plena (mindfulness en inglés).
Otras se enfocan en un objeto determinado, y son llamadas de «concentración».
Hay también técnicas que intercambian el campo y el objeto de la meditación.
Meditar, según el zen, es la condición natural de la conciencia humana, capaz de comprender por sí sola el significado de su existencia, aun si esto ocurre a nivel del inconsciente. Esta percepción se interrumpe por la agitación o el interés en los asuntos particulares que absorben nuestra atención. La práctica de un sistema o rutina de meditación devolvería a la mente a ese estado básico y primordial.
Algunos maestros zen dicen que meditar es «tocar el corazón» del ser humano.

La meditación es importante dentro del budismo. Cada escuela tiene diferentes maneras y técnicas específicas. Para algunas es la forma mediante la cual la mente logra alcanzar un plano de realidad y entendimiento que va más allá de lo sensorial o aprendido, o se puede ampliar o controlar el espectro de motivaciones de la personalidad.

En el budismo zen, sin embargo, se dice que la meditación es un estado natural de crecimiento si el ego no lo interrumpe.
En el hinduismo, en las escuelas de yoga y vedānta, la meditación es parte de dos de las seis ramas de la filosofía hindú.
En la práctica budista de Theravāda, la meditación involucra tanto técnicas conocidas como samādhi y vipassana, como el desarrollo de la bondad y el «conocimiento superior». Las técnicas de aproximación a la meditación varían desde las que se basan en observar la respiración, en visualizar algún pensamiento positivo o imagen inspiradora, enfocar algún objeto o imagen (como un mándala), las invocaciones, hasta las que se basan en tipos de compleja «alquimia espiritual».
También existen las meditaciones sin objeto, desenfocando la tensión mental.

Además de lo descrito antes sobre el pensamiento en la meditación, durante esta se puede dejar fluir libremente las imágenes mentales, sean claras o confusas, como cuando se está a punto de conciliar el sueño. También se puede dejar fluir las sensaciones, emociones, impulsos y energías corporales, normalmente sin intervenir en ellas, pero tampoco dejándose llevar o enredar, de manera que muestran finalmente una tendencia a reordenarse por sí solas; aunque existen métodos de reflexión y técnicas de concentración en que la conciencia las puede manejar.

La meditación es un pilar fundamental para mantener una conexión con la divinidad.


BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN PARA LA SALUD:

Meditar ayuda a reordenar la mente y calmar la ansiedad. Mejora la comprensión de objetivos y motivaciones y equilibra el carácter. También puede hacer resurgir motivaciones, traumas, emociones o energía enquistadas. 

Por el estudio de la respiración y la postura corporal se mejora la salud en general y se reconduce el metabolismo a su funcionamiento óptimo.
Algunos estilos de meditación son efectivos para aumentar el cociente intelectual, mejorar la memoria e incluso cambiar partes del cerebro.
Otros estilos de meditación otorgan igualmente distintos beneficios a la salud mental y física de sus practicantes, especialmente un mejoramiento de la inteligencia emocional y del sistema inmunitario. Entre los más comunes se encuentran el alivio del estrés y la bajada de la presión sanguínea.


Al analizar la actividad cerebral durante la meditación, usando un electroencefalograma, se puede apreciar que se pasa de las ondas beta (actividad normal, consciente y alerta, de 15-30 Hz) a ondas alfa (relajación, calma, creatividad, 9-14 Hz). En la meditación más profunda se pueden registrar ondas theta (relajación profunda, solución de problemas, 4-8 Hz) y en meditadores avanzadas se puede detectar la presencia de ondas delta (sueño profundo sin dormir, 1-3 Hz).
El silencio mental obtenido en la meditación puede reducir el estrés laboral y ser una terapia contra la depresión.
La disciplina de la meditación puede cambiar el funcionamiento del cerebro y permitir alcanzar distintos niveles de consciencia.



ALGUNAS TRADICIONES:

1. Las prácticas meditativas que corresponden a las principales tradiciones del budismo son:
 - En el budismo Theravāda, la meditación de introspección (Vipassana), de concentración (Samatha) y cultivo del amor puro (Metta).
 - Las visualizaciones, rezos y cantos, propias del budismo Mahāyāna.
 - La meditación silenciosa sin objeto, propia del dhyana, chan o zen.

2. El taoísmo tiene una larga historia de estudios de meditación.
3. Hay tradiciones religiosas de la meditación asociadas con el judaísmo, el cristianismo y el Islam (sufismo).
4. Muchas escuelas de artes marciales enseñan formas de meditación, en especial basadas en modelos budistas o taoístas (budō).
5. Hay formas de meditación relacionadas directamente con la creación artística, como medio de alcanzar el éxtasis místico, en el sufismo (derviches).
6. Existen meditaciones en tradiciones del continente americano (chamanismo), las islas del Pacífico Polinesia y Hawái, y Oceanía (didgeridoo).



APRENDER A MEDITAR




Camino al Despertar