En la tradición mahayana se suele presentar la vida de Buda según el formato de lo que se llama las doce acciones.
Las doce acciones son las mismas actividades que realizarán los mil budas que van a aparecer durante este eon afortunado en este sistema de mundos. Todos ellos llevarán a cabo el mismo tipo de actividades.
No vivirán exactamente igual, nacerán de maneras diferentes, pero todas sus vidas tendrán cierto formato que será similar.
Por esta razón, quizá penséis que esto es algo que sucedió en el pasado, pero también sucederá en el futuro. De manera que si lo conocéis, podréis estar preparados para cuando vengan Maitreya y los demás.
Las doce acciones son las mismas actividades que realizarán los mil budas que van a aparecer durante este eon afortunado en este sistema de mundos. Todos ellos llevarán a cabo el mismo tipo de actividades.
No vivirán exactamente igual, nacerán de maneras diferentes, pero todas sus vidas tendrán cierto formato que será similar.
Por esta razón, quizá penséis que esto es algo que sucedió en el pasado, pero también sucederá en el futuro. De manera que si lo conocéis, podréis estar preparados para cuando vengan Maitreya y los demás.
En las escrituras mahayana se dice que la primera acción de Buda fue abandonar Tushita, transferir a Maitreya, que será el próximo buda, la tarea de dar enseñanzas y residir en Tushita.
La segunda acción es entrar en la matriz, el vientre de su futura madre, y en ese momento su madre tuvo un sueño muy espectacular y agradable: un elefante blanco con seis colmillos entraba en ella.
La tercera acción: Inmediatamente después de salir del vientre, tras nacer, Buda fue capaz de levantarse y dar siete pasos.
La cuarta acción: Buda Siddharta demostró ser increíblemente diestro y experto en muchas cosas.
La siguiente acción se llama divertirse o disfrutar con un harén o corte de esposas.
La quinta acción: Todo tipo de placer sensorial, comida, afecto. Dentro de los muros de la ciudad real, se construyeron para Gautama varios castillos.
Durante esta época, Buda manifiesta lo que tal vez nosotros evidenciamos cuando cunde el aburrimiento. Quiere salir del templo.
La quinta acción: Todo tipo de placer sensorial, comida, afecto. Dentro de los muros de la ciudad real, se construyeron para Gautama varios castillos.
Durante esta época, Buda manifiesta lo que tal vez nosotros evidenciamos cuando cunde el aburrimiento. Quiere salir del templo.
La sexta acción: En su primer viaje ve a algunas personas, en viajes sucesivos en diversas ocasiones. Ve ancianos, enfermos y a una persona muerta.
Cada vez le preguntaba a su asistente: “¿Qué es esto? Nunca he visto algo parecido. ¿Por qué este hombre anda encorbado y con bastón? ¿Qué le pasa?” Y su asistente le respondía: “Es un anciano, eso es lo que le pasa”.
Siddharta le decía: “¿Eso es habitual? ¿Hay mucha gente así?” Y el asistente le respondía: “Esto le pasa a todo el mundo, a todos, es el destino de todos”.
Cada vez le preguntaba a su asistente: “¿Qué es esto? Nunca he visto algo parecido. ¿Por qué este hombre anda encorbado y con bastón? ¿Qué le pasa?” Y su asistente le respondía: “Es un anciano, eso es lo que le pasa”.
Siddharta le decía: “¿Eso es habitual? ¿Hay mucha gente así?” Y el asistente le respondía: “Esto le pasa a todo el mundo, a todos, es el destino de todos”.
Después reparó en alguien que parecía un renunciante, alguien que buscaba el sentido de la vida; trascender el nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte. Todo lo que Buda había descubierto.
Se supone que esto fue lo que hizo que empezara a bullir la mente de Siddharta y le hizo caer en la cuenta: “Esto es lo que tengo que hacer, yo también debo abandonar mi hogar”.
Se supone que esto fue lo que hizo que empezara a bullir la mente de Siddharta y le hizo caer en la cuenta: “Esto es lo que tengo que hacer, yo también debo abandonar mi hogar”.
La séptima acción: Entonces tomó su regio cabello y con su propia espada cortó los hermosos rizos.
Se dice que esa es una de sus reliquias y fue en busca de maestros, de una respuesta a la enfermedad, a la vejez y a la muerte.
Sus maestros lo querían mucho, sabían que era un príncipe y veían sus grandes cualidades y que había alcanzado su mismo estado. Aunque ellos eran los maestros, él había alcanzado sus mismos logros en muy poco tiempo. Y le pidieron que se quedara para dar enseñanzas a sus discípulos. Pero él no quiso y se fue en busca de una respuesta al enigma al que se enfrentaba.
Algunos días se sustentaba sólo con una pequeña baya de algún árbol, así el Buda Siddharta se quedó muy demacrado.
Se dice que esa es una de sus reliquias y fue en busca de maestros, de una respuesta a la enfermedad, a la vejez y a la muerte.
Sus maestros lo querían mucho, sabían que era un príncipe y veían sus grandes cualidades y que había alcanzado su mismo estado. Aunque ellos eran los maestros, él había alcanzado sus mismos logros en muy poco tiempo. Y le pidieron que se quedara para dar enseñanzas a sus discípulos. Pero él no quiso y se fue en busca de una respuesta al enigma al que se enfrentaba.
Algunos días se sustentaba sólo con una pequeña baya de algún árbol, así el Buda Siddharta se quedó muy demacrado.
La octava acción: En este momento, Buda empezó a reconocer que no estaba haciendo ningún progreso. Cuando fue a bañarse al río, comprobó que estaba tan débil que no podía ni siquiera salir del agua, así que empezó a preocuparse por lo que le iba a suceder. Se puso a mendigar comida y a partir de ese momento empezó a sentirse revitalizado.
La novena acción: Buscó un lugar donde meditar. Se sentó en un cojín de hierba, con una determinación: “No me levantaré hasta alcanzar la esencia de la iluminación”. Y esta es la demarcación del siguiente acto, que se llama “la derrota de mara” o “de los maras”.
“Mara” puede ser una parte de nuestro propio Ser, de nuestra mente, o algo externo que obstaculiza nuestro desarrollo espiritual.
La décima acción: Esa noche alcanzó la iluminación, bajo el árbol bodhi; transformado completamente. Había eliminado de su mente todo vestigio de ignorancia y todo tipo de limitación, y allí pasó las siguientes siete semanas, sin alejarse demasiado. “¿A quién voy a dar enseñanzas? Oh, aquellos cinco discípulos con los que pasé seis años, su mente, su ojo del dharma está sólo ligeramente cubierto con el polvo de la ignorancia”. Sabiendo dónde se encontraban, emprendió el viaje hacia el Parque de los Ciervos, cerca de Sarnath.
La undécima acción: Empezó a impartir el primer discurso sobre las Cuatro Nobles Verdades. Este es el siguiente período extenso en la vida de Buda. Dio enseñazas durante muchas décadas.
El resto de su vida fue dando estas enseñanzas, haciendo girar la rueda del Dharma.
La duodécima acción: Finalmente mostró el aspecto de fallecer, de morir, de pasar al paranirvana.
Así que en resumen, sólo como una especie de introducción, ésta es la vida de Buda, las doce acciones.
Budismo Mahayana