12 diciembre 2016

¿CÓMO SE PRACTICA LA AUTO-INDAGACIÓN?



Para saber cómo se practica la auto-indagación, es necesario comprender cuál es la naturaleza de la mente.

¿Cuál es la naturaleza de la mente?

La mente no es nada más que el pensamiento "yo".
La mente y el ego son uno y lo mismo. 
Las demás facultades mentales tales como el intelecto y la memoria son solo esto. 
La mente, el intelecto, el almacén de las tendencias mentales y el ego, todos éstos son solo la mente misma. 
Esto es como si se dieran diferentes nombres a un hombre, de acuerdo con sus diferentes funciones. 
El alma individual no es nada más que este alma o ego.

El pensamiento "yo" es el pensamiento más importante. 
La idea o pensamiento de una personalidad es también la raíz o sostén de todos los demás pensamientos, puesto que cada idea o pensamiento surge solo como el pensamiento de alguien y no se conoce que exista independientemente del ego.

¿De dónde surge este "yo"? 
Búsquelo dentro; entonces se desvanece. 
Esto es la investigación de la sabiduría. 
Cuando la mente investiga incesantemente su propia naturaleza, transpira que no hay ninguna cosa tal como la mente. 
Esto es la vía directa para todos. 
La mente es meramente pensamientos. De todos los pensamientos el pensamiento "yo" es la raíz. Por lo tanto, la mente es solo el pensamiento "yo".

El nacimiento del pensamiento "yo" es el propio nacimiento de uno. Su muerte es la muerte de la persona.
Después de que ha surgido el pensamiento "yo", surge la identidad errónea con el cuerpo.
Deshágase del pensamiento "yo". 
Mientras "yo" está vivo, hay aflicción. Cuando "yo" deja de existir, no hay ninguna aflicción.
La existencia fenoménica del ego es trascendida cuando usted profundiza dentro de la fuente de donde surge el pensamiento "yo".

Desde el punto de vista funcional, el ego tiene una única y sola característica. El ego funciona como el nudo entre el Sí mismo, que es consciencia pura, y el cuerpo físico, que es inerte e insenciente. 
Por lo tanto, el ego es llamado el nudo entre la consciencia y el cuerpo inerte.
En su investigación, usted toma el aspecto consciencia esencial del ego. Por esta razón la indagación debe conducir a la realización de la consciencia pura del Sí mismo.

Usted debe distinguir entre el "Yo", puro en sí mismo, y el pensamiento "yo".
Este último, siendo meramente un pensamiento, ve sujeto y objeto, duerme, despierta, come y bebe, muere y renace. 
Pero el "Yo" puro, es el ser puro; existencia eterna, libre de toda ignorancia y de todo pensamiento-ilusión. 
Si usted permanece como el "Yo" (su único ser, sin pensamiento), el pensamiento "yo" desaparecerá y la ilusión se desvanecerá para siempre. 
En una sala de cine usted puede ver las imágenes solo con una luz muy tenue o en la obscuridad. Pero cuando se encienden todas las luces, las imágenes desaparecen. Así también, en la inundación de luz del Absoluto supremo, todos los objetos desaparecen.

El Sí mismo está más allá de la mente y sin embargo la realización es con la mente. «La mente no puede pensarlo. Él no puede ser pensado con la mente y sólo la mente puede realizarlo». 
¿Cómo han de reconciliarse estas contradicciones?

El Sí mismo se realiza con la mente muerta. Es decir, con la mente desprovista de pensamientos y vuelta hacia dentro. 
Entonces la mente ve su propia fuente y deviene eso, el Sí mismo.

Para ver los objetos es necesaria la luz de la mente. 
Para ver el Corazón es suficiente con que la mente esté vuelta hacia él. Entonces la mente se pierde a sí misma y el Corazón brilla.

La esencia de la mente es solamente consciencia. Sin embargo, cuando el ego la domina, funciona como la facultad razonante, pensante o sensorial. 
La mente cósmica, no estando limitada por el ego, no tiene nada separado de sí misma y es por lo tanto solo consciencia. 
Esto es lo que la Biblia quiere decir por «Yo soy lo que Yo soy».

