01 julio 2014

CREANDO EL NUEVO MUNDO A TRAVÉS DEL SER


Su percepción del mundo es un reflejo de su estado de conciencia.
En cada momento, su conciencia crea el mundo que usted habita.
Usted no está separado de él y no hay mundo objetivo allá afuera.

Una de las grandes comprensiones que ha surgido de la física moderna es la de la unidad entre el observador y lo observado: la persona que dirige el experimento -la conciencia observadora- no puede separarse de los fenómenos observados, y una forma diferente de mirar hace que los fenómenos observados se comporten de modo diferente.
Si usted cree, en un nivel profundo, en la separación y la lucha por la supervivencia, entonces ve esta creencia reflejada alrededor de usted y sus percepciones son gobernadas por el miedo.
Usted habita un mundo de muerte y de cuerpos que luchan, matan y se devoran unos a otros.

Nada es lo que parece ser.
El mundo que usted crea y ve a través de la mente egotista, puede parecer un lugar muy imperfecto, incluso un valle de lágrimas. Pero cualquier cosa que usted perciba es solamente una especie de símbolo, como una imagen en un sueño. Es la forma en que su conciencia interpreta e interactúa con la danza de energía molecular del universo.
Esta energía es la materia prima de la "llamada" realidad física.
Usted la ve como cuerpos y nacimiento y muerte, o como lucha por la supervivencia.
Es posible y de hecho existe, un número infinito de interpretaciones completamente diferentes, de mundos completamente diferentes, según la conciencia que los percibe.
Cada ser es un punto focal de conciencia y cada punto focal crea su propio mundo, aunque todos los mundos están interconectados.

Hay un mundo humano, un mundo de las hormigas, un mundo de los delfines, etc. Hay innumerables seres cuya frecuencia de conciencia es tan diferente de la suya, que probablemente usted es inconsciente de su existencia, como ellos lo son de la suya.
Los seres altamente conscientes, que se dan cuenta de su conexión con la Fuente y con los demás, habitarían un mundo que parecería un reino celestial; y sin embargo todos los mundos son finalmente uno.

Nuestro mundo humano colectivo se crea en gran medida por medio del nivel de conciencia que llamamos mente.

Incluso dentro del mundo colectivo humano hay grandes diferencias, muchos "submundos" diferentes, dependiendo de los que perciben o crean sus mundos respectivos.
Puesto que todos los mundos están interconectados, cuando la conciencia colectiva humana se transforme, la naturaleza y el reino animal reflejarán esa transformación.
De ahí la frase de la Biblia que dice que en los tiempos venideros "El león descansará con el cordero". Esto señala la posibilidad de un orden de realidad completamente diferente.

El mundo como se nos aparece ahora es un reflejo de la mente egotista.
Puesto que el miedo es una consecuencia inevitable de la mente egotista, es un mundo dominado por el miedo.
De la misma forma en que las imágenes de un sueño son símbolos de estados y sentimientos interiores, nuestra realidad colectiva es en gran medida una expresión simbólica de miedo y de las pesadas capas de negatividad que se han acumulado en la psique humana colectiva.
No estamos separados de nuestro mundo, así que cuando la mayoría de los seres humanos se libere del engaño egotista, este cambio interior afectará a toda la creación.
Usted habitará literalmente en un mundo nuevo. Es un cambio en la conciencia planetaria.
El extraño dicho budista de que cada árbol y cada hoja de hierba eventualmente se volverán iluminados, apunta a la misma verdad.

De acuerdo con San Pablo, toda la creación está esperando a que los seres humanos se vuelvan iluminados.

Así interpreto yo su dicho de que "El universo creado, está esperando con ansiedad a que el hijo de Dios sea revelado".
San Pablo continúa diciendo que toda la creación será redimida por medio de esto: "Hasta el presente, todo el universo creado en todas sus partes, gime con dolores de parto".
Lo que está naciendo es una nueva conciencia y, como su reflejo inevitable, un nuevo mundo.
Esto también se predice en el Libro de la Revelación del Nuevo Testamento: "Entonces vi un nuevo cielo y una nueva tierra, porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido".

Pero no confunda causa y efecto.
Su tarea primordial no es buscar la salvación por medio de la creación de un mundo mejor, sino despertar de la identificación con la forma. Entonces usted no está atado a este mundo, a este nivel de realidad.
Usted puede sentir sus raíces en lo No Manifestado y así está libre del apego al mundo manifestado.
Usted puede disfrutar aún de los placeres pasajeros de este mundo, pero ya no hay miedo de la pérdida, así que no necesita aferrarse a ellos.
Aunque usted puede gozar los placeres sensoriales, el anhelo de experiencia sensorial se ha ido, así como la búsqueda constante de realización a través de la gratificación psicológica, a través de la alimentación del ego.
Usted está en contacto con algo infinitamente más grande que cualquier placer, más grande que cualquier cosa manifestada.

En un sentido, usted no necesita entonces ya del mundo. No necesita siquiera que sea diferente de como es.
Sólo en este punto usted comienza a hacer una contribución real a la venida de un mundo mejor, a crear un orden diferente de realidad.
Sólo en este punto usted es capaz de sentir verdadera compasión y de ayudar a los demás en el nivel de las causas.
Sólo los que han trascendido el mundo pueden hacer surgir un mundo mejor.

En ese estado, su influencia de sanación está basada primariamente no en el hacer, sino en el ser.
Toda persona con la que usted entre en contacto, será tocada por su presencia y afectada por la paz que usted emane, sean conscientes de ello o no.
Cuando usted está completamente presente y las personas que lo rodean manifiestan conducta inconsciente, usted no sentirá necesidad de reaccionar a ella, así que no le da realidad.
Su paz es tan vasta y profunda que todo lo que no es paz desaparece en ella como si nunca hubiera existido.
Esto rompe el ciclo kármico de la acción y la reacción. (Solo se rompe el ciclo kármico cuando se vive desde el Ser, no desde el ego).
Los animales, los árboles, las flores, sentirán su paz y responderán a ella.
Usted enseña por medio del ser, demostrando la paz de Dios. Usted se vuelve la "luz del mundo", una emanación de pura conciencia y así elimina el sufrimiento desde su causa. Usted elimina la inconsciencia del mundo.

Esto no significa que usted no pueda enseñar también a través del hacer, por ejemplo señalando cómo dejar la identificación con la mente, cómo reconocer patrones inconscientes en uno mismo, etc.
Pero quien es usted es siempre una enseñanza más vital y un elemento de transformación del mundo más poderoso que lo que usted dice, y más esencial incluso que lo que usted hace.

Más aún, reconocer la primacía del Ser y trabajar así desde la causa no excluye la posibilidad de que su compasión se manifieste simultáneamente en el nivel del hacer y de los efectos, al aliviar el sufrimiento, siempre que se tropiece con él.

Cuando una persona hambrienta le pida pan y usted tenga, se lo dará. Pero mientras da el pan, aunque su interacción pueda ser sólo muy breve, lo que realmente importa es ese momento de Ser compartido, del cual el pan es sólo un símbolo. En él tiene lugar una profunda curación que proviene de la compasión.
En ese momento no hay dador ni quien recibe.

Eckhart Tolle