En la vida cometemos acciones y éstas tendrán sus consecuencias. También reaccionamos ante las situaciones y los acontecimientos que se presentan en la vida...
Cuando hay reacción, se genera más karma... Vivimos desde la mente pensante y elegimos según la lógica y la razón.
Sufrimos porque nos "equivocamos"... nos perdemos en nuestras penas... Entonces no tenemos más remedio que rezarle a un "Dios" para que nos "salve" del pozo oscuro en el que estamos sumergidos.
Este es el rol del ego.
Vivir así es agotador! Es auto-destructivo!
Así es como está evolucionando la humanidad...
Y hace miles de años que seguimos más o menos igual; no hemos avanzado mucho. Esto es debido a que la mente no puede florecer, no puede madurar... La mente es tan solo un instrumento, nada más. Solo la consciencia puede florecer...
Cuando hemos despertado la consciencia, entonces todo es diferente; hemos despertado la capacidad de "escuchar" a nuestra voz interior, de "ver" con los ojos del corazón...
Ya no es necesario aprender a través de la experiencia, porque cuando se presenta una situación determinada, nuestra voz interior nos "habla", nos avisa, nos envía señales...
La consciencia no es la mente pensante, sino que proviene desde más adentro, más profundo, desde el interior. Es tu intuición, tu sexto sentido. Está ahí, pero la mayoría de las veces no la oyes.
¿Y cómo podemos desarrollarla?
Mirando en nuestro interior, yendo para el fondo, para adentro de nosotros mismos... Observando y poniendo nuestra atención en el corazón. Eso es meditación.
Cuando prestamos atención a la voz de nuestro interior, dejamos de cometer "errores", dejamos de generar más sufrimiento, dejamos de crear más karma... Porque no hay pensamiento, únicamente hay consciencia (intuición).
Este es el camino a la liberación. El camino que nos lleva directos a un estado de paz interior, felicidad, salud, amor y sanación.
Camino al Despertar