Cuando la mente perece en la consciencia suprema del propio Sí mismo de uno, sabe que la totalidad de los diferentes poderes, comenzando con el poder de querer e incluyendo el poder de hacer y el poder de conocer, desaparecerán enteramente, al encontrarse que son una imaginación irreal que aparece en la propia forma de la consciencia de uno. 
Sólo la mente impura, que funciona como pensamiento y olvido, es samsara, lo cual es el ciclo del nacimiento y muerte. 
Sólo el «Yo» real, en el que la actividad del pensamiento y el olvido ha perecido, es la liberación pura. 

Está desprovisto de olvido de Sí mismo, lo cual, es la causa del nacimiento y muerte.

¿Cómo se practica la auto-indagación?

En la auto-indagación es aconsejable poner tu atención en la sensación interior de «yo» y a aferrarse a esa sensación tanto como sea posible.
Si tu atención se distrae por otros pensamientos, debes volver de nuevo a la consciencia del pensamiento «yo» siempre que seas consciente de que tu atención vaga errante.
Puedes hacerte las siguientes preguntas para mantener tu atención en el «yo»: «¿Quién soy yo?» o «¿De dónde viene este yo?».
La meta última es ser continuamente consciente del «yo», que asume que es responsable de todas las actividades del cuerpo y de la mente.

En las primeras etapas de la práctica, la atención a la sensación «yo» es una actividad mental que toma la forma de un pensamiento o una percepción. 
Según se desarrolla la práctica, el pensamiento «yo» da paso a una sensación de «yo» experimentada subjetivamente. Y cuando esta sensación cesa de conectarse e identificarse con los pensamientos y los objetos, se desvanece completamente.
Lo que permanece es una experiencia de ser, en la que el sentido de individualidad ha cesado de operar temporalmente.
La experiencia puede ser intermitente al comienzo, pero con la práctica repetida deviene cada vez más fácil de alcanzar y de mantener.

Cuando la auto-indagación alcanza este nivel, hay una consciencia de ser sin esfuerzo, en la que el esfuerzo individual ya no es posible puesto que el «yo» que hace el esfuerzo ha cesado de existir temporalmente. 
No es la Auto-realización puesto que el pensamiento «yo» se re-afirma a sí mismo periódicamente, pero es el nivel de práctica más elevado.
La experiencia repetida de este estado de ser, debilita y destruye las tendencias mentales que hacen que surja el pensamiento «yo». Y cuando su dominio se ha debilitado suficientemente, el poder del Sí mismo destruye las tendencias residuales tan completamente que el pensamiento «yo» jamás surge de nuevo. Éste es el estado de Auto-realización final e irreversible.

Esta práctica de la auto-atención o consciencia del pensamiento «yo» es una técnica apacible que deja a un lado los métodos represivos usuales de control de la mente. 
No es un ejercicio de concentración, ni se propone tampoco la supresión de los pensamientos; invoca meramente la consciencia de la fuente de la cual surge la mente.

El método y la meta de la auto-indagación es permanecer en la fuente de la mente y ser consciente de lo que uno realmente es, retirando la atención y el interés de lo que uno no es. 
En las primeras etapas, el esfuerzo, en la forma de la transferencia de la atención desde los pensamientos al pensador, es esencial, pero una vez que la consciencia de la sensación «yo» se ha establecido firmemente, más esfuerzo es contraproducente. 
Desde ahí en adelante, es más un proceso de ser que de hacer. De ser sin esfuerzo, más bien que un esfuerzo de ser.

Ser lo que uno ya es, es sin esfuerzo, puesto que la eseidad está siempre presente y siempre es experimentada.
Por otra parte, pretender ser lo que uno no es (es decir, el cuerpo y la mente), requiere un esfuerzo mental continuo, aunque este esfuerzo está casi siempre en un nivel subconsciente.
Se sigue, por lo tanto, que en las etapas más elevadas de la auto-indagación, el esfuerzo aleja la atención de la experiencia de ser, mientras que la cesación del esfuerzo mental la revela. Finalmente, el Sí mismo no es descubierto como un resultado de hacer algo, sino solo siendo.

La auto-indagación no debe ser considerada como una práctica de meditación que tiene lugar en ciertas horas y en ciertas posiciones; debe continuar a todo lo largo de las horas de la vigilia de uno, independientemente de lo que uno esté haciendo.
No hay ningún conflicto entre trabajar y la auto-indagación. Con un poco de práctica, se puede hacer bajo cualquier circunstancia.





Sri Ramana Maharshi